Me despierto por la luz que hay en la habitación, anoche con la cosa de Ben se me olvidó cerrar las persianas así que están medio abiertas. Cuando me voy desperezando noto una presión en la cintura, levanto un poco la mirada y ahí esta el brazo de Ben.
Ben, ya me acuerdo lo que pasó anoche.
Me giro un poco y me lo encuentro pegado a mi cuello, respira suave, tranquilo, como un niño pequeño.
No me había dado cuenta hasta ahora de lo guapo que es. Tiene la piel bronceada y tersa, el cabello largo y castaño brillante, y una pequeña boca con finos labios rosados, tan deseables, tan envolventes.
Me pierdo un segundo en mi ensoñamiento,¿si le beso que pasaría? Él nunca se enteraría y así yo podría quitarme un peso de encima.
Me acerco un poco más, siento su aliento en la boca, alcohol y menta.
Cuando estoy a milímetros de él pienso que podré probar si saben como huelen.Empieza a parpadear, se está despertando.
Vuelvo a apoyar la cabeza en la almohada rápidamente para que no me vea tan cerca de él. Abre los ojos y se me queda mirando. Como no hablar de sus ojos, castaños practica mente negros, con un brillo salvaje.
-Hola- dice con la voz ronca- me va a explotar la cabeza.
-¿Como te encuentras?- al parecer no se da cuenta de que tiene el brazo encima de mi, por que no lo quita-.
-Como un chicle en medio de la ciudad- se le escapa una risa triste- oye Ann, lo siento mucho por el espectáculo de anoche, estaba borracho y enfadado, y dije muchas tonterías, de verdad lo siento-apretó su brazo a mi cintura, si, si sabía que estaba ahí-.
-No pasa nada, de verdad, cada uno pasa sus épocas, además,¿para qué estamos los amigos sino?-dije intentando no reírme muy fuerte para que no le doliera más la cabeza-.
-Creo que no dije tantas tonterías anoche-dijo prácticamente en un susurro, mientras me miraba con ojos fieros y me apretaba más la cintura-.
No puedo esquivar sus bromas y picardías en una situación así. Ambos en la cama, él en mi cama. Los dos en mi cama. Solo el hecho de la cama me turbia. Hace que se me nuble la mente. Solo puedo pensar en lo cerca que está de mi, la brazo cálido envolviéndome la cintura y acercándome poco a poco a él. Sus ojos penetrantes mostrándome su deseo, y sus labios provocandomelo a mi. No puedo perder la cabeza.
-Creo que será mejor que te duches, hueles a destilería a un kilómetro a la redonda-suelto una risa falsa para intentar contar la tensión del ambiente-.
-Claro, será lo mejor- quitó su brazo de mi cintura y me dolió en el acto, no sentirla ahí era doloroso. Miró al techo unos segundos y luego se levantó, entró al baño sin mirar atrás-.
Creo que se ha molestado, pero no tenía otra alternativa. Me peino un poco con las manos y me hago un moño. Enciendo la tele y me pongo a verla mientras estoy esperando a Ben.
Al poco tiempo Ben sale del baño únicamente con los vaqueros puestos.
Noto como el calor me sube por las mejillas, pero no puedo apartar la vista. Es lo más hermoso que he visto en mi vida.
Tiene el pecho igual de bronceado que el rostro. Y muy, muy formado. Será por el fútbol. Brazos anchos en los que se le notan las venas, y manos grandes y suaves.-La camiseta apesta a alcohol, la he dejado en remojo con jabón haber si consigo que se quite un poco el olor- se agita el pelo mojado-¿Puedo sentarme?-dice señalando la cama-.
Asentí y volvió a sentarse donde había dormido.
Tenerlo tan cerca de mi y en esas condiciones me ponía tensa, y también volvía el deseo. Sentado al lado mía, con su pelo mojado cayéndole gotas por los hombros y el pecho agitándose por la respiración, es de la manera más hermosa que lo he visto.
Intento entablar una conversación para quitarme esos pensamientos.
-¿Como te encuentras?-me abrazo los codos-.
-Me duele bastante la cabeza, pero por lo demás estoy bastante bien-se queda un rato en silencio y creo que ya no va a decir nada más- mañana es mi ultimo día de instituto,¿Sabes?
-Oh que bien, me alegro, así podrás descansar un poco- el ambiente está tan tenso que no se ni lo que decir-.
-Si, menos mal-tuerce la cara- hoy tendré que ir a hablar con mi madre, no podemos estar así toda la vida, esa sigue siendo mi casa.
-Bueno, no pienses aun en eso, pasemos una mañana tranquila, veamos una película y estemos tranquilos.
Ben no me respondió, estuvimos viendo la tele en silencio mientras se le quitaba de poco a poco la resaca.
Estaba muy enfadado por el tema de su madre, por que yo no le hacia caso a su coqueteo indiscretos y seguramente preocupado por los estudios. Y no sé que hacer, nunca han contado conmigo para nada, obvio, pero ahora, en circunstancias como esta, me siento desnuda.
Queso salta a la cama y se sienta en mi regazo, entonces Ben suelta un grito y sale disparado de la cama.
-¡¿Qué cojones hace una rata encima de ti Ann?!
No puedo parar de reír al ver su cara descompuesta. Queso lo mira con mala cara, no le gusta que le llamen rata.
-Está es Queso, mi compañera de piso-digo aún sin poder parar de reírme-.
-¿Le has puesto nombre? ¿Queso?-se fue acercando más a la cama-.
-Si, es que le encanta el queso-empiezo a arrancarle la cabeza y se le mueven los bigotes del gusto-.
-Tienes de mascota a una rata-tenia la boca abierta, sorprendido, extrañado y un poco alucinado-.
Queso le mira otra vez con mala cara y le enseña los dientes.
-No es mi mascota, es mi compañera de piso, y yo que tu tenia cuidado lo que dices, como se enfade puedes acabar muy mal-dije riéndome otra vez y seguí acariciando su cabecita para que se calmara-.
-De verdad Ann, eres alucinante- su mirada era intensa, sincera-.
Seguimos viendo la tele tranquilos, Ben intenta tocar de vez en cuando a Queso mientras yo me río de sus caras.
Es ya medio día y como Ben no quiere irse aun a su casa almorzamos un paquete de galletas viendo una serie de vampiros.
Hace frió, así que nos tapamos con una manta sentados en la cama.
-Oye Ann, te quiero hacer una pregunta, y quiero que me digas que si- ya estaba de mejor humor, se notaba que la resaca se le había pasado prácticamente del todo-.
-Uy, aquí hay algo raro-dije riéndome- diré que sí, si me gusta lo que me propones.
-Vale-sonrió- A ver, si me reconcilio con mi madre, me gustaría que pasaras el 24 conmigo-se puso un poco colorado, le daba miedo mi respuesta-.
-¿Quieres que pase la noche del 24 contigo? ¿con tu familia?-estoy atónita-.
-Mi familia no vendrá este año, con la cosa de la separación. Solo estaremos mi madre, su nuevo novio, Nina y yo. Y no sé, me gustaría pasar esa noche contigo, que vieras un poquito más como soy.
Quiere que pase una noche de navidad con él, una noche que se pasa con los seres queridos, una noche de felicidad, una noche de familia. Me considera de su familia.
-Claro Ben, me encantaría de todo corazón-sonrío y a él se le escapa una de oreja a oreja, ni un segundo después, debajo de las mantas se abalanza a abrazarme, sigue estando con el pecho desnudo, pero es igual de cálido que las manos. Me aprieta con fuerza la espalda pegándome más a él, y ya estoy sofocada de tanto contacto, se separa de mi y vuelve a sonreír-.
-Perfecto, ya veras te va a encantar, Nina cocina de muerte, y mi casa siempre está repleta de adornos de navidad, el árbol mide dos metros y todo el exterior está lleno de luces. Y luego el ritual de dar los regalos, bueno este año no sé si habrá regalos,pero te aseguro que te encantará todo.
Estaba muerto de felicidad, y yo solo podía sonreír, por él, por mi. Y por mi primera navidad.
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¿Qué pasa si nadie te ve?
RomanceEsta es mi historia. Me llamo Anna, o eso creo, por que no recuerdo nada sobre mi vida; mi familia, mis amigos, ni siquiera donde esta mi casa. Unos años atrás me desperté de bajo de un puente y cuando fui a pedir ayuda me di cuenta de que nadie...