Las lágrimas corrían a montones por el rostro de Gianluca por las duras y rotundas palabras de ______________. Hace apenas unos segundos, lloraba de felicidad por poder besar al fin a su amada novia después de dos largos meses sin hacerlo. Sentía que con aquel beso el alma y las ganas de vivir regresaban a él... Pero poco le duró aquél bonito sentimiento. Ahora siente que su mundo se viene abajo una vez más, que sus esperanzas caen poco a poco en cámara lenta.
—No puedes estar hablando enserio, ¿verdad? Tú no puedes decirme que hemos terminado... Lo mejor... Lo mejor será que descanses un rato bella, lo necesitas mi amor —dice en apenas un forzado susurro, alejándose así unos cuantos pasos, pero ella le sujeta la mano antes de que intente escapar y no le permita terminar lo que tienen.
—Gianluca, estoy hablando muy enserio. Yo... En verdad te amo... Y te amo mucho... Pero yo no quiero estar más contigo.
—No me digas eso —solloza él entre lágrimas —No ahora... Por favor bella... No me dejes, te lo suplico.
_______________ cierra los ojos con fuerza.
No quiere verlo a la cara... No quiere caer en sus garras una vez más. No quiere que su mirada llena de lágrimas le convenzan una vez más de seguir con él. No quiere por que sabe muy bien que no llegarán a nada. Que su relación seguirá siendo la misma de siempre.
—Gianluca —murmura ella abriendo sus ojos que pican por llorar —no puedo seguir más contigo... No puedo y no quiero. En definitiva, ya he tocado fondo y a estas alturas de mi vida siento que no puedo confiar en ti, en tu amor por que se que vas a volver a fallarme...
—Te juro que esta vez...
—¡No! —le interrumpe gritando—no me jures nada. He aprendido que tus promesas jamás las vas a cumplir.
Gianluca se estremece y, cerrando sus puños dice:
—Todo este inmenso amor que siento por ti es sincero...
—Lo se. Estoy segura de que me amas tanto como yo a ti... Y te prometo Gian que no te odio, que no siento ningún rencor hacia ti por que aunque quiera y trate, yo jamás voy a poder odiarte por que te amo demasiado... Pero es hora de amarme a mi misma. Estoy cansada... Muy cansada de ti y de todo.
Bajando la mirada y cerrando a su vez los ojos, Gianluca maldice a diestra y siniestra. Llora, pero se encuentra muy furioso.
—Eres una egoísta —sisea llorando, pero con su cara roja por el enojo— eres la peor de las egoístas. Tú no tienes una maldita idea del infierno que he vivido desde que estás en este jodido hospital. No tienes una maldita idea de cuanto he llorado extrañándote a ti, a tu mirada, a tus besos. Era un completo martirio verte empeorar cada día... Y ahora que tú despiertas simplemente quieres dejarme así como si nada, sin que te importen mis sentimientos ni como rompes mi corazón... Te aseguro que si estuvieras en mi lugar, entenderías un poquito.
—¿Que si estuviera en tu lugar dices? —sisea también ______________ riendo irónicamente y con su mirada gélida —¿Hablas de que si fueras tú el que hubiese estado en coma? Permíteme corregirte... Para empezar, si yo estuviera en tu lugar, jamás me hubiera engañado con otra. A diferencia de ti yo nunca me revolcaría con otro hombre siendo tú mi novio. Si yo estuviera en tu lugar, desde un principio hubiera mandado a la mierda a esa vieja jirafona y no hubiera dejado que las cosas llegaran hasta este punto. Tú me traicionaste de la peor manera y me dices que si estuviera en tu lugar entendería. ¿Entender qué Gianluca? ¿Qué? ¿Que te faltan muchos cojones para enfrentar tus problemas no de una manera fácil?, ¿o tal vez entender que aunque lo niegues aún sigues sintiendo algo por esa vieja? Y no me digas que no es así por que de otro modo, nunca te la hubieras cogido frente a mi. No me pidas que te entienda por que no lo haré. Si, tal vez y sea una maldita egoísta pero tú lo eres peor. ¿Piensas que siempre voy a ser la idiota que te perdone cualquier pendejada? Esta vez no. No lo haré. Quiero estar bien, quiero ser feliz y para eso, tienes que salir de mi vida. Ahora por favor, de la manera más atenta te pido que te marches de mi cuarto y que no vuelvas por aquí por que no te quiero ver. No te quiero escuchar y no quiero saber nada más de ti. Adiós Gianluca Ginoble.
Gianluca sale de la habitación hecho una furia con su rostro descompuesto, dando un portazo muy fuerte al cerrar la puerta. No pudo defenderse, no pudo decir nada ante las frías palabras de su siempre adorada ______________. Que no haya dicho nada no significa que en estos momentos no sienta unas ganas irrefrenables de llorar, de ahogarse en el alcohol.
—Gianluca... Yo... Escuché todo —susurra de repente la voz de Ignazio, quien al escuchar ruido en la habitación, pegó la oreja en la puerta.
Gianluca suspira tratando de sonreír, pero sin poderlo evitar, rompe en un devastador llanto de niño pequeño y abraza a Ignazio con fuerza, hundiendo su rostro en la camisa de él.
—Dime que estoy soñando Ignazio —jadea Gianluca —dime que esto es sólo una horrible pesadilla... Dime que no he perdido a la única mujer que he amado. Dime que ella me ama... Despiértame Ignazio, despiértame... ¡Te lo suplico! Te juro que me estoy muriendo Ignazio.
—Gian... Gianluca —murmura Ignazio desconcertado por aquella forma tan desesperada de llorar de su amigo.
Jamás lo había visto así, jamás...
Como puede, Ignazio logra tranquilizar a Gianluca y lo lleva hasta su casa. Ahí, le obliga a ducharse, comer algo y dormir diciéndole que mañana será un nuevo día, que mañana será mejor... Que probablemente _______________ sólo esté molesta con él, pero que ese enojo no durará mucho y que al final, volverán como siempre lo hacen.
Gianluca asiente entre lágrimas. Es muy temprano para dormir, pero él está muy cansado. Buscando el pato Donald que su bella le regaló aquella vez, lo encuentra a un lado de la cama, se mete bajo las calentitas sábanas, lo abraza y murmura:
—Te amo mi _______________... Te amo mi niña. Te amo mucho, mucho, mucho.
Se queda profundamente dormido, mientras _______________ no ha dejado de llorar desde que Gian se fue.
Pero, ¿porqué le duele tanto si sabe que es la mejor decisión? ¿Porqué?, ¿porqué le resulta inevitable llorar y extrañarlo tanto?
Negando repetidas veces, se levanta de la camilla y camina directo al baño, pero antes de entrar, llama a una enfermera para que le quite las agujas de sus manos y le dice que es para ducharse.
La enfermera asiente un poco incómoda.
_______________ se mete bajo el chorro de agua tibia y siente su cuerpo estremecer. Varios recuerdos de ella y Gianluca bañándose juntos vuelven a su mente. Recuerdos que le llenan el alma de alegría y tristeza. Colocando jabón líquido en sus manos, comienza a masajear su cuerpo. Al sentir los huesos de su cadera, jadea asustada.
No había querido verse en un espejo desde que supo cuanto tiempo llevaba en coma. Seguramente parece un esqueleto andando.
Entre sollozos desesperados, termina de ducharse y camina hasta el espejo. Lo que ven sus ojos no lo puede creer... Esa chica del espejo no era ella... Claro que no. Ella es sólo huesos y ______________ ¡No es así!. La piel de su cara se adhiere a ella. Sus ojos verdes se ven demasiado grandes. Está pálida... El cabello que antes llegaba por su cintura, ahora llega hasta su trasero.
Furiosa, se lava los dientes como cinco veces, se cepilla el cabello y cuando ya no resiste ver su reflejo, camina de nuevo a la camilla. En el instante en que intenta subirse, el enfermero Miller aparece y al verla a ella haciendo fuerza, dice:
—¿Pero que diablos haces?
________________ siente como unas manos grandes rodean su pequeña y huesuda cintura. La piel se le pone de gallina al darse cuenta de quien la sostiene.
—No debe hacer esfuerzos —gruñe el enfermero.
—Lo siento —murmura ella haciendo un puchero —pero tenía muchas ganas de ducharme.
El enfermero Miller niega un tanto disgustado, pero le ayuda a subirse a la camilla.
En cuanto termina de arroparle las piernas, toma la aguja intravenosa y la acerca con cuidado a la mano moretada de _______________, quien se estremece y tiembla como un perrito al ver la aguja.
—No... Por favor no... Agujas no... Me duele mucho —solloza y rompe en un devastador llanto que hacen al enfermero Miller verla con tristeza.
—Tranquila Bonita... Es por tu bien...
—No... No más... No más.
—Es por tu bien, hermosa... Te prometo que no voy a lastimarte. Confía en mi —murmura éste acariciando una mejilla de ella, limpiando así, unas cuantas lágrimas que caían.
________________ asiente sin saber muy bien por qué y cierra sus ojos con fuerza.
El dolor que siente en ese instante, es apenas perceptible y casi ni le duele, pero aún así solloza con su labio inferior tembloroso.
—Listo, bonita. ¿Te ha dolido mucho?— pregunta el enfermero.
Ella niega y abre los ojos un poco avergonzada y murmura:
—Lo siento... Es que odio las inyecciones y todo eso.
—No te preocupes. También las odio... Por cierto, ¿has cenado ya algo?
_______________ niega sonrojada y en enfermero Miller sonríe ampliamente bajo la mascarilla que trae puesta.
Poniéndose de pié, camina hasta una mesita que está junto a la puerta y coge una bandeja repleta de comida. La lleva frente a ______________ y en un tono melosón dice:
—Te traje mucha comida entonces. He escuchado que la comida de hospital es fea.
—Horrible —dice ella incorporándose en la cama y viendo detenidamente la bandeja.
Sin exagerar, parece comida para tres personas. Hay fruta picada, unas tostadas, papas fritas, pizza y jugo de naranja.
—Anda come que se enfría —dice el enfermero acercando la fruta hasta ella.
______________ hace un puchero.
—¿Puedo empezar por la pizza?
—Noooo —responde divertido —primero la fruta para que no te siente mal lo demás.
—Bien —gruñe y devora la fruta en unos dos minutos —por cierto — prosigue —¿usted no come?
—No bonita. Ya me he comido la mitad de todo eso antes de venir aquí.
_______________ sonríe encantada y acaba con todo lo de la bandeja sin dejar más que dos tostadas mordidas.
El enfermero Miller retira la bandeja un poco sorprendido por aquel apetito voraz de ella, pero supone que es normal en su estado casi anoréxico.
—Y bien —dice sentándose junto a ella —¿como se siente hoy la paciente más linda de todo éste hospital?
—Bien —responde en un murmuro.
Él la pone nerviosa.
—¿No te ha dolido o te duele la cabeza?
—No. Hoy no me ha dolido la cabeza... Pero he tenido mucho sueño.
—Es normal, bonita. Eres un caso muy sorprendente en este hospital. Mira que despertar de un coma después de haber sufrido ese fatal accidente y después de que los mejores médicos diagnosticaron tu muerte cerebral... Increíble. No puedo describirte de otra forma que no sea esa.
_______________ siente su rostro arder. Un tono rojizo adorna su pálida cara y cientos de mariposas revolotean en su estómago y, sin pensar muy bien sus palabras dice:
—Me encantaría ver que oculta bajo esa mascarilla.
El enfermero Miller la ve sorprendido.
—¿Enserio? ¿Para qué? —pregunta cauteloso.
—No lo se... Muero por ver sus labios...
¿A dónde se ha ido la vergüenza de _____________? Definitivamente, algo le está pasando con ese misterioso hombre...
—Bonita —murmura él sonrojado —a mi también me gustaría mostrar mi rostro completo pero... No puedo. Estoy castigado por un mes por contagiar de gripe a un paciente el otro día.
—Oh —suelta ella bajando la cabeza.
—Me muero por darte un beso en esos dulces y tentadores labios... —dice el enfermero acercándose a ella.
________________ abre su boca y un pequeño jadeo sale de ella.
—Y yo muero por que lo haga...:( lo siento por tardarme tanto, pero enserio he estado muy liada! :(
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~Una Vida Juntos "Por Siempre"~ (Gianluca Ginoble) TEMPORADA II
Random¿Has leído Una Vida Juntos? Bueno, si lo has hecho, déjame decirte que esa historia tan solo fue una pequeña introducción a mi vida. Realmente no tenía ni la más mínima idea de lo que me depararía el futuro, de como el destino iba a burlarse una y o...