Un robot con aspecto anciano, avanzaba a pasos acelerados, mientras tiraba un chorro de café por el camino. A su lado, había un ómnico disculpándose repetidamente, mientras veía todo lo que tendría que limpiar después.
—Señor Glitchbot, siento que se me haya pasado dos segundos de más. Estaba preparado sus documentos.
—¿Dos segundos? ¿Tú sabes lo que son dos segundos? En dos segundos pueden pasar muchas cosas. Despedirte por ejemplo.
—No, por favor, señor, lo siento mucho.
Ambos llegaron hasta una limusina.
—Suba señor —dijo un chófer ómnico que lo esperaba.
—Ya era hora de que alguien me tratase con un mínimo de respeto —se quejó Glitchbot.
El ómnico entró al vehículo. El chófer le cerró la puerta y se introdujo en el asiento del conductor.
—Aprovéchese el cinturón, director. Va a ser un viaje movidito.
—¿¡Cómo movidito!? —tú irás a la velocidad que yo te ordené.
El ómnico se giró hacia él y mostró sus ojos rojos.
—Usted no tiene el control aquí.
Glitchbot se percató del detalle de sus ojos. Sabía que aquel empleado estaba siendo controlado.
Desesperadamente intentó escapar del vehículo pero estaba cerrado.
—Cómo diría usted... ¡Luces, cámara y acción! ¡Jajajaja!
El chófer arrancó el vehículo y extremó la velocidad.
Glitchbot gritaba de terror.
De repente, algo se posó sobre el vehículo, Winston.
El gorila colocó un dispositivo sobre el techo, realizado una cuantas chispas.
El chófer se electrocutó, perdiendo el conocimiento. Pero el vehículo seguía manejando solo y yendo a una velocidad reducida.
La voz de Athena emergió de uno de los altavoces.
—Tranquilícese señor Glitchbot, yo conduzco ahora. Venimos a ayudarle.
—¡Sácame de aquí! —ordenó.
—Me temo que eso es imposible, no paran de aparecer ómnicos manipulados por Sombra, una terrorista. Mi equipo cubrirá su limusina para que este a salvo hasta llegar a su destino.
Tracer, McCree y Orisa, seguían al vehículo. Disparaban a todos los ómnicos de ojos rojos que aparecían. Winston pegó un salto hacia atrás, para acabar con los enemigos que venían por sus espaldas.
Se hallaban en Hollywood, una zona donde los cineastas más notables se reunían. El área estaba repleta de decorados: Zonas del antiguo oeste, zonas de ciencia ficción, etc..
—Parece mi hogar —dijo McCree, comparando su aspecto de vaquero con la zona donde se encontraban (antiguo oeste).
Sus compañeras se rieron.
Tres ómnicos cayeron encima de Orisa. Esta activó un mecanismo de defensa, y los robots se resbalaron de su cuerpo, cayendo bajo Orisa, que no dudó en aplastarlos con su gran peso.
Sobre los techos de los decorados aparecieron guardias de Talon, equipados con francotiradores y metralletas.
Orisa lanzó un escudo de plasma (de unos cuatro metros de ancho) encima de la limusina, y el equipo se cubrió tras él.
McCree disparó contra los francotiradores. Tracer y Orisa, se encargaban de los enemigos de los lados que no llegaba a cubrir el escudo.
El vehículo seguía avanzando.
—¡Nos están rodeando!
—Lo que nos faltaba, ahora guaridas de Talon.
El escudo empezaba a quebrarse debido al daño que estaba recibiendo.
—El escudo no aguantará mucho más.
De repente se escuchó la voz de Sombra a través de un altavoz de la zona:
—Vaya, agentes de Overwatch. Os veo en problemas. Quizás os pueda echar una mano.
Desde los controles donde Sombra se encontraba, activó unos interruptores, y los mecanismos decorativos empezaron a encenderse. El techo del área se abrió, dejando entrar a más guardias de Talon, que bajaban con cuerdas.
El escudo de Orisa no cubría las alturas, únicamente el frente.
—Ups, quizás eso no ayude —se burló Sombra seguido de una carcajada.
—¡Cuidado! —gritó Tracer.
Los guardias que caían del techo dispararon contra los héroes que tenían debajo.
Tracer usó una traslación para quitar a McCree de en medio, y meterse en el interior de un bar decorativo.
Orisa recibió disparos pero no le afectaron.
El primer soldado tocó el suelo y al momento, Orisa le tundió un puñetazo.
Winston corrió en su ayuda con un gran salto.
Rápidamente, colocó su barrera que cubría todo los ángulos.
—¿Qué vamos a hacer? Son demasiados —dijo McCree.
Tracer reflexionó unos segundos.
—Tengo una idea, aguantad la posición.
La chica desapareció de la vista de McCree.
—¿Qué aguantemos la posición? Eso está complicado...
Tracer usó traslaciones para avanzar por la zona, evitando ser vista por los enemigos.
De repente, una unidad meca de Talon cayó en la zona. Iba equipada con un escudo en el brazo izquierdo y en el derecho, una ametralladora pesada, que no dejaba de disparar.
Orisa lanzó una bola de gravitones contra todos los enemigos de los tejados. La bola atrajo a los enemigos hasta ella, haciéndolos caer.
—Yo me encargo del meca —dijo Orisa, galopando hasta el enemigo.
Winston pegó un salto y atacó a numerosos enemigos.
La magnífica puntería de McCree hacía que ningún enemigo escapase de su revolver.
—¡Daos prisa, debo dar mi discurso! —se quejó Glitchbot.
Tracer recorrió varias zonas. Ahora se encontraba en la final, una zona orientada a la ciencia ficción.
Después de buscar un rato, encontró en una sala superior, los controles del área, pero Sombra no se encontraba allí...
Tracer apagó el mecanismo para que dejasen de entrar enemigos.
También vio a través de unas cámaras que en la salida del recinto, se encontraban los policías y guardias de Glitchbot, planeando una estrategia para entrar y rescatarlo. Esa era la meta, debían llevar la limusina hasta allí y Glitchbot estaría a salvo.
—¡Genial! —gritó Tracer con felicidad.
—Hola, amiga... —dijo Sombra, quitándose la invisibilidad.
Se encontraba justo a su lado, apuntándole con su arma en la cabeza.
Orisa golpeó varias veces contra el meca de Talon. Pero éste le devolvió los ataques.
Winston la ayudó y electrocutó al rival.
McCree eliminó a la mayoría de los enemigos.
—¡Lo estamos consiguiendo! —animó McCree.
—¡Rápido! ¡Tengo cosas que hacer! —se quejó Glitchbot.
Consiguieron avanzar hasta la siguiente zona.
Tracer peleaba contra Sombra. Eran difíciles de apreciar, pues se movían extremadamente rápido. Tracer con sus traslaciones y regresesiones, y Sombra con sus teletransportaciones e invisibilidad.
McCree intentó disparar a Sombra, pero era muy peligroso, ya que, Tracer estaba muy cerca de ella.
Justo cuando Winston saltó hacia ellas con la intención de ayudar a Tracer, el meca de Talon lo golpeó en el aire.
—¡Esa cosa ha regresado!
Sombra disparó una ráfaga con su Uzi. Tracer las esquivó, rodeando a la mexicana, mientras ella también le disparaba. Sombra pegó un brinco hacia atrás para esquivar las balas de pulsos. Inmediatamente, Tracer se abalanzó contra ella, tirándola al suelo. Intentó dispararle en la cara, pero Sombra logró apartar el arma justo a tiempo. Las balas fueron a parar muy cerca de su oreja.
Sombra golpeó a Tracer, quitándosela de encima, y posicionándose encima de ella.
—¿Cambiamos de postura? —se burló Sombra.
Tracer le gruñó y usó una regresión para salvarse de su atacante.
Sombra giró la cabeza y le sonrió, antes de desaparecer.
Esa sonrisa alertó a Tracer.
—¡McCree! ¡Cuidado! —gritó.
Sombra apareció detrás de él.
McCree dio una voltereta y se cubrió tras una nave espacial decorativa.
Winston que estaba cerca, tundió un puñetazo a Sombra, estampándola contra la pared.
El mecanismo de que llevaba en la espalda chispó.
—¡Maldita sea! —se quejó Sombra—. Quedaos con el robot, yo me largo.
Sombra tomó la invisibilidad.
Después, entre todos terminaron con el meca y con los guardias de Talon que faltaban. Y entregaron a Glitchbot sano y salvo..
—Gracias por salvarlo —dijo un guardia.
—¿Salvarme? ¡Han hecho que pierda mi presentación! —se quejó Glitchbot.
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Overwatch | La Novela
FanficHace treinta años, cuando el mundo estaba a punto de sumirse en la anarquía, surgió la esperanza. Un escuadrón internacional de élite, decidido a acabar con la guerra y devolver la libertad a todas las naciones, Overwatch. Soldados, científicos, av...