Finalmente el día ha llegado. Ese día con el que soñé tantas veces y que estoy segura, la mayoría de mujeres sueña. Me miro al espejo y los ojos se me llenan de lágrimas. Estoy tan asustada y nerviosa que las ganas de salir corriendo como una loca no me faltan.
—¡Oh maldición! —gruñe Hugo, mi maquillista y peluquero —mira nada más cómo quedó ese maquillaje. Pareces un mapache enano...
Me río. No me queda de otra ante la cara y la voz chillona de Hugo. Rápidamente se acerca a mí y comienza a retocar mi maquillaje entre gruñidos. La puerta de la habitación se abre y Gaby, acompañada de Joselyn y Vanessa entran con una enorme sonrisa. Las dos últimas corren hacia mí y me abrazan.
—Que bueno que pudieron venir, chicas —murmuro casi que llorando.
—Por nada del mundo nos íbamos a perder tu boda, _______ —dice Vanessa sonriendo.
—Serás la primera de las cuatro a quién amarren —jadea Joselyn horrorizada.
Me parto de risa al igual que las demás, entonces las ganas de llorar otra vez me pueden. Pero antes de que si quiera solloce, Hugo tira de mí cabello y sisea:
—Una lágrima más y te juro que te mato. Te lo advierto mujer...
Cómo puedo, me trago las lágrimas y me pongo al día con las chicas de todo lo que ha pasado estos dos últimos años. Joselyn ya tiene nueva pareja, pero me confiesa que aún extraña y siente algo por Francis, pero está dolida porque él ya no responde ninguno de sus mensajes y la ha bloqueado de todos lados. Vanessa aún sigue con el horroroso Brandon, estudia comunicaciones y según ella, no extraña para nada a Pierito. A ver qué cara pone en cuanto vea lo delicioso que ese hombre está y a su nueva novia. Tras Charlar con las chicas, Hugo por fin termina de arreglar mi cabello. Corre a sacar mi vestido del armario y me ayuda a deslizarlo por mi cuerpo. Me muerdo el labio inferior al sentir la facilidad con la que sube la cremallera de éste y agradezco a todos los santos no haber engordado en estos días. He estado tan nerviosa que cómo en exceso, como si fuera un puerco. Cuando Hugo termina de ajustar uno que otro detalle de mi vestido, hace que me gire y quede frente al enorme espejo de cuerpo completo. La piel se me eriza al verme. No parezco yo... Me veo y me siento diferente. Mis ojos brillan más de lo normal, mis mejillas están ligeramente ruborizadas y no precisamente por el maquillaje. Gaby se acerca a mí y me abraza mientras coloca mi precioso ramo de rosas naranjas en mis manos.
—Estás tan bonita, _______ —murmura casi llorando —estoy tan feliz por tí. Espero de todo corazón que ese torpe hombre que tanto te ama te haga muy feliz.
—Lo hará —afirmo convencida de ello.
Las chicas se nos unen en nuestro abrazo y de pronto, la puerta se abre. Mi adorado padre entra.
—Oh cielos, lamento haberlas interrumpido, pero ya es hora mi amor —murmura con voz reducida.
Las chicas se separan de mí y mi padre, al verme vestida de novia, se lleva las manos a la boca y sus ojos se llenan de lágrimas.
—Papá... —me apresuro a abrazarlo —no llores Papi...
—Oh mi niña —murmura acariciando mi mejilla con delicadeza —estas tan preciosa mi vida... Pareces una verdadera princesa mi amor...
Me río y lo abrazo de nuevo. Cuando voy a decir algo, un grito espeluznante nos sobresalta a todas. Sebastián entra a la habitación y corre como un verdadero loco hacia mí.
—¡Papá! —chilla sujetando mis hombros —¡sujeta sus piernas y corre hacia el auto!
—¡¿Qué?! —jadeo alucinada.
Mi guapo hermano hace un puchero de niño regañado y me ve a los ojos.
—¡No quiero que te cases pitufito! —solloza llorando cuan una niña —¡No quiero!
—¡Sebastián! —gruño divertida.
Sebastián me abraza con fuerza e intenta secuestrarme, pero las chicas se lo impiden. Éste empieza a gritarles cabreado y cuando ve que Hugo se acerca a él con coquetería, se atraganta y desiste. Cabe mencionar que Hugo es gay y le encanta mi hermano. Mi papá me sujeta de la mano y me conduce con seguridad hasta la limosina negra que me me llevará hasta la hermosa capilla. En todo el trayecto, no suelta mi mano porque yo intento salir corriendo como toda una cobarde. No es que no quiera casarme, es que estoy muy asustada y nerviosa. Cuando no puedo más con mis nervios, saco una barra grande de chocolate blanco y la engullo de tres mordidas. Mi papá y los demás me ven alucinados, Hugo se apresura a arreglar mi labial rosa y a regañarme. Veinte minutos después, la limosina se detiene al igual que mi corazón. Desde el interior observo como la gente se dispersa e imagino que se dirigen hacia la capilla. Gaby y los demás se bajan y mi padre mantiene la puerta abierta para que yo salga. Miro embobada a mí alrededor. Está todo tan hermoso con los diferentes arreglos florales... El mar se logra apreciar desde aquí y me enamoro de él. El sol está ocultándose poco a poco, pero aún así todo se ve con claridad.
—¿Estás lista mi amor? —pregunta mi papá apretando mi mano. Lo veo a los ojos y asiento.
Mi papá sonríe y noto que sus ojos se llenan de lágrimas.
—Papá...
—Lo siento... —murmura apenado —es que es tan difícil aceptar que ya no eres más una niña pequeña, que te tengo que dejar ir mi amor... Pero estoy feliz de poder estar contigo éste día... Ay mi amor, si estás igualita a tu mamá cuando nos casamos...
Abrazo a mi padre con fuerza y contengo mis lágrimas. Debe ser muy duro para él recordar a mi mamá y no poder tenerla más... También la extraño demasiado, pero aunque ella no esté conmigo, agradezco tener a mi papá a mi lado.
—Lamento interrumpirlos —dice de repente la voz de Gaby —pero el novio está al borde del colapso y piensa que te arrepentiste y que te fuiste, _________.
Mi papá y yo nos reímos y asentimos. Gianluca es un exagerado y dramático. Mi papá me da un último abrazo y entrelaza mi brazo con el suyo. Alza la barbilla con verdadero orgullo y juntos, caminamos hacia la capilla. Cuando asomamos por el marco color perla, la música que siempre ponen en la mayoría de ceremonias, comienza a sonar. Las piernas me tiemblan, pero aún así camino con paso firme. Cuando por fin atravesamos el marco, toda los invitados se ponen de pie y jadea emocionados mientras aplauden. Mis ojos se clavan hacia el frente en donde mi amor, se lleva las manos a la boca y tiembla. Noto que sus ojos se cristalizan. Piero e Ignazio que permanecen a su lado, le aprietan el hombro en señal de apoyo. Las ganas de llorar también me entran al verlo a él tan guapo y elegante con su traje negro y la pajarita. Su cabello peinado en un bello copete y la barba ligeramente recortada.
—Muchacho —dice mi padre cuando estamos frente a mí Gian — te entrego a mi hermosa princesa para que la cuides y la hagas inmensamente feliz... Si no lo haces, créeme que te las verás conmigo. Te estás llevando a mi mayor tesoro.
—Prometo cuidarla con mi vida si es necesario —murmura mi amor abrazando a mí padre —estoy terriblemente enamorado de ella que la quiero a mi lado por lo que me reste de vida y no pretendo lastimarla.
Mi padre asiente, palmea la espalda de Gianluca y se aleja para sentarse junto a mi precioso Sebas que llora como una Magdalena. Mi hombre se abalanza hacia mí y me abraza con fuerza. Sus labios no tardan en apachurrar los míos con desesperación.
—Estas preciosa mi amor... —murmura pegando su frente con la mía — eres la mujer más hermosa del mundo, pareces una verdadera princesa de cuentos... Te amo mi bella, mi pastelito de chocolate, caramelo y fresas.
— Y yo te amo a tí, mi puddin de chocolate.
Gianluca y yo nos damos otro largo beso, hasta que el padre se aclara la garganta y nos regaña por adelantarnos al beso. Me río. Mi amor y yo nos sentamos en nuestros respectivos asientos y escuchamos atentos las palabras de aquél simpático hombre de edad avanzada. Nos habla del amor, del compromiso. Gian y yo permanecemos con nuestras manos entrelazadas. Nos volteamos a ver continuamente y nos sonreímos. Veinte minutos después, la hora de decir nuestros votos ha llegado. Gaby se acerca hacia nosotros con los anillos sobre una almohadilla dorada. Gianluca es el primero en coger el más chico.
—Yo, Gianluca Ginoble —murmura colocando el anillo en mi dedo —te tomo a ti, ________ Noyer como mi amada esposa, para amarte y respetarte toda nuestra vida juntos. Prometo serte fiel, cuidarte en la salud y en la enfermedad. Estar contigo en las buenas, las malas y las peores.
Un jadeo escapa de mi boca en el momento que Gian termina de recitar sus votos y de deslizar el anillo que se amolda perfectamente en mi dedo.
Con mis manos temblorosas, tomo el otro anillo y lo coloco con torpeza en el dedo de mi amor y comienzo a murmurar:
—Yo, _________ Noyer te tomo a ti, mi amado y siempre torpe, pero guapo Gianluca cómo mi esposo y prometo amarte cada día de mi vida. Prometo estar contigo en las buenas, en las malas y las peores. Prometo cuidarte y mimarte cuando estés enfermo, y también prometo serte fiel. Te amo mi amor.
Gianluca sonríe de oreja a oreja y da pequeños saltitos inquieto mientras termino de deslizar el anillo por su dedo. Cuando termino de colocarlo, ambos vemos al padre que niega divertido y dice:
—Si alguien se opone a este matrimonio, que hable ahora o calle para siempre.
Se escucha jaleo entre los invitados. Contengo la risa al ver a mi precioso Sebastián forcejear con mi padre y los pingüinos e intuyo que quiere "impedir" mi boda.
—¡No! —chilla brincando de un lado a otro como caballo— ¡No te cases pitufito!, ¡No me dejes solo!
Todos ríen a carcajadas, pero yo no. El gesto y las lágrimas de mí hermano me indican que no está bromeando y que en verdad le duele. Me sujeto el vestido y camino hacia mi hermano, que al verme llegar, se queda quieto y lo abrazo con fuerza. Él corresponde mi abrazo de la misma manera y solloza.
—No quiero que me dejes... No quiero que me dejes de querer tampoco, mi pitufito... Me moriré de tristeza... —murmura apretando mi espalda.
—Ay Sebas —sollozo conmovida y me separo de él para verlo a los ojos —yo jamás dejaré de quererte. Eres mi chico favorito, mi adorado hermano y te voy a amar siempre. Pero tienes que entender que quiero estar con él, que quiero ser feliz con Gian... Estaré bien, hermano.
—¿Lo prometes? —solloza.
—Lo prometo.
Sebastián asiente y me vuelve a abrazar. Todos sueltan un "aaaaaaaww" conmovidos por aquel gracioso acto de celos y yo me devuelvo al altar. El padre otra vez niega divertido y continua:
—Bien, por el poder que el estado me ha otorgado, los declaro marido y mujer.
Gianluca sujeta mis manos y brinca de un lado a otro. Intenta besarme, pero el padre lo detiene y nos indica que primero tenemos que firmar el acta de matrimonio. Gianluca lo hace rápidamente, yo también.
—Ahora si, puedes besar a la novia.
—Mi esposa —corrige mi amor, me sujeta de la cintura y me planta un ruidoso beso que los hace a todos aplaudir y silbar emocionados.
Gian y yo nos besamos con intensidad, amor y auténtica adoración por un largo, largo tiempo hasta que ninguno de los dos puede más.
—Te amo _________— murmura —Te amo y este es el mejor día de mi vida.
Después de besarnos, nos mezclamos con los invitados que no tardan en acercarse a nosotros y felicitarnos. Mi suegra lloriquea emocionada y me abraza al igual que mi suegro. Minutos después, todos nos dirigimos hacia el interior del hotel que está cerca de la capilla en dónde se festejará nuestra boda en un gran salón de baile. Mi amor y yo tratamos de escaparnos Par hacer de las nuestras, pero nos es imposible con tanto jaleo y alboroto. Sin embargo, disfrutamos de nuestra fiesta toda la noche hasta que por fin nos despedimos y nos vamos a nuestra habitación en dónde él me lleva cargada entre sus brazos y hacemos el amor. Mañana tomamos avión rumbo a nuestra luna de miel y no tengo idea de dónde iremos, pero sé que estaré con el amor de mi vida.Cien años después :'v jajajaja feliz año nuevo... Nada más porque me tardé un poquito en actualizar les tengo otro mini capitulo. Las amo.
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~Una Vida Juntos "Por Siempre"~ (Gianluca Ginoble) TEMPORADA II
Random¿Has leído Una Vida Juntos? Bueno, si lo has hecho, déjame decirte que esa historia tan solo fue una pequeña introducción a mi vida. Realmente no tenía ni la más mínima idea de lo que me depararía el futuro, de como el destino iba a burlarse una y o...