Estoy en la habitación de la niña otra vez. Vuelvo a ser una muñeca. No puedo moverme. Quiero moverme.
Aparece la niña, pero hay un cambio, no es tan grande como la ultima vez que la vi, ahora tendrá cuatro años como mucho. Me coge y me abraza.
-Vamos muñequita, vayámonos a jugar a la hora del té con Anna.
Me lleva en sus brazos hasta el salón, el salón está igual que la ultima vez, pero hay otro cambio, me veo. Anna está en el sofá, pero ya no es una adolescente, tendrá unos once años.
La niña me suelta en el sofá un momento y se va. Anna me coge.
-Malditas muñecas, no sé como a mi hermana le gustáis tanto. Haré que ardáis todas en el infierno.
Siento miedo, mucho miedo.
Me tira al suelo con fiereza y acabo enfrente de una taza de té de porcelana. Me veo reflejada. Soy una muñeca, los ojos son los míos. Me han encerrado en una muñeca.
Me despierto chillando y me siento de golpe en la cama. No es mi casa, no es mi cuarto. Veo posters de grupos por todas partes y una ventana gigante en la pared. Veo toda la ciudad, es muy bonita.
Pero aun así sigue todo oscuro, mi respiración sigue agitada. No puedo respirar, no puedo parar de llorar.-¡¿Ann, estas bien?-dijo Ben a mi lado-.
Estoy en el cuarto de Ben, en su cama, y lo tengo al lado mía. Se sienta conmigo y me rodea con su brazo, yo sigo llorando.
-Ann por favor dime algo-empieza a acariciarme el pelo- venga tranquila, respira, cuéntame que te ha pasado-.
Mientras lloro le cuento la nueva pesadilla y la antigua. El me escucha en silencio acariciándome la espalda y pegándome a él.
Termino de contar los sueños y dejo de llorar poco a poco. Mi respiración ya se ha calmado.-Solo han sido pesadillas, no te preocupes, ya mañana investigaremos un poco ¿vale?, vuelve a dormirte venga, acércate.
Me vuelve a tumbar y se tumba a mi lado. Me rodea con los brazos y me apoya en su pecho. Le rodeo la espalda con un brazo y me acomodo en su pecho.
-Todo está bien, tranquila-me acaricia el pelo y me besa la frente mientras me quedo dormida otra vez-.
Es por la mañana, la luz entra por la ventana gigante de la habitación. Pero no me da en la cara por que tengo el pecho de Ben enfrente de mi.
Me acuerdo de la pesadilla, del miedo, de llorar y no poder respirar. Me acuerdo de sus caricias y como me calmó. De como me protegió de mis propios miedos y de como me dormí en su pecho.
Estábamos exactamente igual, me envolvía con sus manos la espalda y apoyaba su barbilla en mi cabeza. Yo le abrazaba con un brazo la espalda y apoyada en su pecho.
Levanto un poco la cabeza, pero con cuidado para no despertarlo.
Está en pijama, o al menos no es la ropa que tenia anoche. Es una camiseta negra pegada de manga larga.
Miro hacia su cara, y veo que está plácidamente durmiendo, con la boca un poco abierta de la que sale un rico aroma a alcohol y fresas.
Nunca me había parado a pensar en lo larguísimas que tiene las pestañas, claro que nunca había estado tan cerca de él.Cerca.
Si lo había estado, anoche. Nos besamos, el recuerdo me viene una y otra vez, el miedo al rechazo o de hacerlo mal. Y luego el placer de sentir su boca en la mía, de poder por fin descubrir si serían tan blandos sus labios como había imaginado. Si sabia también como parecía. De sus manos en mi espalda descubierta y mis brazos encima de sus fuertes brazos rodeando su cuello.
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¿Qué pasa si nadie te ve?
RomanceEsta es mi historia. Me llamo Anna, o eso creo, por que no recuerdo nada sobre mi vida; mi familia, mis amigos, ni siquiera donde esta mi casa. Unos años atrás me desperté de bajo de un puente y cuando fui a pedir ayuda me di cuenta de que nadie...