Capítulo 13

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     —Una semana ha pasado desde que te perdí por completo... ¿Sabes mi amor? Nunca he dejado de preguntarme el por qué me enamoré de ti como un verdadero tonto... Es extraño... Muy extraño... Estoy completamente seguro que te amé en el instante en que te vi por primera vez, en ese instante en que tus bonitos ojos coquetos amenazaban con matarme tarde o temprano. No es una probabilidad que tu carácter y tu esencia haya sido lo que me cautivó de ti, fue realmente eso... Tu forma tan espontánea y natural de ser, acompañado de tu notable belleza me hizo caer al piso ante ti. A tu lado, me sentía como un simple mortal que veneraba y babeaba por una increíble diosa hermosa, como lo eres tú... Si, se que no fui el mejor novio de todos y que probablemente te merecías algo mucho mejor que yo, pero te juro que traté con todas mis fuerzas no fallarte nunca... Lo traté de verdad... Me costaba tanto trabajo controlar mis absurdos celos y mi vocabulario cada vez que me enojaba contigo por simples tonterías... Pero entiende, entiende que era y sigo siendo alguien muy inseguro de mi mismo. Tú eres tan bella que es imposible que un hombre no te voltee a ver sin sentir algún tipo de deseo. Tenía miedo de que me dejaras por alguien mejor que yo, por alguien que supiera tratarte como la reina que eres; por alguien que no actuara como un pendejo como lo hago siempre yo... No había entendido nunca, o más bien me negaba a ver que me amabas como a nadie, que quizá los dos sentíamos la misma cantidad de amor el uno por el otro... Te he fallado incontables veces que hasta yo mismo me sorprendo. Pero más me sorprende que tú hayas perdonado cada una de mis estupideces... Eres increíble, fuerte, decidida, ruda y amo eso de ti. Amo todo lo que eres, lo que representas y lo que significas y significarás por siempre en mi vida y en mi corazón. La mujer que me hizo amar de nuevo... O más bien, la mujer que me hizo conocer el amor verdadero en un beso, en un abrazo y en una noche de pasión. Haciéndote el amor por primera vez me di cuenta que, a partir de ese instante iba a querer hacerlo más de una vez... Quizá para siempre... Mis sentimientos por ti siempre fueron desesperados, pero sinceros... Me agobiaba tanto no tenerte a mi lado... Y ahora me agobia más no poderte si quiera besar... No poder acariciar tu linda carita con mi mano, no poderte decir cuánto te amo sin que tú puedas responderme... Extraño abrazarte fuerte, dormir contigo, tenerte entre mis brazos... Verte sonreír como un ángel, escuchar tus risitas traviesas y juguetonas... No tienes una maldita idea de cuanto te extraño. He tomado malas decisiones, he hecho un millón de mierdas que ahora la vida me las está cobrando de la peor manera... Quitándome lo que más he amado en mi vida. Muchos me culpan y otros me alientan a seguir adelante. No puedo avanzar... Siento que en esta etapa de mi vida, no puedo hacerlo... Que me he quedado estancado en un laberinto sin salida. Esas personas que me culpan, tienen razón... Lo que te ha pasado es mi culpa, mía y de nadie más... Como te dije, he tomado muchas decisiones erróneas, pero la que he tomado ahora es la mejor. Espero que entiendas mis motivos... Yo no puedo vivir sin ti y no pienso seguir adelante. No nos casamos nunca, pero mi promesa de amor para contigo es estar juntos siempre, sin que nada nos separe.... Mi amor, perdóname... Perdóname... Aunque hayas muerto...
     Una última y fría lágrima corre por el rostro de Gianluca mientras acaricia con delicadeza una lápida de cemento que pone: "Descansa en paz, Daniella ______________ Noyer Hiluxseguida de su fecha de nacimiento y fallecimiento. Murió a los 18 años de edad. Hace una semana que fue desconectada de aquel aparato que la mantenía con vida. Fue una decisión que tomó su padre y su hermano. Ella murió a los pocos minutos. En su rostro ya no se percibía vida, ni alegría... Solo tristeza y dolor.
     Desde ese entonces, ya nada volvió a ser como antes... Sebastián y su padre regresaron a Francia, en donde Sebas ha sido diagnosticado con depresión severa. Está en tratamiento, pero no ha pronunciado palabra alguna desde que enterraron los restos de su hermana.
     Ignazio cambió por completo su forma de ser. Ya no es el mismo chico dulce, juguetón, bromista y sonriente de siempre. Ahora tan sólo es un ser amargado y frío, que por las noches llora la ausencia de su pequeña bella. Él también se culpa a si mismo por lo sucedido.
     Gaby ha tratado a toda costa de salir adelante. Vive con Ignazio, pero es como si viviera sola. Tan sólo le han quedado los recuerdos de su amiga. El sin fin de fotografías y casi todas sus pertenencias, bueno, las cosas que más ella amaba; sus peluches. Es así como la siente un poco cerca... No pretende olvidarla nunca. Nadie lo haría... Ni siquiera Piero que aún sigue conmocionado por la noticia. Los pingüinos están igual... La única chica que tenían como amiga, a la que amaban como una hermana ya no está más con ellos.
     Y Gianluca... Para Gianluca ha sido más difícil que para cualquier otra persona. Se la pasa todo el día metido en el cementerio hablándole a la tumba de _________________. Sólo imaginando el sabor de sus labios rozar los suyos una vez más... El susurro de su voz diciendo “Te amo”... Pero solo es el viento, la Briza gélida de diciembre... Vaya navidad. Pero al parecer, hoy sería el último día en que visitara la tumba de ella. La última vez que hablaría con ella, la última vez que le pediría perdón entre lágrimas...
     Gianluca sonríe con nostalgia. Besa la fría lápida y se pone de pié para caminar e irse del cementerio. Su paso es lento... Su mente es un completo caos a causa de su decisión. Varios minutos después de caminar, el cielo se ha oscurecido por completo. El clima se ha tornado más frío que nunca, tanto que de la boca de Gianluca, sale humo.
     Se abraza a si mismo, caminando por la resbaladiza carretera oscura. De pronto, una luz blanca y cegadora iluminan su cara. Un tráiler gigante pita repetidas veces. Gianluca se para en seco, sonríe llorando una vez más, y murmura:
     —Una Vida Juntos Por Siempre... Bella... Ni la muerte nos separará...
     Con esa última frase, Gianluca se para en medio de la carretera con su rostro viendo al cielo. Cierra los ojos con fuerza esperando el impacto del tráiler. La luz blanca lo deja cada vez más ciego y cuando el sonido de la bocina es demasiado ensordecedor, grita el nombre de _______________ y abre sus ojos de golpe. Su pecho sube y baja acelerado. Ve el techo blanco de la habitación del hospital y se lleva las manos a la boca sin poder evitar que las lágrimas se le escapen. Todo ha sido una horrible pesadilla.
     Cuando su mirada busca con desesperación algo que le reconforte, ve a Sebastián con sus ojos cerrados y recostado sobre el otro sillón. Rápidamente, sus ojos se clavan en los de ___________________ que están entreabiertos y parpadeando con dificultad.
     Gianluca se incorpora de su asiento, se frota los ojos intentando despertar de su sueño, pero al quitar las manos de su rostro, ve lo mismo... Su amada, amada bella tratando de moverse y abrir más sus ojos.
     Sebastián se despierta alarmado al escuchar el susurro del nombre de su hermana repetidas veces. Voltea a ver a Gianluca, que tiene los ojos abiertos como platos y llenos de lágrimas. Sigue la dirección de su mirada y también se queda mudo al verla a ella respirando con más tranquilidad y parpadeando.
     —Mi... Minion... ¡Minion! —solloza Sebastián acercándose a _________________.
     Ella cabecea intentado mantener los ojos abiertos y tratar de hablar. Pero no puede. Su boca está demasiado reseca y le duele la cabeza horriblemente.
     Intenta alzar una mano para tocar la parte trasera de su cabeza, que es donde le duele, pero no puede. Su cuerpo está demasiado entumecido.
     Sebastián, al ver los ojitos inquietos de su hermana, sale al pasillo en busca de un doctor. El enfermero Miller se cruza en ese instante y Sebas lo jalonea hasta el cuarto. Su sorpresa es máxima al ver el motivo de euforia y desesperación de aquel chico. _________________ ha despertado, sin ella saber que fue gracias al deseo y el anhelo de Gianluca...
     El enfermero Miller le pide a Sebastián y a Gianluca que abandonen la habitación y llama a su padre inmediatamente por una radio comunicador. Éste llega corriendo y también se queda inmóvil al verla despierta. Era un verdadero milagro...
     Sebastián y Gianluca lloran en pleno pasillo hablando a mil por hora. Ninguno entiende lo que dicen, pero ambos están impactados y conmocionados por lo que acababa de  suceder... Justamente iban a desconectar a __________________ en pocas horas por que era imposible que volviese a despertar. Una vez más, ella les demostró cuan fuerte es y cuánto ha batallado para aferrarse a la vida.
     Cuando Ignazio, Piero y Gaby llegan, no pueden creer lo que les están contando. Ellos estaban molestos desde un principio por aquella decisión de matarla y ahora... Ahora fue la misma ___________________ que se salvó la vida a si misma.
     Pasados unos eternos minutos, el enfermero Miller sale acompañado de su padre, Drako. Éste les dice que pueden verla por unos minutos, pero que la dejen descansar y que él mismo llamará al señor Noyer para informarle el milagro que acaba de pasar.
     Todos corren hasta la habitación de ___________________ y cuando abren la puerta, ella está con los ojos cerrados, pero la mascarilla de oxígeno ha sido cambiada por un cánogra. Sebastián se acerca lentamente a su hermana y sujetando su mano suavemente, susurra su nombre. Ella abre los ojos lentamente. Parpadea repetidas veces y ve algo confundida al chico que sujeta su mano.
     —Despertaste... Despertaste... Mi pitufito hermoso —murmura Sebastián soltando varias lágrimas.
     _________________ abre la boca para hablar, pero no sale palabra alguna de ella. Le duele la garganta y tiene una terrible sequía.
     —¿Tienes sed? —pregunta Sebas acariciando el rostro de su hermana.
     Ella asiente lentamente y Sebas corre a arrebatarle una botella de agua a Gaby.
     Destapando la botella, sujeta la cabeza de _________________ con cuidado para no lastimarla. Acerca la botella hasta su boca reseca y no puede evitar sonreír cuando ve como ella bebe agua efusivamente.
     —Mi pequeña bella... —murmura Ignazio abrazando a Piero, quien sonríe de oreja a oreja intentando no llorar.
     Cuando ______________ termina de beber tan sólo la mitad del agua, Sebastián rápidamente deja la botella sobre la mesa y sin pensarlo, besa con suavidad las mejillas de su hermana.
     —No tienes una jodida idea de cuánto había deseado este momento, mi pitufito hermoso...
     __________________ entrecierra los ojos algo confundida. Alejándose levemente de Sebastián, consigue por fin murmurar unas cuantas palabras que dejan a Sebastián anonadado.
     —¿Qui... Quien eres tú?

~Una Vida Juntos "Por Siempre"~ (Gianluca Ginoble) TEMPORADA IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora