Capítulo 14: El caos de París

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Las naves y helicópteros de Overwatch iban rumbo a París.
El equipo alfa tenía puesto un vídeo de lo que había ocurrido hace unos minutos en la ciudad Europea (un androide del programa de noticias Atlas News, la empresa de noticias más internacional del mundo, lo había grabado).

Encima de la torre Eiffel, se hallaba un hombre de color. Vestía con una armadura negra y portaba un enorme guante dorado en su brazo izquierdo. El iris de sus ojos era rojo, porque probablemente era un humano pero con partes máquina, es decir, un cíborg.
Era conocido como Doomfist, su nombre real: Akinjide Adeyemi.
Doomfist era un terrorista, el cual no seguía a una bandera, país u organización, lo que hacía, era por la simple diversión...
Estaba adiestrado en el combate cuerpo a cuerpo y lo peor; su guante era legendario, perteneció a un antiguo héroe... Por desgracia, ahora, pertenecía a un villano.
El artefacto era capaz de hacer cosas impresionantes, como crear ondas expansivas o destruir edificios de un solo puñetazo. Nunca nadie supo quien lo construyó.

Era de noche. Los campos elíseos estaban repletos de gente observando al hombre.

—Buenas noches, damas y caballeros, siento interrumpir vuestras, emmm, relaciones amorosas y esas mamadas de la ciudad del amor. Pero es importante que me atiendan —era extremadamente carismático y hablaba de una forma escandalosa—.
¡Soy Doomfist!

La gente reconoció el nombre y empezó a gritar y a huir.

—¡Oh, joder! ¿Tan feo soy? ¡Ahhh, ya! ¡Qué tengo la terrible fama de ser un terrorista! ¡Bueno, en realidad es verdad, hagamos mi trabajo! —se llevó la mano al oído—. Chicos, entrad ya.

Tras la orden, un montón de macarras, vestidos como tal, aparecieron y empezaron a disparar y a golpear con armas blancas (incluso, algunos usaban barras de hierro) a los civiles.

El caos se estaba formando en París. Pero lo peor aún no había ocurrido. De repente, una gran cantidad de naves se posicionaron cerca y empezaron a desplegar distintas unidades ómnicas.

—¡Oh, joder, sí! ¡Esto será divertido! —gritó Doomfist bajándose de un salto inhumano de la torre.

El vídeo terminó.

—Soldados ya hemos visto durante estos años, lo peligroso que es ese cabronazo, es hora de que lo atrapemos de una vez por todas —dijo Jack a través de un micrófono de la nave, que se escuchaba en todas las demás de Overwatch.

—Él colabora con los ómnicos, aunque eso no le importa, está loco y arrasa con todo, da igual que sean sus aliados. Lo que quiero decir, es que tiene información de O.Z.I.N.U.X y hay que hacerle hablar —añadió Gabriel.

—El objetivo es inmovilizarlo para su posterior interrogatorio, no matarlo ¿Entendido? —ordenó Ana.

Entendido —respondieron varios soldados desde el altavoz.

—Athena, despliega las unidades B-2500 nada más llegar —dijo Jack.

—Despliegue de unidades B-2500 planificado para el destino, ¿algo más?

—Por supuesto, pero deja unos segundos de margen para que los ómnicos se centren en los B-500. Posteriormente despliega todas las unidades posibles.

—Orden guardada en mis datos, y listos para su planificación.

—Soldados —Jack volvió al micrófono— Puede que hoy sea el día más duro de todos, probablemente muchos moriréis, pero no como perdedores, sino como ganadores. Haced que vuestros padres, hermanos, hijos, o sea a quien sea que améis... Haced que estén orgullosos de vosotros. Que el mundo sepa lo que hicisteis, demostremos que Overwatch es más que unos simples soldados. ¡Somos la justicia, somos la esperanza, somos Overwatch! ¡Y vamos a acabar con esta guerra de una vez por todas!

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