Overwatch | La Novela

Capítulo 38: Forjando amistades

Los nuevos agentes llegaron a la base de Gibraltar.

Lucio venía acompañado por su mayordomo, Joao Carvarlho.

Mei, traía a un simpático robot de pequeñas dimensiones que flotaba en el aire, se llamaba Nevado.

D.va venía sola, si no contabas a su meca personalizado de color rosa.

Orisa era acompañada por su creadora, la joven Efi Oladele.

Los agentes se presentaron entre sí.

Winston y Emily llevaron chocolate a la mesa donde se hallaban todos.

—De verdad, que siento el desorden. El orden no es lo mío —dijo Winston.

—No hemos tenido tiempo de limpiar —añadió Tracer.

—No te preocupes, monito. Este antro está genial —le respondió Lucio con gran simpatía.

—No soy un mono, Lucio.

—Señorito, un poco de respeto —le riñó Joao.

Mei se inclinó hacia D.va, para ver mejor como jugaba con una videoconsola portátil, a la vez que sacaba la lengua por la concentración.

—¿A qué estás jugando Hanna?

—A Proxy Evolution 3000... Va de eliminar a robots malvados —le contestó D.va.

—Parece divertido. A mi me encantaba jugar a videojuegos en línea. Una pena que el mío ya no exist....

—¡No me digas que eso es chocolate! —gritó D.va, percatándose de las tazas en la mesa, interrumpiendo a Mei—. ¡Adoro el chocolate!

La chica dejó la portátil en la mesa y agarró una taza con ansias.

Mei tomó una de las tazas con más calma y apretó sus fríos dedos contra la porcelana.

—A mí también...

—Entonces, hemos acertado en traerlo —se alegró, Tracer.

—¿De dónde es?

—Lo hemos comprado en el supermercado más cercano. Pero la receta es de Athena —respondió Winston.

—Pues está buenísimo.

—¿A qué sabe el chocolate, Efi? —preguntó Orisa.

—Está muy bueno, Orisa —se adelantó Athena—. Venden unas baterías con su sabor. Les mande que te comprasen, y así, pudieras probarlo, pero se les ha olvidado a estos dos despistados.

—¡Lo siento! —dijeron a la vez, Winston y Tracer.

Los ojos luminosos de Orisa eran adorables.

—No os preocupéis, ya lo probaré.

—Gracias a tus habilidades, Orisa, podremos derrotar a Doomfist fácilmente —dijo McCree.

—Afirmativo, señor vaquero. Pero mi función principal es protegeros.

Hubo un silencio.

—Os agradezco, que estéis aquí, de verdad. Muchas gracias —dijo Tracer—. El mundo necesita héroes... Ya os hemos puesto al día, y cómo habéis visto, no estamos en la mejor etapa de la tierra...

—No te preocupes, todo saldrá bien. Ya verás como trabajando en equipo podremos salir adelante y terminar con los planes de Talon —dijo Efi.

—Ah, y una cosita —dijo McCree—. ¿Cómo es qué se permiten niñas en este grupo?

McCree miró a Efi y a D.va.

—¡No soy una niña! —gritó D.va.

—Los acompañantes, como: Joao, Emily y Efi. Se quedarán en la base, ayudándonos a través de Athena —explicó Winston.

—¡MENSAJE ENTRANTE! —avisó Athena.

Todos atendieron a la pantalla. Winston se acercó al ordenador.

—Llevamos tiempo contactando con un usuario anónimo. No nos fiamos completamente de él. Pero nos proporciona información importante... información que, de momento, ha sido real y de gran utilidad. Nos dijo que lo conoceríamos...

En pantalla, apareció un texto cifrado.

—Descifrando el mensaje...—indicó Athena.

Lo que al principio pareció ser un mensaje de texto, era en verdad un mensaje de voz. Habían dos voces distorsionadas: una parecía ser de un hombre y la otra de una mujer:

—Agentes, soldados... Tenemos una importante noticia.

—Nuestras misiones, nos han otorgado información de sumo calibre.

—Esta misma noche, a las 03:00 am, partirá un barco de mercancías. En él, viajará uno de los principales líderes de Talon, Maximillien Fave. Su misión, es transportar uno de los componentes informáticos más importantes del universo, el QLY. Aún no sabemos para qué, pero nos hacemos una idea. Vuestra misión es detenerlo, que no llegue a su destino.

—Tened mucho cuidado, habrá extrema seguridad.

—Os deseamos suerte, agentes. Pronto nos veremos.

El mensaje terminó.

Hubo un silencio.

—Bueno... Parece que tenemos nuestra primera misión en grupo —inició McCree, apagando su puro.