POV Omnisciente
-Y eso por qué fue?.-Preguntó Nicolás cuando por fin pudo tranquilizarse.
-Porque cuando desperté, estabas gimiendo mi nombre y estabas notoriamente excitado.-Respondió Jaime muy sincero con Nicolás, causando que este se sonrojara.-Yo solo quería darte algo de ese placer que estabas soñando. Y respecto a eso, con qué estabas soñando?
-Ya ni recuerdo.-Contestó el moreno siendo muy sincero, viendo como ahora lo único manchado era su torso, ya que Jaime se había ido a limpiar.-Pero fue la mejor manera de la que he podido despertar.
-Y para mí fue un placer hacerlo.-Dijo el enojón con una sonrisa, observándolo.
-Tengo que bañarme.-Dijo el pequeño moreno, notando la hora que era.-Espera, son las seis y media de la mañana? Con razón todavía no suena la alarma.
-Yo también me tengo que bañar.-Dijo el señor Navarro con una sonrisa pervertida.
Nicolás se rió para luego hablar.
-Bien, entonces vamos a bañarnos.-Dijo el pequeño secretario, levantándose de la cama pero Jaime lo tomó del brazo y lo acercó a él, haciendo que se quedara sentado encima del boxer del enojón.
Jaime observó cada detalle de Nicolás. Este tenía el pelo como si acabara de tener sexo, los labios un poco rojos y claro que el torso con semen, haciendo que fuera una escena bastante tentativa.
El moreno lo miró y se acomodó un poco sobre Jaime, causando que este gruñera.
-No hagas eso.-Dijo el jefe de Nicolás casi gruñendo otra vez.
Nicolás lanzó una carcajada para después decir algo.
-Es tu culpa, tú no quisiste que me levantara.-Dijo el secretario del enojón como si no fuera su culpa.-Nos vamos a bañar o no, señor Navarro?
Con solo decirle "señor Navarro", hizo que este lo besara apasionadamente, sin importar si se manchaba con el semen de Nicolás.
Estuvieron varios minutos así, hasta que el moreno se volvió a separar.
-Tengo una leve sospecha de que te excita que te diga señor Navarro.-Dijo Nicolás con una sonrisa, sintiendo como el enojón acariciaba su cintura.
-Puede ser.-Dijo Jaime todavía observando a Nicolás.
-Entonces cómo lo hacías antes cuando todavía no te decía Jaime?.-Preguntó el moreno algo curioso y con una ceja enarcada.
-Yo que sé.-Dijo el enojón, dándose cuenta que ni siquiera había pensado en eso.-Pero no es que importe mucho ahora.
Nicolás asintió para luego darle un pequeño beso en los labios. Cuando lo hizo, por fin se levantó y se dirigió al baño, pero antes de eso, se sacó los boxers y le guiñó un ojo a Jaime, causando que este se levantara de inmediato para seguirlo.
Adentro del baño, Jaime también se sacó el boxer mientras veía como Nicolás entraba a la ducha. El enojón se apresuró y entró a la ducha para luego correr la puerta de vidrio que tenía esta. Cuando lo hizo, abrazó a Nicolás por atrás mientras sentía el agua tibia caer en su cuerpo.
Nicolás en realidad se sentía bien entre los brazos de su enojón, así que no dijo nada mientras se limpiaba el resto de semen que tenía en su torso. El último en ser nombrado comenzó a darle pequeños besos en el cuello al moreno, causando que este comenzara a gemir por el placer.
-Si sigues gimiendo así, cariño, te vas a encontrar con una sorpresa después.-Dijo Jaime con la voz ronca sobre el cuello de su moreno causando que este se estremeciera.
-Me lo imagino.-Dijo Nicolás volviendo a sentir los labios de Jaime sobre su cuello, pero esta vez no lo besó, sino que le hizo chupones, causando que el pequeño moreno colocara su mano detrás del cuello de Jaime, provocando que este estuviera más cerca de él.
Estuvieron varios minutos así hasta que Nicolás habló.
-No que nos íbamos a bañar?.-Preguntó el moreno casi con la voz ahogada, sintiendo como Jaime volvía a besarlo en el cuello.
-Creo que sí.-Respondió el enojón con una pausa.-Pero esto es mucho mejor.
-No me quiero convertir en una pasa.-Dijo el pequeño moreno con un puchero, sabiendo que Jaime de alguna manera lo vería.
El enojón sonrió y asintió.
-Bien, después continuamos con esto.-Dijo el señor Navarro alejándose un poco de Nicolás solo para tomar el shampoo y echarle a este en el pelo. Luego de hacerlo, empezó a lavarle el pelo a Nicolás delicadamente solo por si acaso, a veces tenía miedo de que podía ser muy bruto con el moreno, aunque eso no ha pasado.
Nicolás ni siquiera se había quejado, a él le encantaba que Jaime haga cosas así. Simplemente se relajó mientras esperaba que Jaime terminara para que él le haga lo mismo.
Unos varios minutos después, ya habían terminado de bañarse, así que cuando Nicolás iba a salir de la ducha, Jaime lo detuvo y salió él primero. Sacó dos toallas, una se la colocó en la cintura y luego hizo lo mismo con Nicolás para luego levantarlo y sacarlo de la ducha.
-Bien, ahora me siento como un bebé.-Dijo Nicolás cuando vio y sintió como el enojón lo cargaba estilo matrimonial.
-Si te digo que eres mi bebé, me convertiría en un pedófilo de primera y probablemente venga la PDI.-Dijo Jaime con una sonrisa divertida mientras caminaba hacia la cama con cuidado, no queriendo que en una estupidez suya, Nicolás y él se caigan.
-Tienes razón, sonaría como un padre que le tiene ganas a su bebé.-Dijo el moreno riéndose para luego seguir hablando.-No es cierto, daddy?
Jaime, al escuchar eso, colocó rápidamente a Nicolás sobre la cama, viendo como este se divertía con su reacción.
-No sabía que te gustaba el daddy kink.-Dijo el enojón observándolo atentamente, notando como las gotas caían por el torso de Nicolás.-Entonces puedo comprarte lencería?
-Te gustaría.-Dijo el pequeño moreno con un ligero sonrojo en sus mejillas.
-Tú empezaste diciéndome daddy, entonces no es mi culpa, es tuya, ya que tú me diste la idea.-Dijo el señor Navarro con una sonrisa.-Ahora, qué lencería prefieres? Rosa o roja? O solo elijo yo?
-No te atrevas a comprarme lencería.-Dijo el pequeño secretario como si lo estuviera amenazando.
-Oh, esa es una advertencia? O estas amenazando a tu jefe?.-Preguntó el jefe de Nicolás con la voz ronca, acercándose mucho a su moreno.-Porque si me estas amenazando, no te gustará hacerlo otra vez, kitten.
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Boss (Jainico)
FanfictionNicolás Gaule es un hombre de 22 años que comenzó a trabajar en la empresa del señor Navarro hace varios meses, y con ese tiempo trabajando, les podía asegurar que su jefe era insoportable. No había ni una cosa que no odiara de este. Era arrogante...