Boss (Jainico)

11.-

POV Omnisciente

-Le dijiste que lo odiabas?! Eri aweonao o qué wea?!.-Preguntó Manuel muy enojado porque su amigo estaba arruinando su OTP.

-No sé que mierda estaba pensando en ese momento pero de verdad no siento aquello...

-Claro que no sientes eso po Nico! Sí estás enamorado de él.-Dijo Manu queriendo golpearse contra la pared y morir para liberarse de aquél sufrimiento.

-De qué wea estás hablando ahora weón?!.-Preguntó Nicolás levantando un poco más la voz, completamente confundido. No sabía si su amigo estaba bromeando o decía la verdad.

-Sé que piensas que estoy bromeando Nicolás, pero no es así! Te he visto observar a Jaime, sé que en tu interior quieres odiarlo y encontrarlo insoportable pero simplemente no es eso lo que sientes!.-Dijo su amigo intentando explicárselo, muy seguro de como eran las cosas.-Estas completamente enamorado de él pero simplemente te dejas guiar por lo que otra gente dice y confundes tus sentimientos con odio. Ese sentimiento extraño que sientes cada vez que estás cerca de él, ese sentimiento del que me has hablado siempre cuando hablamos de Jaime, no es odio, es amor.

-Y-Yo no estoy enamorado de él.-Dijo el moreno sintiéndose muy extraño, como si lo hubieran pillado en algo.

-Nico, no quiero golpearte, de verdad que no.-Dijo Yelo tomándose un momento para luego seguir hablando.-Si no me crees, la próxima vez que estés cerca de él te vas a dar cuenta lo que de verdad sientes.

Nicolás lo observó unos segundos y asintió.

-Bien, supongo que lo haré.-Dijo el pequeño moreno sintiendo como su amigo lo sacaba a rastras del baño para luego llevarlo al ascensor. Dejó que Nicolás entrara solo y apretó el botón del último piso para después ver como unos segundos después las puertas se cerraban.

"Si no se da cuenta de lo que siente, me tiro del Mall Costanera" fue lo que pensó Manuel para luego sentir unos brazos alrededor suyo, sabiendo que era Edgar.

Se giró y notó un ligero brillo en los ojos del ruloso causando que sonriera ligeramente.

-Tú no deberías estar trabajando?.-Preguntó Manuel sintiendo a los pocos segundos después un pequeño beso en sus labios.

-Debería.-Dijo Edgar con una pausa.-Pero necesito algo de inspiración para trabajar.

-Ah si? Y qué podría ser aquella inspiración?.-Preguntó Manu haciéndose el desentendido.

-Creo que tú sabes muy bien a que me refiero.-Dijo Eddie con una ligera sonrisa, sacando solo un brazo de alrededor de Manuel para luego tomar el mentón de este con cuidado para besarlo lentamente, recibiendo respuesta de inmediato.

Nicolás, por alguna razón, se sentía algo nervioso, y ese sentimiento aumento cuando las puertas se abrieron porque había colocado su tarjeta en el sensor.

Apenas dio un paso afuera del ascensor, notó como Jaime lo miraba causando que sintiera muchas cosas. Y por fin lo pudo admitir.

Estaba enamorado de Jaime.

Su jefe se acercó a él como para verificar si estaba bien.

-Donde estabas?.-Preguntó Jaime, quien había estado muy preocupado por su secretario.

-Estaba en el baño.-Respondió Nicolás con una pausa.-Estuve encerrado en un baño.

-Por qué no se me ocurrió buscar ahí?.-Se preguntó para sí mismo el enojón con el ceño fruncido para luego solo tomarle atención a su secretario.-Estás bien?

-Sí, mucho mejor.-Contestó el moreno con una leve sonrisa.

-Si quieres puedes tomarte el resto del día libre, no es problema.-Dijo el señor Navarro colocándose algo serio ahora.

-No importa, realmente estoy bien.-Dijo el pequeño moreno intentando no colocarse nervioso. Cómo mierda antes no se dio cuenta de estos sentimientos? Lo estaban matando lentamente.

Nicolás y Jaime caminaron hacia el puesto del primero en ser nombrado. El enojón lo miró atentamente, sabiendo que a pesar de lo bien que lo tratara, seguiría odiándolo.

-Cualquier cosa que necesites, sabes donde estaré.-Dijo su jefe viendo como Nicolás se sentaba y lo observaba.

-Esta bien.-Dijo el pequeño secretario con una pausa, viendo como Jaime iba a entrar a su oficina pero se detuvo al escuchar que iba a decir algo más.-Gracias Jaime, por todo. Y bueno, lo lamento también.

-Qué lamentas?.-Preguntó Jaime algo confundido mientras tenía su ceño fruncido.

-Lamento que hayas perdido un socio.-Respondió el secretario del enojón todavía observándolo.

-Entonces ya te contaron lo que pasó?.-Preguntó el enojón tomándose un momento para luego seguir hablando.-Qué te apuesto a que fue Manuel.

Nicolás se rió por un par de segundos y asintió.

-No importa que haya perdido un socio, Nicolás, tú eres más imp... Digo, no era un socio tan importante.-Dijo el señor Navarro arrepintiéndose de lo que iba a decir.

-Igualmente lo siento.-Dijo Nicolás mirándolo unos segundos más, sabiendo que Jaime seguía enojado con él por lo que le había dicho.

En ese momento se puteó mucho. Por qué mierda se le había ocurrido decirle esa wea? En qué momento realmente había pensado que lo odiaba? Había sido tan aweonao.

-No estás molesto porque golpeé a tu ex novio?.-Preguntó el jefe de Nicolás algo curioso. Esa podría ser otra razón más de porqué lo podía odiar, tal vez el pequeño moreno todavía amaba a Iván,

-Claro que no, de todas formas se lo merecía.-Contestó el moreno siendo sincero con su jefe.-Dijo algo de mí cuando me fui?

El enojón lo miró un par de segundos y habló.

-No, no dijo nada más.-Respondió Jaime no siendo sincero con él. No podía decirle realmente lo que Iván había dicho, porque probablemente heriría aún más a su secretario y tal vez este se sienta algo avergonzado si lo decía.

El pequeño moreno lo miró y asintió, creyéndole.

-No creo que él te vuelva a molestar.-Dijo el enojón asegurándoselo.

-Tanto lo golpeaste? Después puedo ir a mirar las cámaras de vigilancia para verlo?.-Preguntó el pequeño moreno bastante divertido, teniendo ganas de verlo.

-Claro que lo puedes ir a ver.-Dijo el señor Navarro intentando quedarse serio pero en realidad quería sonreír solo porque Nicolás no estaba enojado con él por eso.-Supongo que debe ser un buen espectáculo. Demás que algunos de tus compañeros deben estar viéndolo ahora mismo en vez de trabajar.

-Y no los vas a retar?.-Preguntó el pequeño secretario mirándolo.

-Claro que no, yo haría lo mismo.-Contestó el jefe de Nicolás con una pausa, observando a este.-Sabes qué? Vamos a ver también.