Mientras caminaba hacia mi habitación, una serie de pensamientos invadió mi mente después de hablar con aquella mujer. Admito que me siento incómoda. Ya sospechaba que Sandra me ocultaba algo, pero aún no tengo la certeza y sé que hay algo más por descubrir. Sólo lamento que ella sea mi madre, pero... no entiendo, es como si ella estuviera tratando de ocultarme algo de verdad. Debo averiguar qué es lo que ella pretende y, si es mi madre, ¿por qué ella no se preocupa por mi salud mental de manera correcta? Desde un principio no confié mucho en esa tal Monique. Entro a mi habitación y de inmediato voy a tomar un baño, saqué mi pijama y la puse sobre la cama, tomé la toalla y entré al baño. Al terminar de ducharme y lavarme los dientes, me puse la pijama y luego me acosté en la cama, tomé la cobija y me la puse encima hasta el cuello y, por último, apago la luz de la lámpara. Cierro los ojos. Después de unos cuantos minutos, escucho cómo alguien abre la puerta silenciosamente. Me asusté un poco, así que veo con los ojos entreabiertos que alguien entra a mi habitación, pero yo sigo actuando como si estuviera dormida. Escuché unos pasos y los reconocí al instante. Supe que era el señor Walker, mi padre... Él solo se sentó en una esquina de la cama y me puso la mano en mi cabeza, alborotando mi cabello, diciendo: -Como desearía que no tuvieras que pasar por esto, Betania -dijo en voz baja, mientras me dio un beso en la frente. Después de unos momentos, se puso de pie y luego se dirigió a la puerta de la habitación. Giró el pomo de la puerta y salió de dicha habitación, cerró la puerta y se marchó. Sentí como una especie de nube de sentimientos que se me hicieron presentes en ese momento. -¿Qué habrá querido decir el señor Walker con que yo no tuviera que pasar por esto? ¿Acaso habla de mi falta de memoria? ¿O quizás de algo más que yo no sepa? Todo esto hace que sienta una rara sensación en mi corazón y me pregunto: ¿cómo estarán esos chicos en el instituto? ¿Serán felices? ¿O tienen el mismo desastre emocional que yo siento? -pensé. Pasé el resto de la noche en vela solo pensando cientos de cosas que no encajan en mi vida, y pude conciliar el sueño alrededor de las 3:00 de la mañana cuando me quedé dormida inconscientemente.
***
Al día siguiente desperté con un pequeño dolor de cabeza, pero ya me estaba acostumbrando a ello. Luego recordé que era cierto lo que me dijo la sirvienta: yo no sueño cuando duermo, nunca me había percatado de eso hasta que ella me lo dijo ayer. Me levanté de la cama, acomodé las sábanas y me aseguré de que no quedara ninguna arruga sobre la cama. Fui al baño y empecé a ducharme, luego me lavé los dientes y salí cambiada y lista para iniciar el día. Ya era hora de que hiciera algo con mi cabello, así que tomé el secador y comencé a peinarlo hasta ponerlo lacio. Terminé de alistarme y bajé para ir a desayunar. En la mesa estaban mis padres como siempre, sin decirse nada el uno al otro. Solo espero que no vayan a notar mi cara de tristeza, porque hoy desperté algo triste. Quisiera llorar, pero... No servirá de nada y tampoco solucionará mis problemas.
-Buenos días -saludé casi con desánimo, a lo que ellos contestaron de inmediato.
-Buenos días-dijeron ambos a la vez.
Sandra, con su traje fino y planchado, llevando puesto el labial rojo de siempre, su larga cabellera oscura siempre bien peinada, y Alfred con su traje fino azul oscuro y con una corbata rojo vino, su cabello canoso y su rostro serio como siempre. Ambos son una pareja elegante, pero... nunca he visto que ellos se traten como marido y mujer. Hasta ahora no he visto ni el más mínimo gesto de amor entre ellos. Creo que es porque duran todo el día sin verse y ya están acostumbrados a estar uno lejos del otro. No entiendo cómo pueden ser así, porque ayer alcancé a ver a una pareja rozar sus labios como si quisieran tragarse uno al otro, en un lugar alejado del instituto. Sentí un raro sentimiento en ese momento, pero... No le di mucha importancia. Acabé de desayunar y salí a las afueras de la mansión para esperar a la señora Walker y que me lleve al instituto. Como de costumbre, ella me llevó al instituto en su coche. Mientras iba de camino y sentía la fresca brisa de la mañana rozar mi rostro, ella me preguntó: -¿Sucede algo?
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Los Secretos de Betania [Completa]
General Fiction-Mi mejor amiga está desaparecida, y yo... no la recuerdo. -Me acusan de su desaparición, no entiendo que pasa, no sé quién es ella. -Daría lo que fuera sólo por tener mis recuerdos devuelta. Betania es una chica huerfana de 16 años de nacionalidad...