Dedicado a GabyManzur—La mejor noche que he tenido— murmura Gaby abriendo sus ojos lentamente.
Tal parece que al fin y había probado el mejor y más exquisito placer que puede existir en la vida. Si, hablo del sexo. Anoche Ignazio la invitó a cenar en el mismo hotel en el que se hospedaron después de comer la deliciosa cena. Gaby se sentía totalmente lista para entregarse a Ignazio en cuerpo y alma.
—Buenos días — murmura la voz de un sonriente y relajado Ignazio que va entrando con una bandeja de desayuno en las manos.
Gaby, al notar que sólo lleva ropa interior puesta, se sonroja e inmediatamente se tapa su cuerpo desnudo con la sábana.
—Buenos días — responde nerviosa.
Ignazio sonríe ampliamente y, dejando la bandeja frente a ella, pregunta:
—¿Cómo te sientes, gorda?
Gaby ríe como una tonta ante el apodo de Ignazio. Sabe que se lo dice con mucho amor.
—Excelente — contesta sonriendo— un tanto dolorida, pero excelente... ¿que hay de ti?
—De maravilla. Espero haber sido lo suficientemente suave, atento y amoroso cómo lo soñabas...
—Fuiste mejor que eso, Ignazio— afirma sonriendo.
Ignazio sonríe encantado, se acerca a ella y la besa con dulzura en los labios.
—Te traje el desayuno. Sin duda, fue la mejor noche que ambos hemos tenido y necesitamos recuperar las fuerzas, ¿no crees?
Gaby asiente y los dos comen su desayuno mientras se dicen de todo con sus miradas. ¿Quien se iba a imaginar que Ignazio se enamoraría cómo un tonto de Gaby? Definitivamente, yo no.
Después de terminar de desayunar toda la comida que Ignazio llevó, los dos se comienzan a besar. Ignazio tiene ganas de más, pero Gaby le dice que aún se siente muy dolorida por lo de anoche y él comprende. Es todo un caballero después de todo. Ignazio se va a duchar, pero antes de entrar al cuarto de baño, le propone a Gaby ducharse juntos. Ella, más roja que un tomate se niega rotundamente. Aún se siente avergonzada por que él la haya visto desnuda y que le haya hecho el amor. Sólo fue una vez, pero a ella le bastó.
Ignazio se mete al baño riendo. Está feliz y los dos sienten que nada puede arruinar su felicidad.
Gaby olisquea la almohada de al lado. Huele a Ignazio, a hombre. Huele divino. Se revuelca en la cama y encuentra la camiseta blanca a botones de Ignazio. No duda en ponérsela. Se queda dormida unos diez minutos, hasta que Ignazio sale de la ducha con una toalla alrededor de la cintura. Silba encantado al ver a su novia con su camisa puesta.
—Deberías usar mis camisas más seguido, te ves jodidamente sexy — ronronea besuqueandola en el cuello. Ella ríe nerviosa.
Siempre pensó que Ignazio estaba enamorado de ________________, pero con lo sucedido y las palabras de Ignazio, quizá no es cierto y sólo fue producto de su enferma mente.
Ignazio comienza a besarla con más sensualidad. Acaricia lentamente las largas y morenas piernas de Gaby hasta llegar a su cintura. Ella jadea. No será capaz de detener a Ignazio que más parece un león hambriento con ganas de comer carne todo el día.
Ignazio va a quitarse la toalla, pero escucha un ruido extraño que lo detiene. Un rúnruneo.
—¿Escuchas eso? —pregunta viendo los ojos de Gaby.
Ella frunce el entrecejo y asiente.
—Contesta. Me pareció que estaba vibrando hace rato, pero creí que era una abeja.
—Mejor lo dejamos para después —protesta Ignazio haciendo un puchero —estábamos muy ocupados si mal no recuerdo.
—Ignazio, puede ser algo importante.
—Bien —gruñe resoplando.
A regañadientes, se levanta de la cama, se pone el bóxer, busca su pantalón y lo encuentra tirado bajo la cama.
—Ouuu, es el mío —dice Gaby de repente. Ignazio asiente, pero aún así saca su teléfono del bolsillo. Lo prende y se encuentra con ocho llamadas perdidas. Tres de Gianluca y cinco de... De ________________.
—¿Que demonios se supone que quieres? —gruñe Gaby atendiendo la llamada de Sebastián.
Ignazio, al darse cuenta que tiene un mensaje de voz de ella, rápidamente lo escucha.
—Ignazio... Por favor, por favor... Te lo suplico, contesta... Te necesito... Te necesito Ignazio...
Aquel mensaje de voz paralizan a Ignazio. ________________ no se escuchaba bien... No se escuchaba bien, no...
Ignazio se gira rápidamente en el momento que Gaby grita histérica y llorando.
—¡Ignazio! ¡Ignazio, Ignazio! —jadea ella tapando su boca.
—¡¿Que ocurre?! —pregunta alarmado.
Al ver el teléfono de Gaby y una llamada sin colgar, lo toma y se lo coloca en la oreja y pregunta:
—¡¿Que está pasando?!
—Hermano, hermano, hermano —jadea Gianluca desde el otro lado de la linea.
—¿Gianluca?, ¡¿Que pasa?!, ¿Porqué llamas del teléfono de Sebastián?, ¿Que ocurre? — pregunta alarmado.
Gianluca no puede dejar de llorar descontroladamente.
Ignazio se estremece al escuchar los gritos de Sebastián a lo lejos y unas sirenas pitar con fuerza.
—¡Gianluca! ¡¿Que demonios está pasando?!
—Ignazio... Mi... Mi bella... Mi bella, Ignazio, ¡mi bella! — grita Gianluca sin dejar de llorar.
El corazón de Ignazio se retuerce en ese instante.
—¿Qué... Qué pasa con la pequeña?
—Ignazio... Mi bella tuvo un accidente... Una camioneta la embistió y... Y... Y... Ella... Ella se está muriendo... Se está muriendo, Ignazio... Mi bella, mi bella...
La comunicación se corta en ese instante. Ignazio se desmorona en el piso y tiembla asusatado. Se hala el cabello desesperado. Gaby se acerca hasta él para abrazarlo.
—Ignazio...
—Me llamó... —susurra él temblando — _________________ me llamó... Me llamó hace sólo unos minutos... Me llamó y dejó un mensaje de voz diciendo que me necesitaba...
—Ignazio, no... No llores— murmura Gaby apretando sus brazos en él.
A Ignazio se le descompone la cara e inevitablemente, comienza a llorar como un niño pequeño.
—¡No hice nada para ayudarla! ¡Me llamó y yo... Yo no contesté sus llamadas... No... No estuve para ella...
Cerrando los ojos con fuerza, Ignazio abraza a Gaby. ¿Cómo era posible que no haya estado para su pequeña? ¡Él le prometió que siempre estaría para ella!.
Se siente culpable... Le dijo que sin importar la hora, el lugar y donde sea y con quien sea que esté, jamás la dejaría...
...
—Gianluca...
—Piero...
Piero se agacha y abraza a Gianluca. Éste, se aferra a él desesperadamente sin dejar de llorar como un niño pequeño.
—¿Cómo está?
—Mal... Está muy mal... Se está muriendo y todo es por mi maldita culpa...— susurra recordando cuando la ambulancia llegó.
Tanto Gianluca cómo Sebastián, no sabían que hacer... Los paramédicos llegaron y uno de ellos había dicho que ___________________ estaba muerta. Sebastián gritó como un loco y casi se desmaya, pero otro de los paramédicos logró reanimarla con electro choques. Ahora, se encuentran en el hospital esperando noticias de ella... Entró directamente a emergencias. Sebastián también fue arrastrado por una enfermera para cocer su frente, pues un vidrio del parabrisas lo había cortado y no dejaba de sangrar.
—No es tu culpa, Gian—murmura Piero acariciando la espalda de Gianluca delicadamente.
—Si, si es mi culpa... —afirma —ella me vio con... Con Mónica mientras... Mientras... Mientras teníamos relaciones en la sala...
—¿QUE TÚ HICISTE QUÉ? — Grita Piero empujando a Gianluca.
Él se lame los labios llenos de lágrimas y relata lo sucedido mientras recuerda cada imagen.
Mónica había llegado a su departamento a suplicarle una vez más que le diera una oportunidad de estar juntos. Gianluca se negó rotundamente y le informó que se mudaría a Francia con _________________. Mónica comenzó a llorar y a amenazar a Gianluca con suicidarse si él se iba. Él le explicó que ya no la amaba y que quizá nunca llegó a amarla como se imaginaba... Tan sólo fue una ilusión que cualquiera tiene a esa edad. Ella no paraba de llorar desesperadamente y de gritar como una loca que ella se iría detrás de él a Francia y que nunca lo dejaría en paz ni a él, ni a su bella. Gianluca terminó amenazándola con denunciarla por acoso y ella sabe perfectamente que podría ir a la cárcel, pues cuando ellos eran novios, Gianluca era menor de edad y ella... Pues ella es más grande. Mónica, acorralada le pidió a Gianluca que estuviera con ella una última vez y él como un tonto accedió... Quería quitarse de encima de una buena vez a esa mujer, pero lo que jamás se imaginó que _____________________ los encontraría en pleno acto de infidelidad.
—Entonces, es tu culpa... —murmura Piero viendo enojado a Gianluca —No puedo creer lo que has hecho... Te juro que no lo puedo creer...
—Piero... No es del todo su culpa —susurra Sebastián, quien llega en ese momento con un gran parche en la frente. Le dieron cinco puntos —También es mi culpa...
—¿Y la tuya porqué?
—Yo... Yo le estuve ocultando la verdad a mi hermana —dice lamiendo sus labios e intentando a toda costa, no llorar —nunca le dije que... Que mi padre y yo estábamos en contacto y que... Y que ya yo lo había perdonado, que vivía con él y que él me pidió llevarla a Francia a como de lugar...
—¡USTEDES SON LOS ÚNICOS CULPABLES DE LO QUE ESTÁ PASANDO! — grita la voz de Gaby.
Gianluca y Sebastián se ponen de pié y no dicen nada a todo lo que Gaby les grita... Tiene razón. Ellos se sienten total y completamente culpables de lo que a ella le ha pasado y recordar cómo había sido será un completo martirio que jamás olvidarán.
—¿Familia Noyer? —pregunta la voz de un doctor.
Todos corren hacia él y el primero en hablar, es Sebastián.
—Si, si, si. Soy su hermano mayor.
—Muy bien niño, no le voy a mentir. El estado de la paciente es bastante grave. Según los informes de los paramédicos, la chica había muerto cuando ellos llegaron a causa de un paro cardíaco. Afortunadamente, lograron reanimarla. En el traslado al hospital, sufrió una crisis respiratoria y en estos momentos, está en cirugía. Estamos haciendo todo lo posible para tratar de controlar las diversas hemorragias causadas por los cristales incrustados en su cuerpo... Pero, lo que más me preocupa es la lesión en su cabeza. Es bastante grave y esperamos que resista la operación. No sabemos cuánto nos vamos a tardar, pero les aseguro que haremos todo lo posible por salvarla. Aunque... Ese no es el único problema.
—¿No... No es el único problema? —murmura Sebastián tratando a toda costa de no llorar.
—Cómo ya les mencioné en un principio, estamos controlando sus hemorragias. Ha perdido una enorme cantidad de sangre.
—Pero ese no es ningún problema— dice Gianluca arrugando su entrecejo —para eso existen los bancos de sangre, ¿no?
—Si, tiene razón, niño... El problemas es que se nos ha terminado todas las reservas de su tipo de sangre... No tenemos nada de B+. No es común que alguien de ese tipo de sangre venga a donar.
—¡Yo puedo donarle toda la sangre que quiera! —grita Sebastián, haciendo que todos respiren aliviados.
—Excelente —dice el doctor viendo detenidamente a Sebastián.
Arquea una ceja al ver el brazos tatuado de Sebas y pregunta:
—¿Ese tatuaje es reciente?
—¡No! Me lo hice hace un año... Pero tengo otro por acá que me lo hice la semana pasada. No es muy grande. Supongo que no hay problema.
El doctor se quita la mascarilla y niega con la cabeza repetidas veces.
—Lo siento mucho, pero usted no puede donar.
—¡¿CÓMO QUE NO PUEDO DONAR?! ¡CLARO QUE PUEDO DONAR!
—Perdón, pero las personas con tatuajes recientes no pueden hacerlo. Eso va en contra de las reglas y la ética del hospital.
—¡A LA MIERDA LA ÉTICA! ¡USTED NO PUEDE PROHIBIR QUE LE DE DE MI SANGRE A MI HERMANA! ¡ES MI HERMANA, JODER!, ¡MI HERMANA! ¡HAGA SU MALDITO TRABAJO Y SAQUE TODA LA SANGRE QUE QUIERA DE MI CUERPO! —grita Sebastián forcejeando con Ignazio y Piero que lo sostienen.
—Le voy a pedir que se comporte y deje de gritar como un loco o me veré en la necesidad de sacarlo y no dejarlo entrar. Vaya pensando en cómo va a conseguir la sangre para su hermana. Tiene menos de ocho horas para hacerlo. Con permiso.
El doctor se va y Sebastián comienza a gritarle que regrese, que le saque toda la sangre que quiera, pues es el único que puede ayudarla... Pero, por más que grita, el doctor no hace caso.
Sebastián se desmorona en el piso y comienza a llorar como un niño pequeño. ¿Que se supone que va a hacer ahora para salvar la vida de ________________?
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~Una Vida Juntos "Por Siempre"~ (Gianluca Ginoble) TEMPORADA II
Random¿Has leído Una Vida Juntos? Bueno, si lo has hecho, déjame decirte que esa historia tan solo fue una pequeña introducción a mi vida. Realmente no tenía ni la más mínima idea de lo que me depararía el futuro, de como el destino iba a burlarse una y o...