26.Amigo.

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—¿Camacho?—replicó enfocando su vista enfrente, no veía bien.

—Sí, ¡Eres tú! ¡Amigo! ¿Qué haces aquí?—Se aproximó a darle un abrazo y Heber recibió el mismo estático sin moverse un pelo.

«¿Amigo? ¿Desde cuándo Camacho me ha llamado así?», razonó Heber, sin entender nada. Camacho desde que tenía uso de razón siempre fue su acérrimo y declarado rival.

—¿Amigo? ¿Qué sucede? ¿Por qué estás así?

—Es que... Cómo te digo...—Heber divagaba—, ¿no éramos tu y yo enemigos?—preguntó confundido.

—¿Enemigos?—Camacho empezó a reírse con desbordante gracia y respondió—: para nada Heb, siempre has sido de mis mejores amigos, ¿Cómo vamos a hacer enemigos? Es más, incluso yo mismo le dije a Francisca que te escogiera a ti como novio por qué eras el chico más genial del mundo.

—¿Qué? ¿¡De verdad!?—gritó desconcertado.

—Claro, Francisca desde siempre había buscado a un gran chico, y tú desde siempre has estado detrás de ella, te la mereces más que nadie mi amigo.

Heber estaba entrando en un shock momentáneo. Las palabras de Camacho eran impronunciables, jamás en la vida se imaginaría que él le halagara por ser un buen chico. «Camacho... ¿Qué te pasó? Antes eras mala gente...», pensó sin razón. Después, le entró la conciencia al cerebro...

«¡Claro! La noche de brillo azul... Por eso Camacho es mi amigo...». Transcurrido su extenso análisis de minutos, respondió:

—Amigo... Discúlpame por decirte eso antes.

—No, no disculpes nada, discúlpame tú a mí.

—No, no, es de verdad... En serio disculpa tanto problema todos estos años y también todas esas tontas peleas de antes ¿sabes? desde el fondo siempre te he admirado.

—¿Sí...? Pues que te digo Heb—Llevó su mano derecha a la cabeza y se rascó el cabello desviando su mirada—, siempre he querido ser como tú. Nunca desistes de nada. Yo creo que eres el mejor—Sonrió.

Heber sonreía. «No lo puedo creer. ¿Camacho siempre ha sido así? Es genial.»

Por primera vez, la noche de brillo azul le hacía un favor: ser amigo de Camacho. Al momento alistaron sus equipajes y partieron en la misma dirección.

—Y eso, ¿Qué haces por aquí amigo?—preguntó Heber.

—Mi abuela me dejó la reliquia de la familia, este collar de perlas bañado en oro—Sacó del bolsillo de su camiseta un precioso collar.

—Es hermoso.

—Sí lo sé, y bueno, es tradición de la familia subir a lo alto de la montaña para bendecir a las futuras generaciones de mi apellido. Para cumplir con eso, tengo que elevarlo en el futuro amanecer y gritar la oración especial. Así que no perdí más tiempo y me vine para hacerlo.

—¡Qué bueno! Entonces vamos por el mismo camino, yo también necesito ir muy arriba.

—¿Y eso?

—No es mucho problema, es sólo para hablar con alguien.

—¿Con el Garrafa sabia?.

—Sí. Con el mismo... y, ¿Cómo lo supiste?

—Lo supe porque igual él es la única persona que vive en lo más alto, casi en la cúspide. Tienes que tener cuidado porque en el pueblo se dice mucho sobre él.

—¿Sí? ¿Qué cosas?

—Pues...—Camacho pensó con denuedo por unos instantes y respondió—: Que es un hombre que está maldito por una noche y que aquellos que le ven no salen de los malos augurios al regresar a la Villa. Heber se atemorizó. Camacho continuó.

—Pero no te asustes, él no es alguien malo. Además, ya sabes que a la gente del pueblo le gusta ver una simple roca y decir que la misma posee la maldición de las rocas—se rio sólo después de decir eso. Heber también lo hizo.

—Tienes razón. Y sí, al pueblo le gusta el chisme y ser embustero. Por eso los otros pueblos en vez de decirnos la Villa Santarino, nos llaman la «Villa Inventarino».—Camacho carcajeó con más fuerza.

—¡Sí! ¿Sabes que dijeron hace días de mí?

—¿Qué fue?—replicó Heber curioso.

—¡Qué yo jugaba para el otro equipo!—Siguió riendo—Al pueblo sí que le gusta ser inventar cosas enfermas—Terminó con más risas. Heber rio con peculiar incomodidad y sospechó un poco.

—Sí... Siempre el pueblo y sus cosas raras...—Entrecerró sus ojos. Recordó que Camacho en la otra línea de tiempo era un mujeriego y en aquella podía ser cualquier otra cosa.

Noche de brillo azulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora