Capítulo 14

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Desperté con tremendo dolor de cabeza. El sueño que tuve fue muy extraño, en el cual yo era una niña y también aparecía Matt en una versión infantil. Me levanté con la sensación de que ese no era un sueño cualquiera, y debo contárselo a la sirvienta cuanto antes para ver si ese sueño significa algo que tenga que ver con mi infancia hace años.

Después de unos momentos pensando en cosas acerca de aquel sueño, me levanté de la cama, estrujé mis ojos un par de veces y luego entré al baño a lavarme los dientes y a ducharme para ir al instituto. Salí del baño, me sequé el cabello con el secador y terminé de alistarme para bajar a desayunar. Recogí las cosas que iba a necesitar y bajé las escaleras, luego caminé hasta el gran comedor.

-Buenos días, Señor Walker -saludé como es de costumbre.

-Buenos días, Betania -respondió él con una leve sonrisa.

-Y, ¿dónde está...?

-¿Sandra? -interrumpió él.

-Sí -dije asintiendo con la cabeza.

-Ella seguramente se está arreglando, creo que no va a demorar mucho en salir.

-Patrones, aquí les traigo el desayuno -dijo la sirvienta, llegando de la cocina con un banquete en mano.

-Gracias, Ann -dijo Alfred con amabilidad a la sirvienta.

-A su orden siempre -respondió ella mientras se retiraba.

-Ehmm, yo iré por un poco de agua a la cocina -dije haciendo un ademán y fui disimuladamente a la cocina inventando esa excusa, pero el señor Walker no se opuso.

-Señorita Betania, ¿necesita algo? -preguntó con naturalidad.

-Quiero hablar contigo, necesito contarte algo -dije en voz baja y con un tono apurado.

-Háblame cuando llegue del instituto, los patrones no deben saber que usted y yo hablamos -dijo en un susurro apenas audible.

-Está bien -asentí y volví al comedor.

-¿Qué buscabas en la cocina, Betania? -preguntó Sandra frunciendo el ceño.

-Yo... estaba buscando un poco de agua, es que sentía mi garganta un poco seca -dije entre balbuceos.

-Tal vez te vas a resfriar -supuso ella.

-No lo sé -dije mientras me encogía de hombros y me tomaba asiento en el comedor junto a ellos.

En ese momento, ya nos encontrábamos todos en la mesa desayunando calladamente. Admito que aún me duele mucho la cabeza, pero no puedo ni me conviene decir eso o sospecharán algo, principalmente Sandra, que está actuando de manera muy extraña.

-Betania, hoy tienes cita con Monique en tu segunda hora de clases, así que ya estás informada -anunció la mujer.

-Está bien -respondí.

Continuamos desayunando. Admito que vi la mirada confusa, frunciendo el ceño, que le dio el señor Walker a Sandra, y la verdad sospecho que a él también le trae curiosidad Monique y Sandra.

Terminamos de desayunar, pero antes de irme tomé mi celular y lo metí en la mochila sin que se enteraran. Bajé rápidamente las escaleras y esperé a Sandra cerca del gran portón junto a los guardias que la cuidaban. Al poco rato, ella salió en el coche y yo me subí en él, luego salimos de la gran casa y nos dirigíamos al instituto. Cuando estaba de camino, miré de repente al cielo y observé que estaba gris, más gris de lo normal. Sentía como si el aire estuviera pesado. En ese momento, Sandra se dio cuenta de la situación y subió ambos cristales.

Los Secretos de Betania [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora