Overwatch | La Novela

Capítulo 6: Origenes

Soy John Jack Morrison, fui el líder de Overwatch durante 20 años...

Con tan solo 18 años, me alisté en el ejercito. Solo pretendía servir a mi patria durante un tiempo para luego regresar a casa y ayudar a mis padres en la granja, pero mis instructores de guerra, me suplicaron que participará en un programa clasificado, conocido como "Programa de soldados mejorados". Aún sigo sin saber porque acepté...

Allí conocí a un gran camarada, Gabriel Reyes. Ambos fuimos... ratas de laboratorio...

No puedo ni imaginar, todos los químicos que me inyectaron en el cuerpo...

Sí, potenciaron nuestra fuerza, velocidad, agilidad, entre otros factores, pero nos convertimos en monstruos, o como los científicos preferían llamarnos: "Súper soldados".

Malditos idiotas...

Hace treinta años, la humanidad vivía en paz y armonía. La tecnología era increíblemente avanzada. Ya teníamos coches voladores, teletransportadores, armas láser, entre muchos más elementos. Y no nos olvidemos, por supuesto, de los robots.

Estos robots, denominados Omnicos, gozaban de una magnifica inteligencia artificial. Sus habilidades físicas y tecnológicas dependían del modelo. Algunos eran pequeños pero veloces, otros enormes pero lentos, habían muchas variantes. Cuanto más pagabas, mejor sería tu ómnico. Hablaban de futuro, yo veía un negocio...

Una de las entidades más poderosas del mundo, era la corporación omnica, fundada por unos humanos. Esta corporación era la encargada de crear y pre-programar a los robots en unas fábricas llamadas "Omnium". Ubicadas por todo el planeta Tierra de una forma oculta, donde la población humana no solía transitar. Ya sea se: en bosques, montes, desiertos...

¿Qué suspicaces, no? ¿Por qué esconder esas fábricas?

Estas fábricas necesitaban una gran fuente de alimentación para poder funcionar por lo que, en lo más profundo de estas instalaciones, se podía encontrar unos núcleos de fusión que alimentaban toda la energía de las bases. Se instalaba en el subsuelo, ya que, si algún núcleo de fusión fallaba, podía dar lugar a una lluvia radiactiva, altamente peligrosa...

Un día, hubo un chivatazo, la policía investigó y encontró evidencias de un fraude corporativo en la corporación omnica.

La justicia internacional indica que el fraude corporativo es un delito basado en la manipulación de los estados financieros para esconder, tergiversar o falsificar la situación económica de la organización con el único objetivo de engañar a un grupo de personas o usuarios de los estados financieros.

Esto requiere tiempo para su planificación y generalmente es cometido por un grupo de personas que hacen parte del staff de la compañía, junta directiva, socios o accionistas. Éste delito es tramado entre personas con niveles educativos altos, capaces de crear el ambiente económico perfecto para mostrar estados financieros limpios que les permita acceder a negociaciones especificas y poder así tener un poder increíble.

No tardaron en localizar a la mayoría de los estafadores. Todos eran humanos, con unas ansias de poder execrables. Por desgracia, uno de esos cabrones escapó, y se llevó consigo millones y millones de dolares. Ese hijo de la gran puta, nunca fue encontrado.

A causa de este fraude, todas las fábricas Omnium fueron desmanteladas.

Pero por motivos desconocidos, todas las fábricas se reactivaron solas y comenzaron a crear nuevos omnicos con una mentalidad distinta, su objetivo ya no era el de servir y defender a los humanos sino el de exterminarlos.

Las fábricas omnium empezaron a desplegar ejércitos de omnicos militarizados por todo el planeta. Los más universales y numerosos fueron las unidades Bastion. Por extraño que parezca, las unidades Bastión fueron creadas originalmente para fines pacíficos, pero la capacidad para reconfigurarse en cañones de asalto, significaba que eran lo suficientemente poderosas y resistentes para ser utilizadas como el poderoso ejército de la armada rebelde de los omnicos. Su programación era distinta a otros, estos no poseían ningún tipo de pensamiento o medio de comunicación, su único objetivo ahora, era aniquilar la raza humana.

Era una guerra contra la que muchos países creían estar preparados, pero no hubo ningún país, por muy poderoso que fuera su ejército, capaz de desconectar permanentemente a un solo omnium. La capacidad de adaptación de los robots, celebrada por la humanidad, se había convertido en una pesadilla táctica, y lo peor de todo, era que los ómnicos no reivindicaban nada. No había ningún motivo ideológico detrás de sus actos. Simplemente atacaron, y nosotros no sabíamos por qué.

La paz pereció...

El debacle inició y la caótica crisis omnica había comenzado...

El mundo necesitaba héroes...

Algunos soldados y estrategas hicieron gala de un afilado ingenio para aclimatarse a este nuevo tipo de guerra. Las Naciones Unidas reunieron en secreto a algunas de esas mentes brillantes para formar un pequeño y hábil equipo dedicado a arrancar de raíz el problema ómnico. Sus nombres -Morrison, Reyes, Amari, Liao, Wilhelm y Lindholm- son ahora una leyenda. El mundo los acabaría conociendo como los fundadores de Overwatch.

El objetivo de sus misiones altamente secretas consistía en desactivar los protocolos de mando y control, es decir, desactivar los núcleos de fusión de cada fábrica de omnium con una calculada meticulosidad, ya que sino, saltaría por los aires la gran lluvia radioactiva...

Para entender como llegué a ser líder de Overwatch, debo contar una larga historia del pasado...

Los orígenes de todo...