08.-

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POV Omnisciente

Cuando llegó a la compañía, definitivamente sintió las miradas de todos sus compañeros de trabajo por lo que había pasado, así que de inmediato intentó ignorarlos y no sonrojarse, claro que era muy difícil, ya que todos debían pensar que ahora tenía alguna "relación" con Jaime y es obvio que era mentira. Así que evitando todas las miradas que le dirigían, solo fue hacia el ascensor y entró a este para luego apretar el botón de su piso.

Cuando finalmente llegó a su piso, colocó su tarjeta al frente del sensor y de inmediato las puertas del ascensor se abrieron, haciendo que saliera de inmediato. Fue a su puesto de trabajo y sacó sus cosas de su mochila para luego ordenarlas sobre su escritorio. Jaime todavía no llegaba para su buena suerte.

Abrió su Notebook y vio algunos correos que le habían llegado ayer, así que comenzó a leerlos. Iba a venir un socio de otra compañía el día de mañana. El socio se llamaba Iván y definitivamente era mucho peor que Jaime. Si Jaime era enojón, Iván lo era el doble. Este, cada vez que podía, hablaba mal de los empleados del enojón. Este último se molestaba pero era mejor no decirle nada en realidad, no es que Iván sea un socio muy importante, pero en realidad aportaba algo.

Anotó que Iván iba a venir el día de mañana y continuó leyendo los correos para ver si había otra cosa importante. Anotó otras reuniones que eran con los que podrían ser futuros socios para luego decirle a Jaime sobre estas, o al menos entregarle el papel.

Pasaron casi veinte minutos cuando escuchó como el ascensor se detuvo en su piso y se abrían las puertas de este. Jaime salió del ascensor con una ligera sonrisa y se acercó a su puesto.

-Hola cariño, dormiste bien ayer?.-Preguntó Jaime con aquella sonrisa y apoyándose en su escritorio como ya estaba acostumbrado.

-Sí.-Respondió Nicolás sin mirarlo a los ojos.

-No has dormido bien estos días por qué has pensado en mí hasta tarde?.-Preguntó el enojón, molestando a su secretario.

-Sí, he pensado en ti, en las diferentes maneras de matarte.-Respondió el moreno con una sonrisa cínica, mirando unos segundos a su jefe.

-Y después tú dices que yo soy el enojón.-Dijo el señor Navarro con una sonrisa divertida observando a Nicolás.

Nicolás no le dijo nada y sacó la hoja donde tenía las reuniones y se la pasó junto con el terno.

-Mierda, reunión con Iván?.-Preguntó el jefe de Nicolás casi en un gruñido.

Bueno, había algo que no dijo Nicolás. Iván era el ex novio de este último.

-No era tan malo cuando salíamos.-Dijo el pequeño moreno como si aquello no fuera importante.

-Tú eras el novio de Iván? Iván?!.-Preguntó Jaime no creyéndoselo y sintiendo algo de celos.

-Sí, pero yo terminé con él.-Contestó el pequeño secretario arrepintiéndose un montón de solo haber pensado en salir con Iván.

-Con razón es tan amargado.-Dijo el enojón tomándose un momento para luego seguir hablando.-Te hizo algo ese conchetumadre y por eso terminaste con él? Yo le puedo sacar la chucha, cariño, solo pídemelo y lo hago.

Nicolás lo miró unos segundos y luego desvió su mirada.

-Yo no era suficiente.-Dijo el secretario de Jaime con una pausa.-Al parecer no le gustaba la monogamia pero aún así quería que estuviera con él.

Jaime lo miró unos segundos y se acercó aún más a él. El primero en ser nombrado hizo que Nicolás se levantara y lo abrazó, tomando por sorpresa al moreno. Este último se quedó unos segundos quieto para luego abrazar también a su jefe, sintiéndose bastante bien entre los brazos de este.

-Él no te merecía, cariño, tú eres mucho más que suficiente.-Dijo el señor Navarro delicadamente, mientras acariciaba levemente la espalda de este.-Si yo hubiera sido él, amor, nunca te hubiera engañado. Tú mereces mucho más, amor.

-Gracias.-Dijo Nicolás en un tono más bajo mientras sentía como el enojón le hacía cariño en la espalda causando que se sintiera mejor.

-No es nada, cariño.-Dijo el jefe del moreno siempre preocupándose de su secretario.

-No me digas cariño.-Dijo el moreno con una ligera sonrisa, sintiendo como el enojón se separaba del abrazo. Nicolás vio como Jaime se rió por varios segundos, causando que lo observara.

El enojón y el moreno se miraron un par de segundos hasta que este último se acercó a Jaime y le dio un beso en la mejilla, tomando por sorpresa al enojón.

-Aún así me caes mal.-Dijo el pequeño moreno todavía con aquella sonrisa, observando a su jefe.

-Lo sé, amor.-Dijo Jaime con una sonrisa de felicidad sintiendo otro beso en su otra mejilla.

-Y ese fue por las cosas que me regalaste.-Dijo el pequeño secretario bastante cerca de su jefe.

-Y donde está el beso por dejarte dormir ayer?.-Preguntó el enojón mirando los ojos de su secretario y luego mirar los labios de este.-O por dejarte en tu departamento?

Nicolás lo miró a los ojos y también miró los labios de Jaime causando que el primero se colocara algo nervioso.

-T-Tengo que trabajar.-Dijo el secretario de Jaime muy nervioso en realidad.

-Estás seguro de eso?.-Preguntó el señor Navarro colocando su mano en la espalda de Nicolás, acercándolo más a él.

-Sí.-Respondió Nicolás todavía mirando los labios de su jefe.

Jaime asintió pero todavía no lo soltaba. El enojón observó cada detalle de Nicolás para luego darle un pequeño beso en la frente a este, haciendo que se sonrojara de inmediato.

Unos segundos después de aquello, soltó a Nicolás y se alejó de él, claro que todo eso le costó bastante en verdad.

-Ya sabes, cualquier cosa, estaré en mi oficina por si me necesitas.-Dijo el jefe de Nicolás mirando a este fijamente. Realmente le gustaba ver a su secretario sonrojado por algo que él había dicho o hecho.

-Lo sé.-Dijo el moreno viendo como su jefe entraba a su oficina, pero se notaba que eso no era lo que Jaime quería hacer en ese preciso instante.

Y Nicolás tampoco quería volver a trabajar en ese momento.

Boss (Jainico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora