Capítulo 18: No todos los cambios son buenos | Parte II

118 16 6
                                    


-¡Pss, Pss! -silbó desde su celda, uno de los terroristas que detuvo Gérard -. ¡Agente!

El policía más cercano, avanzó con vagancia hasta él.

-Sé dónde está Amélie Lacroix. Quiero confesarlo.

La información del terrorista llegó rápidamente a Overwatch y el mejor equipo corrió a la localización donde supuestamente Amélie se hallaba.

-Quiero mi dinero... -dijo el doctor RiTtus.

-Tranquilo Doctor, pronto tendrá su dinero -le respondió Cox.

-Pronto los agentes de Overwatch vendrán... -le indicó el general.

-¡¿Qué?! -grito RiTtus.

-Todo va según lo previsto... -dijo Cox.

-¿A qué te refieres? -preguntó el doctor.

-Nuestros guardias se dejaron atrapar a propósito. Han esperado el tiempo indicado a la perfección y dieron nuestra localización al equipo de Overwatch.

-¿¡Esta usted loca!?

-Es posible...

-¡Tenemos que irnos!

-Sí, eso haremos. Bueno, tu no, tu te vas por otro camino.

-¿Eh?

-¡Nos vemos en el infierno RiTtus!

De repente, Amélie cayó del techo, sosteniéndose a un cable, como una araña.
Usó sus piernas para atrapar el cuello del doctor y levantarlo del suelo, ahogándolo.

El hombre sufría y agarraba fuertemente la pierna de la mujer.

Los soldados de Talon apuntaron a los guardias de RiTtus para que no pudieran ayudarle.

-Lo siento RiTtus... Ya no te necesito... Y así, me ahorro el poco dinero que me queda.

-Aggg... -el hombre se quejó por última vez antes de morir.

Amélie lo soltó y se posicionó justo delante de Cox.

-Impresionante... -dijo Cox acariciándole el rostro a la joven de la mirada perdida.

-Widowmaker, espero mucho de ti... Cumple tu misión y vuelve con nosotros... Te esperaremos.

Amélie asintió.

Cox abandonó la sala haciendo un gesto. Los soldados abrieron fuego contra los científicos y guardias de RiTtus. Luego siguieron a la mujer.

Amélie se quedó ahí, inmóvil.

Overwatch llegó al recinto, disparando a todos los enemigos.

Reinhardt iba por delante, cubriendo a sus compañeros con su escudo.

Tras unos minutos de acción, Gérard y compañía, entraron a la sala donde Amélie se hallaba.

-¡Amélie! -gritó el marido dejando caer su arma y abrazando a la mujer.

-Creí que te había perdido, ¡¿Estas bien?! ¡¿Te han hecho daño?!

La joven seguía quieta y sin mostrar sentimientos.

-¿Amélie? ¿Cher? ¿Amor qué te han hecho? -el hombre empezó a llorar.

Jack se acercó a la pareja.

-Tranquilo Gérard... La ayudaremos...

Los mejores científicos y médicos hicieron lo imposible durante dos semanas, por ver que le ocurría a Amélie pero ninguno pudo descubrirlo. Simplemente se aseguraron de que estaba sana.

Overwatch | La NovelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora