Boss (Jainico)

48.-

POV Omnisciente

Cuando llegó a la casa de Jaime, estaba completamente mojado. Obviamente como era yeta, se había puesto a llover, así que se tuvo que apresurar aún más. Al menos antes de salir de su departamento, había sacado un control para el portón que le había dado Jaime, claro que como era estúpido no había sacado las copias de las llaves de la casa de Jaime, así que tuvo que tocar la puerta mientras se seguía mojando.

Las primeras veces que tocó la puerta, no había signo de que alguien fuera a abrir, haciendo que creyera que había llegado muy tarde. Volvió a tocar la puerta y esta se abrió casi de inmediato.

-Quién... Nico? Qué pasa?.-Preguntó Jaime bastante sorprendido, observando lo mojado que estaba el recién nombrado. Este no le contestó y solo pasó al interior de la casa, notando que no había casi ningún mueble ahí. Era verdad, Jaime se iba ir. De hecho, habían unas maletas cerca de la puerta.

-Te vas a ir.-Dijo Nicolás con los ojos aguados para luego girarse y mirar a Jaime, quien tenía algo de pánico en su mirada cuando dijo eso.

-Nico, es lo mejor para los dos...

-No te puedes ir.-Dijo el moreno interrumpiéndolo mientras lo miraba fijamente a los ojos.

-Nico...

-Te necesito.-Dijo el recién nombrado no dejando que Jaime hablara.

El enojón lo miró expectante mientras que Nicolás se acercaba rápidamente a él. El moreno tomó su rostro y lo besó con desesperación y necesidad pura, sintiendo como a los pocos segundos Jaime le correspondía el beso y colocaba sus manos un poco más arriba de su trasero, acercándolo más a él.

Cerraron la puerta con sus cuerpos mientras que se seguían besando. Simplemente no se querían separar en ese momento.

No se demoraron nada en llegar a la habitación de Jaime, bueno, sí se habían demorado un poco en subir las escaleras mientras se besaban pero no es nada. Cuando llegaron a la pieza del enojón, este se recostó en la cama mientras que el moreno se sentaba sobre su pantalón.

Se separaron unos pocos segundos después solo para observarse.

-Te amo.-Dijo Nicolás mientras lo miraba.

-Yo también te amo.-Dijo Jaime por fin no sintiendo aquél dolor por su cuerpo.-Por favor perdóname por lo que...

-Todo esta perdonado y olvidado.-Dijo el moreno no dejando que su ex novio/novio terminara aquella frase.

Jaime ya no sintió aquél pesar en su cuerpo mientras observaba como Nicolás se sacaba su polera y le hacía lo mismo a él.

No se demoraron ni cinco minutos cuando ya estaban completamente desnudos. El moreno seguía sentado sobre su entrepierna pero todavía no estaban haciendo el amor, todavía.

Nicolás lo besó en un compas apasionado mientras que con una de sus manos tomaba el miembro de Jaime y lo introducía lentamente en su trasero, causando que gimiera contra los labios del enojón.

El enojón gruñó un par de segundos también contra los labios de su moreno, mientras colocaba su mano en la parte de atrás del cuello de este último, sintiendo el beso más profundo. El moreno estaba yendo al ritmo que él mismo quería, causando que a Jaime le gustara de alguna manera aquello.

-J-Jaime.-Gimió Nicolás cuando se había separado del beso por unos segundos.

El moreno estaba moviendo sus caderas y sentía el miembro de Jaime llenarlo lentamente, causando que lo sintiera tan profundo que quisiera estar así por siempre si es que podía.

-Mierda, Nico.-Gruñó Jaime, de alguna manera lo volvía loco los movimientos de Nicolás y es por eso mismo que quería embestirlo fuertemente.

Sin ni siquiera preguntarle a Nicolás, tomó las caderas de este y comenzó a embestirlo rápida e intensamente, haciendo que el moreno gimiera casi contra su oído.

-M-Más rápido, Jaime.-Dijo el moreno intentando no gemir mientras decía aquello pero costándole demasiado en realidad.

-Lo que tú quieras, N-Nico.-Dijo el enojón mientras tomaba un poco más fuerte las caderas de su moreno para embestirlo más fuerte y rápido aún. Sentía como su ex novio/novio lo volvía a besar mientras este gemía, causando que esto lo excitara mucho más y quisiera embestir tanto a Nicolás que a este le doliera caminar el día de mañana.

Jaime, para embestir mejor a su moreno, dejó a este abajo suyo, ni siquiera soltando las caderas de su novio en algún momento. Un par de minutos después, Jaime tomó el miembro de Nicolás y comenzó a masturbarlo mientras que con la otra mano unía esta con la mano de su moreno.

Luego de varios minutos, el moreno habló.

-M-Me voy a correr, J-Jaime.-Dijo el pequeño moreno intentando no gemir pero fallando.

-Yo también, c-cariño.-Dijo el recién nombrado mientras embestía duramente a Nicolás, haciendo que este en unos pocos segundos más se corriera sobre su torso. Aún así no dejó de gemir, ya que el enojón lo siguió embistiendo hasta que se corrió en el interior de Nicolás, y hasta después de eso, lo embistió por unos pocos segundos más.

El enojón y el moreno recuperaron la respiración mientras que el primero en ser nombrado todavía no salía del interior de Nicolás.

Se quedaron en silencio un par de segundos hasta que Nicolás habló.

-Dime por favor que no te irás.-Dijo Nicolás por fin hablando mientras sentía como el enojón salía de su interior y se acostaba a su lado. Su ex novio/novio se acomodó de tal forma en la que pueda estar cerca de Nicolás y también pueda ver a este.-No me dejes.

-Claro que no me iré.-Dijo Jaime mientras le hacía cariño en la mejilla a Nicolás.-Nunca te dejaré, Nico.

-Puedes decirme cariño o amor, si quieres.-Dijo el moreno en un murmuro mientras miraba a su novio.

-Gracias, amor, no soportaba solo decirte Nico.-Dijo el enojón mientras se sentía muy feliz.-Entonces nosotros volvimos o solo fue...

-Quiero volver contigo, Jaime.-Dijo el pequeño moreno sabiendo lo que este iba a decir.-Bueno, si es eso lo que quieres.

-Eso ha sido siempre lo que he querido desde que terminamos.-Dijo el señor Navarro mientras observaba a su pololo.

-Y me auto-contrato otra vez para ser tu secretario.-Dijo el pequeño secretario con una ligera sonrisa, notando lo feliz que estaba su novio.

-Como te extrañaba, cariño.-Dijo el jefe de Nicolás en un murmuro para luego besar a este en los labios, sintiendo como el moreno le correspondía.