Boss (Jainico)

40.-

POV Omnisciente

-Mierda Nico.-Gruñó Jaime viendo y sintiendo como su novio chupaba su miembro.-Todo.

El moreno lo miró e hizo lo que este quería y mantuvo el tiempo que pudo todo el miembro de Jaime en su boca mientras sentía como este movía su cintura, como si lo estuviera penetrando.

Luego de varios segundos, Nicolás sacó el pene de Jaime de su boca y comenzó a chupar el glande de este mientras lo masturbaba.

-O-Oh Nico.-Dijo el enojón en un gruñido mientras tomaba el pelo de Nicolás.-Cuidado.

Cada vez que Jaime le decía esto último, significaba que sí lo hacía muy rápido, probablemente llegaría al éxtasis muy pronto.

El moreno comenzó a hacerlo más lento mientras miraba a su novio. Simplemente era un placer para él ver las caras que Jaime ponía cuando hacía algo así.

-Todo.-Volvió a decir el señor Navarro después de unos minutos.-Crees que puedes hacer eso para mí, amor?

Nicolás tomó eso como un desafío y volvió a hacer aquello que a Jaime le encantaba. Apenas lo hizo, este último comenzó a moverse adentro de su boca, igual teniendo cuidado en dejar respirar a su moreno.

Luego de un tiempo, el mismo Jaime sacó su miembro de la boca de Nicolás, solo dejando la punta de su miembro en los labios de este último.

-Puedes hacer que llegue al clímax, Gaule?.-Preguntó el jefe de Nicolás todavía con la voz ronca, sintiendo como su novio lamía la punta de su pene.

Aquello significaba que Nicolás en ese momento podía hacerlo más rápido si quería, y claro que quería que su novio se corriera, y más aún si era en su boca, como siempre lo hacía y ya estaba acostumbrado.

-Pregunté, puedes hacer que llegue al clímax, Gaule?.-Volvió a preguntar Jaime mientras lo miraba fijamente.

-Sí, señor Navarro.-Respondió Nicolás, quien se había separado un poco del miembro de Jaime para luego continuar chupándolo.

Sabía que Jaime sentía más placer cuando tenía todo el miembro de este en su boca, así que volvió a hacerlo por varios segundos para luego lamer el glande de Jaime mientras lo masturbaba rápidamente, causando que a los pocos segundos el enojón llegara al clímax en su boca, haciendo que se tragara todo el semen de Jaime apenas lo sintió en su boca.

Luego de aquello, solo lamió un poco más el miembro de su pololo para luego levantarse con una leve sonrisa, viendo como Jaime se arreglaba y se subía los boxers y pantalones.

-Ya me cree, señor Navarro?.-Preguntó el moreno todavía con aquella sonrisa.

-Me quedó bastante claro que es real lo que dijo.-Contestó el enojón mientras terminaba de arreglarse.

Nicolás no le dijo nada más sobre aquello, solo fue al baño.

-Este de acá era tu cepillo de dientes?.-Preguntó el pequeño moreno tomando lo recién nombrado.

-No lo sé, supongo, pero te paso otro cepillo de dientes nuevo si es que te sientes...

-Solo quiero cepillarme los dientes porque después voy a creer que todos supieron lo que hicimos.-Dijo el pequeño secretario, sabiendo que Jaime iba a decir que sentía asco.

Jaime se rió por unos segundos para luego sacar un cepillo de dientes nuevo junto con una pasta de dientes. Se la pasó y segundos después, Nicolás ya se estaba lavando los dientes.

Mientras tanto, Jaime observaba su antigua habitación. Su madre la había dejado intacta, seguramente también le había pedido a las que limpian que no movieran nada, ya que todo se veía muy limpio.

Jaime se rió al notar que todavía estaban las rejas en su ventana. Tocó las rejas y estas seguían resistentes, pero ya no tanto, era cosa de hacer algo de fuerza y las podría sacar.

Cuando se había ido de su casa, fue en un ataque de enojo, así que pescó las cosas que necesitaba y se fue, por eso todavía había ropa de él acá, algunos perfumes, zapatos, fotos, etc. Hasta estaba un álbum de fotos de cuarto medio. Jaime lo tomó y comenzó a revisarlo. Vio varias fotos en las que aparecía él, causando que se riera por las cosas que hacía.

De repente vio una foto de él y su ex novio, Matías. Este había sido su novio por toda la media, pero habían terminado solo porque Matías iba a estudiar a otra parte.

Jaime pensó unas cosas y sintió el estrés y culpa por todo su cuerpo.

No podía ocultarle por tanto tiempo esto a Nicolás.

-Qué ves, Jaime?.-Preguntó Nicolás con una leve sonrisa cuando ya había terminado de enjuagarse la boca.

-Un álbum de fotos de cuarto medio.-Respondió Jaime con una leve sonrisa mirando a su novio, quien se sentó al lado de él en su cama.

Nicolás vio la foto que Jaime estaba mirando y habló.

-Él no es un socio de la compañía?.-Preguntó el moreno algo confuso, mirando a su pololo.

-Sí, lo es.-Contestó el enojón por fin diciendo algo sobre aquello.

-No sabía que habían estudiado juntos.-Dijo el pequeño moreno con una pausa.-Nunca lo mencionaste.

-No creí que fuera importante.-Dijo el señor Navarro observándolo unos segundos.

-Se ven algo unidos.-Dijo el pequeño secretario con el ceño fruncido, notando que en la foto, Jaime tenía su mano en la cadera de su socio, como si lo estuviera acercando más a él, tal y como lo hacía con él a veces.

-No sé, tal vez.-Dijo el jefe de Nicolás cerrando el álbum de repente y dejándolo donde estaba.-Mejor vamos donde los demás, tal vez ya esté lista la comida.

-Oh, esta bien.-Dijo el secretario del enojón no sospechando nada, levantándose y tomando la mano de Jaime para luego irse de la habitación.

Bajaron la escalera y se dirigieron afuera, ya estaban todos pero todavía no estaba lista la cena. El padre de Jaime también estaba ahí, haciendo que Jaime se pusiera tenso de inmediato, pero se calmó al sentir como su novio acariciaba su mano.

-No tienes porqué hablarle.-Dijo Nicolás en un tono más bajo, solo para que su novio escuche.-Si quieres, solo puedes ignorarlo.

-Eso es lo que hice toda mi vida.-Dijo Jaime con una leve sonrisa, mirando a Nicolás pero sintiendo culpa por todo su cuerpo.

Tenía que contarle.