Capítulo 7: The OutBack | Parte I

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El equipo de Overwatch estaba en plena misión. Debían asaltar la fabrica de omniuns de Australia, la conocida The OutBack.
Para ello prepararon a los escuadrones de siempre: El equipo Alfa y el equipo Bravo.
Los integrantes del equipo Bravo eran unos talentosos reclutas que seguían las ordenes e instrucciones del equipo Alfa.
En el equipo Alfa, solían ser seis pero en esta misión solo actuaban cinco soldados de renombre:

Gabriel Reyes, líder de Overwatch. Armado con dos escopetas.

Jack Morrison, el segundo al mando. Armado con un rifle de pulsos pesado con la capacidad de lanzar tres cohetes hélice.

Torbjörn Lindholm de Suecia, un enano experto en armamento e ingeniería. Llevaba consigo, una mochila con todos sus trastos. Iba armado con una remachadora.

Reinhardt Wilhelm de Alemania, un grandote soldado condecorado, equipado con su colosal armadura plateada. Y como no, con su arma favorita, un pesado y poderoso martillo a reacción. En su brazo izquierdo, portaba un emblema de león con el que si lo presionaba, podía crear un campo protector. El escudo era bastante amplio por lo que podía cubrir a todo su equipo si se ponían detrás suya, claro.

Y por último, Ana Amari, la francotiradora experta de Egipto. Su puntería, unida a su capacidad para tomar decisiones y a sus instintos, la convertían en la mejor francotiradora del mundo en aquellos tiempos.

Los cuatro hombres se hallaban detrás de un muro, esperando confirmación de sus compañeros.

-Equipo Bravo, Reyes al habla, ¿me escuchan?
-Sí, señor -le respondió un joven a través del pinganillo.
-Ana, proporcionanos visión.
La mujer se ubicada en una posición lejana y elevada con un rifle de francotirador.
-Por supuesto muchachos -dijo la joven con su acento egipcio mientras dejaba soltar un pequeño dron volador denominado váisor.
El artefacto tenía una cámara y dos armas integradas. Sobrevoló el área de la base. La entrada a la enorme fábrica era enorme, un descampado repleto de cajas y otros trastos, con una valla alrededor.

Se ubicaba en un desierto de Australia.

Los miembros del equipo extrajeron un dispositvo con el que podían observar de una forma táctica, lo que el dron grababa.
Podían ver a través de las paredes desde una vista aérea. El dron marcaba entidades, objetos y objetivos útiles para el escuadrón.

Las cajas metalicas de la entrada a la fábrica serviria como puntos de cobertura, así que el dron las marcaba de color violeta.
Los miembros de Overwatch eran representados con puntos azules.
Los omnicos enemigos que rondaban por la fabrica, con puntos rojos (aparte de señalar el número de adversarios)
Bajo un gigantesco y vertical cilindro, se marcaba de color naranja, una máquina, es decir, los núcleos de fusión que debían destruir.

-Bien, como podéis observar en el váisor, enfrente vuestra disfrutáis de veintitrés unidades Bastion a la defensiva -indicó Ana.

Los Bastion tenían una forma humanoide pero cuando se transformaban en armas, se quedaban quietos, sin movilidad.

-Jodeer... -gruñó Jack.

-Ningún tipo de problema, más diversión ¿no? -dijo Torbjörn con su acento suizo.

-Exacto Torb, venga, entremos ya, me aburro aquí afuera -dijo Reinhardt.

-De acuerdo -dijo Gabriel acercándose a la entrada, siendo detenido por Jack.

-No, primero debería entrar la avanzadilla que tenemos al otro lado del área para que distraigan a esos Bastions. En la parte trasera tienen un mecanismo azul, ese es su punto débil.

Overwatch | La NovelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora