Capítulo 9: Quería despedirme de ti antes de que te fueras.

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Llegamos a la habitación y al cabo de un rato, llegaron los demás y, dado que eran muchos, Harry y yo salimos de la habitación para hablar con ellos. No había sitio para todos, y yo me tuve que sentar en las piernas de Harry y Hel en las de Louis. Nos preguntaron qué había pasado y se lo contamos todo lo bien que pudimos.

-¿Y han dicho que se tiene que quedar aquí un mes?
-O dos, no sabemos cuando puede despertar.
-Jo, lo siento mucho, chicos. - Dijo Bea.
-Tranquila, Bea, esperemos que todo esté bien. Por cierto, chicas, necesito hablar con vosotras.
-¿Te parece si vamos a la terraza de este piso?-Propuso Blanca.
-Vale, cojo la chaqueta y salimos.

Fui hasta la habitación de Gemma, cogí mi chaqueta y volví al pasillo con las demás, para ir hacia la terraza. Tenía que contarles lo de la llamada de Luke esta mañana. Llegamos a la terraza y nos sentamos en unos sofás que tenían allí colocados para que la gente estuviera cómoda mientras, por ejemplo, salía a fumar un rato.

-Bueno, María...-Empezó Nat con su habitual impaciencia cada vez que alguien tenía que contar algo.
-Bueno, esto que os voy a contar pasó esta mañana cuando estaba con Harry en mi casa.
-¿Ah, que habéis ido hoy a casa?-Me preguntó Hel
-Si, fuimos a la suya para que se duchara y se cambiara de ropa y luego fuimos hasta la nuestra para que yo hiciera lo mismo.
-María, al grano, que si te fías de estas dos, te entretienen aquí hasta mañana y no nos cuentas lo que ha pasado.-Insistió Bea con más ganas que las demás dde enterarse de lo que había pasado.
-Bueno, pues cuando salí del baño duchada y cambiada y volví a la habitación, y me encontré a Harry dormido en mi cama. Y como habíamos dormido poco y mal, ya que tuvo que dormir él en el sillón de la habitación y yo sentada encima de él, pues podéis imaginaros, y le dije que durmiera otro rato más y nos quedamos los dos dormidos.
-¿Y eso es lo que pasó?-Intervino esta vez Blanca, intuyendo que quedaba algo más a lo que aún no había llegado.
-No, lo que pasó, fue después de eso.
-¿Y qué fue?
-Me llamó Luke...
-¿LUKE?-dijeron las cuatro a la vez mirándome fijamente, como si no pudieran creérselo.
-Si, Luke.
-¿Y qué quería?
-Preguntarme a ver si hoy me apetecía salir con él a tomar algo.
-Y le contesaste que...-prosiguió mi hermana
-Pues que no sabía, porque tenía que venir al hospital. Y ahí se preocupó por mi y cuando le dije que la que estaba ingresada era Gemma, me dijo que lo sentía mucho, y que si finalmente quería salir, le avisara, que no me venía mal salir un rato y despejarme.
-Vamos a ver, si el chico, lo que es razón, la tiene, pero tiene el problemilla de que está como obsesionado contigo.
-Si eso lo sé, pero luego es super atento y tal y no sé, pero de todos modos tengo una cita con él el sábado...
-¿Y cuándo pensabas darnos esa información? ¿El domingo por la tarde, o como va eso?-Preguntó Nat intentando parecer cabreada, aunque sin éxito alguno.
-No, pero tampoco ha habido mucho tiempo con esto de Gemma...-Le contesté mientras agachaba la cabeza.
-Tienes razón, lo siento.
-No pasa nada, boba, yo te quiero igual
-Aaaaaaawwwwww
-¿Y qué piensas hacer con ese chico?-Preguntó Blanca, que llevaba un rato callada.
-Pues no lo sé, supongo que tendré alguna cita que otra más con él y ahí decidiré qué hacer. De todos modos, me quitan la escayola en una semana o dos, según me dijo hoy el médico.
-Me alegro mucho, María. A ver si así no das golpes contra todos los muebles de la casa, que mira que eres patosa...
-Calla, que ya bastante mal lo paso yo con los armatostes estos, como para que encima me lo recuerdes cada 2x3.

Seguimos hablando otro rato más hasta que decidimos entrar otra vez a la sala de espera, ya que ellos tenían cosas que hacer. Luke me llamó justo después de que se fueran ellos, pero le dije que prefería quedarme en el hospital, que lo veía el sábado.

Pasaron los días y ya era sábado por la mañana. Esa semana fue una total rutina dia a día. Por las noches, Anne se iba a casa y volvía por la mañana, momento en que Harry y yo íbamos a nuestras casas a ducharnos y cambiarnos. Lo único que cambió respecto a los dos primeros días, fue que, como la habitación no era precisamente pequeña, pusieron una cama extra para que Harry y yo pudiéramos dormir en ella sin deslomarlos en el sillón.

Afraid of love (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora