Capítulo 39.

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El viaje de regreso a Nueva York es una mierda. Gaby no me habla por lo que vió esta mañana. No le he contado absolutamente nada de lo que ocurrió entre Nick y yo, pero ella lo dedujo por sí misma. No pretendo hacerla entender mis sentimientos porque ella nunca lo hace. Siempre se pone en lugar de Gianluca y le importa un carajo mi opinión. Me amenazó con decirle a Gianluca en cuanto llegáramos a casa, pero le advertí que si le llegaba a decir una sola palabra, encontraría toda su ropa en el basurero de la calle y que hablaría con los de seguridad para que le prohíban la entrada a mí casa. Ella no tiene porqué decirle nada a Gianluca, yo misma lo haré y sé que me pondré la soga al cuello, pero no importa. Asumiré las consecuencias de mis actos. Paty intenta mediar durante el trayecto, pero no funciona. Pienso que sí yo hablo, no será precisamente para decir cosas lindas.
Al llegar a casa, sobre las cinco de la tarde, Paty se despide de nosotras y se marcha a su casa. Gaby corre hasta el departamento, evitando a toda costa mi presencia. Yo camino lentamente. Estoy nerviosa por lo que pueda pasar. Entro a casa y no me encuentro a nadie en la sala. Dejo mi maleta ahí y subo hasta mi recamara. Está oscura, pero noto un bulto bajo las sábanas. Me acerco a él y un terrible olor a licor proviene de él. Gianluca. Con cuidado, me recuesto a su lado y no puedo evitar sollozar. Me siento culpable, muy culpable a pesar de no estar arrepentida. Todo en mi vida es tan complicado... Creí que no volvería a ver a Nick durante un buen tiempo, creí que ya no sentía amor por él, pero en cuanto lo ví tantas cosas se removieron en mi interior. Pensé en esa noche en la que él me dejó para que pudiera estar con Gianluca. Esa noche qué talvez pudo ser nuestra última si tan sólo hubiéramos hecho el amor cómo yo quería... Pero él se negó. El destino es tan cruel, tan incierto que lo volvió a poner en mi camino, justo dónde no pensé encontrarlo nunca, en el día menos esperado. Qué ironía. Pasé mi último día de soltera con quién alguna vez pensé compartir mi vida. Con quién una vez soñamos una familia...
-Bella...
El murmuro de Gianluca me hace estremecer. Su mano se coloca sobre mi mejilla delicadamente y cuando se percata de mis lágrimas, estira su mano para encender la luz.
-Mi amor, ¿Porqué estás llorando? -pregunta angustiado.
-¿Estás ebrio? -jadeo sin responder su pregunta.
Mi amor arruga su entrecejo y niega.
-No... Bueno, un poco. Es que los chicos y yo bebimos un poco hace unas horas, pero te juro que no hicimos nada indebido ni ayer, ni hoy.
Asiento mordiendo mi labio inferior. Gianluca se acerca a mis labios y me besa con ternura. El corazón me aguijonea y lo empujo de mi lado. Gianluca me ve asustado.
-¿No me crees? -jadea.
-Lo hago... Es sólo que yo... Yo... -no puedo evitarlo, rompo a llorar y Gianluca me abraza de inmediato.
-Te juro que no hice nada malo mi amor, te juro que no toqué ni me acerqué a ninguna mujer. Voy a casarme contigo y no pretendo perderte una vez más. Aprendí me lección...
Me estremezco y lo abrazo con más fuerza. Gianluca tiembla y me acaricia el cabello. Varios minutos después, por fin y logro calmarme. Me separo levemente de él y viéndolo a los ojos, digo:
-Necesito preguntarte una cosa y quiero que me respondas con toda sinceridad.
Gianluca asiente lentamente un poco asustado.
-Gian... Si yo no te hubiera visto aquella vez con Mónica, ¿Tú ibas a decírmelo o lo matendrías en secreto?
Los ojos de Gianluca se abren como platos y noto como sus mejillas se ponen coloradas. Su mirada decae.
-Seré sincero contigo mi amor... Yo en realidad... No iba a decirte nada. Lo matendría en secreto porque sabía que tú jamás ibas a perdonar algo tan bajo y bochornoso... Sé que la culpa iba a matarme toda la vida, pero ni loco te lo iba a decir.
Asiento. Imaginé que esa sería su respuesta.
-Sin embargo, te ví con mis propios ojos y te perdoné -murmuro cruzando mis brazos.
Gianluca se apresura a sujetar mis manos y las aprieta con fuerza.
-Lo sé y te lo agradezco mi amor. Te agradezco que hayas perdonado tanta mierda que te he hecho. Tantas cosas que yo sería incapaz de perdonar. Es por eso que...
-Entonces -le interrumpo alzando las cejas -me estás diciendo que si la situación hubiera sido al revés, ¿Tú no me habrías perdonado a mí?
Gianluca arruga su entrecejo y niega.
-No... Bueno, no lo sé...
-Si yo fuí capaz de hacerlo, ¿Porqué tú no? -insisto.
Gian me ve a los ojos por unos segundos, se encoge de hombros y no responde a mí pregunta. Me río en mi interior al darme cuenta que él no va a perdonarme el que haya estado con Nick la noche anterior. Gianluca no es así... Él jamás perdonaría una infedilidad y menos de mi parte. Pienso en qué no debería decirle, pero lo haré. Es mi deber hacerlo antes de que otra metiche lo haga y necesito saber si él y yo estamos destinados a pasar el resto de nuestras vidas juntos.
Tomando una bocanada de aire, levanto la barbilla de Gianluca y murmuro:
-Necesito hablar contigo. En verdad que necesito hacerlo antes de que alguien más te lo diga.
Gianluca arruga su entrecejo y me ve con atención. Incapaz de seguir cerca de él, suspiro y me levanto de la cama. Me dirijo hacia la ventana y el aire frío acaricia mi rostro.
-Ayer en mi despedida de soltera, las chicas y yo fuimos a un gran bar-casino por la noche -digo viéndolo a los ojos.
-¿Enserio? -inquiere algo molesto.
Asiento lentamente y bajo la mirada a mis manos. Mis dedos entrelazados tiemblan demasiado. Gianluca lo nota.
-¿Porqué estás tan nerviosa? ¿Pasó algo en ese lugar?
-Si -jadeo incapaz de seguir callando -anoche, mientras pedía una bebida en el bar... Lo ví. Él estaba ahí... Juro que no fue planeado, son cosas del destino, pero finalmente él estaba ahí. Traté de evitarlo a toda costa, pero entonces un tipo ebrio se quiso propasar conmigo y él me defendió. Fue ahí cuando nuestras miradas se encontraron una vez más y tantas cosas se removieron en mi interior. Tantos recuerdos que agolparon mi mente y me confundieron... Gianluca, Nick estaba ahí, en ese bar. Estuve con Nick anoche.
Levanto la mirada temblorosa y me doy cuenta que Gianluca se ha quedado con la boca abierta. Su rostro se torna rojo. Rojísimo. Sus puños se cierran con fuerza y maldice.
-¿A qué te refieres con estar? -sisea levantándose de la cama y caminando hacia mí.
Me encojo de hombros asustada.
-A todo lo que tú entiendas por estar.
Gianluca jadea, se lleva las manos a la boca y sus ojos se llenan de lágrimas.
-¡¿Hiciste el amor con él?! -jadea tapándose la boca con ambas manos.
Tentada estoy a mentirle, a decirle que tan sólo charlamos y que nos dimos uno que otro beso, pero decidí contarle la verdad y no pretendo hacerlo a medias. Por ello, asiento lentamente llorando de la misma manera en la que él lo hace. Gianluca grita frustrado y le da patadas a la cama. Mi cuerpo tiembla del miedo al verlo así.
-¡¿Porqué?! -grita -¡¿Porqué?! Íbamos a casarnos... Íbamos a casarnos maldita sea y tú... Tú me engañaste con ese maldito desgraciado...
-¡Lo sé! Créeme que lo lamento Gianluca... Sé que no debí hacerlo, pero lo hice. Lo hice y ya no puedo cambiar nada. No puedo retroceder el tiempo para hacerlo.
Gianluca niega repetidas veces y camina de un lado a otro. Se para frente al armario y lo comienza a golpear a puñetazos y patadas. Las lágrimas no dejan de caer por sus mejillas. Maldice a diestra y siniestra. De pronto, entre tanto golpe, las puertas del armario se abren y de él cae mi vestido de novia. Gianluca se para en seco al verlo. Sujeta el vestido y lo ve con verdadero odio.
-Jamás voy a perdonarte, __________. Jamás -sisea viéndome a los ojos -no quiero volver a verte en toda mi puta vida. No sabes cuánto te detesto...
Un jadeo escapa de mis labios al ver como las manos de Gianluca desgarran mi vestido por completo. Me llevo las manos a la boca y lloro. Lloro como una niña pequeña. Gianluca termina de romper mi vestido y se va hecho una furia. Gateo hasta los restos de mi vestido y los sujeto entre mis manos.
-¿En verdad creías que el pobre Gian iba a perdonarte esto? -dice de pronto la voz burlona de Gaby -estás muy equivocada... Ésta vez sobrepasarse los límites y créeme que...
-Largo de mi casa... -siseo alzando mi mirada hacia Gaby.
Su sonrisa burlona se desaparece ante mis palabras.
-¡¿Cómo dices?!
-¡Lárgate de mí maldita casa! Recoge tus cosas y vete a la mierda, ¡Vete! -grito histérica.
Gaby retrocede asustada, intenta hablar, pero no se lo permito.
-¡Estoy harta de tí! ¡Harta! -siseo caminando decidida a su cuarto -No puedo creer que te cause tanta gracia y satisfacción lo que está pasando. No puede creer que después de tanto tiempo jamás me apoyes... ¡¿Para eso estuviste jodiendo tanto que fuéramos amigas?!. ¡Nunca te has comportado como una!, ¡Mal agradecida!. Nunca has tenido la decencia de preguntarme si yo estoy bien, si me siento triste... Tú sólo te preocupas por él, por él y por él a pesar de todo lo que él me hizo. Jamás te cansas de reprochar mis errores, pero nunca te has acercado a mí para ayudarme y consolarme. No más Gaby, no más... Ya no te quiero aquí.
Saco una maleta del armario de Gaby y meto toda su ropa en ella entre lágrimas. Ella no dice nada. Simplemente me observa atónita sin creer lo que sus ojos están viendo. Cuando termino de meter la ropa, saco la maleta a patadas del cuarto. La llevó hasta la puerta y con toda mi fuerza, la arrojo hacia fuera. Gaby sujeta mi brazo de inmediato.
-No me hagas esto... Por favor... No tengo dónde ir...
-Eso debiste pensarlo antes, así como yo debí echarte de mi casa hace mucho tiempo. Nick tenía razón sobre tí. Interesada.
Empujo a Gaby con fuerza fuera de mi departamento y de pronto, el grito de alguien nos sobresalta.
-¡¿Qué está pasando aquí?!
Gaby se apresura a abrazar a Ignazio. Él me ve detenidamente y se sorprende al ver la maleta tirada en el pasillo, pero más se sorprende al ver mi cara.
-Ignazio, ________ me echó de su casa Ignazio -chilla Gaby.
Ignazio arruga su entrecejo y la separa de su cuerpo.
-¿Qué? -jadea -¿Qué demonios hiciste ahora Gabriela?
Los ojos de Gaby se abren como platos y ve alucinada a Ignazio.
-¡¿Porqué siempre piensas que yo tengo la culpa de todo?!
-Porque te conozco. Sé de lo que eres capaz... Tú sacas de sus casillas a la persona más cuerda de este mundo.
-Dudo mucho que ________ sea una persona cuerda. Nadie que haya intentado matarse varias veces lo es.
Ahora la que abre sus ojos como platos soy yo. Mi barbilla tiembla y otra vez comienzo a llorar. Ignazio maldice y reprende a Gaby por sus palabras. Ella me ve asustada. Intuyo que va a disculparse, pero en ese momento aparece uno de los vigilantes de seguridad del edificio y se acerca a nosotros.
-Por favor señor Robert. Por nada del mundo permita que esta mujer vuelva a entrar al edificio y por favor, saquela de inmediato de aquí.
Dicho esto, me doy la vuelta y cierro la puerta tan fuerte que hasta las paredes retumban. Me voy a encerrar a mi cuarto y entonces, sólo entonces me permito llorar. Todo se fue a la mierda... Todo se arruinó de un día para otro. Estas son las consecuencias de mis actos y aunque no lo quiera, tengo que aceptarlas. Traicioné a Gianluca con Nick unos cuantos días antes de mí boda... No lo puedo remediar y aunque pudiera regresar el tiempo atrás, no lo hubiera cambiado. No me arrepiento de haber estado con Nick una última noche. Sólo una última más... Pero amo a Gianluca con todo mi corazón y es con él con quién yo quiero compartir mi vida aunque él ya no me quiera. Ojalá y esto fuera una maldita pesadilla...
Agotada de tanto llorar, me recuesto en mi cama y cierro los ojos con fuerza mientras abrazo de la misma manera mi oso de peluche y me quedo profundamente dormida. Cuando abro los ojos, me duele la cabeza y siento mi cuerpo ligeramente entumecido y empapado de sudor. Me levanto de golpe de la cama al percatarme que a mi lado descansa mi adorado y siempre amado Gianluca. Lo veo alucinada y corro hasta mi armario para buscar mi vestido de novia y lo encuentro ahí, colgado y protegido con una bolsa gris para que Gianluca no lo vea. Me llevo las manos a la boca y sollozo como una niña pequeña. ¿Qué demonios está pasando aquí?.
-¿Bella? -murmura la voz de mi hombre que, al verme llorar se incorpora de la cama y corre rápidamente hacia mí -¿Qué te pasa mi amor?, ¿Te sientes mal?
-¿Qué haces aquí Gian? -lloriqueo.
Gianluca me ve como si estuviera loca.
-¿De qué estás hablando nena?
-Tú me dejaste... Me dejaste Gian...
-¡¿Yo?! -jadea alarmado. Asiento mordiendo mi labio inferior -¿Porqué según tú te dejé?
-¡Porque te fui infiel con Nick cuando fui a las Vegas!
Los ojos de Gianluca se abren como platos y se separa de mí.
-¡¿Cómo dices?! ¡¿Porqué me engañaste?! Espera... ¿Cuando fuiste a las Vegas?
Aún sin entender del todo que pasa, me golpeo la cara con la mano lo más fuerte que puedo. Chillo dolorida. Me acerco a Gianluca y también lo golpeo, pero a él con más fuerza.
-¡¿Porqué me pegas?!- chilla adolorido.
Sin poder evitarlo, los ojos se me llenan de lágrimas y me abalanzo hasta mi amor. Él me abraza con fuerza y yo jadeo asustada.
-Gian... Fue un sueño, sólo un sueño... Una pesadilla...
-Oh mi amor... Tranquila nena que aquí estoy...
Gianluca sujeta mi rostro entre sus manos y me besa apasionadamente. Las lágrimas escapan con más intensidad y de pronto, un agradable alivio recorre mi cuerpo. Maldición... Todo fue tan real... No quiero ir a las Vegas. No... Después de esa horrible pesadilla ni de coña pienso ir. Voy a casarme con mi amor porque lo amo y es con quién yo quiero compartir mi vida.





Ah se la creyeron :v jajajajaja como les dije en mi último mensaje, pues siempre trato de prolongar la historia. Lamento la tardanza, he estado enferma y trabajando como burra y nuevamente, lamento mucho lo que dije el otro día. Hoy si, ya casi terminamos con esta historia :') ya es hora de que estos dos sean felices (y yo también xD) las amo

~Una Vida Juntos "Por Siempre"~ (Gianluca Ginoble) TEMPORADA IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora