2DA PARTE: GIRO INESPERADO

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26. Nuevo miembro de la familia

*MADIE*

Después de la gran fiesta de ayer por la noche, hoy mis padres organizaron una tarde de hamburguesas con toda la familia por el cumpleaños de Patrick. Por supuesto, los Blaise vendrán.

Me puse un vestido de flores y unas sandalias, mi cabello aún tenía algunas ondas así que lo dejé suelto. Me puse un poco de maquillaje y labial mate.

Bajé las escaleras y vi a mis padres, ambos estaban muy ocupados, mi papá sacando la parrilla al patio y mamá haciendo ensalada. Fui con ellos para ayudarlos, así haré tiempo a que llegue George.

- Madie, cariño. ¿Podrías ir por el mantel al cuarto de lavado? -asentí.

Subí las escaleras y fui por el mantel que aún estaba terminando de secar. Abrí la puerta y me topé con George, retrocedí sobresaltada.

- Hola. -dijo sonriente. Eché un vistazo a su look casual, llevaba puesta una camisa roja con cuello de v, unos pantalones cortos y tenis Converse blancos.

- Hola George. - respondí neutral.

Tuve ganas de abalanzarme sobre el y besarlo, pero contuve eso, ya que estamos en mi casa y alguien podría observarnos.

- ¿Que haces? -preguntó curioso.

- Espero a que termine de secarse el mantel. -dije señalando la secadora.

- Ya veo. -dijo. Se le formó una gran sonrisa, se acercó seductoramente a mi y me dió un beso.

- George. -susurré en sus labios.

- Si, preciosa.

- Alguien puede entrar y vernos.

- Que entren. -dijo besando mis labios de nuevo. - Es gratis.

Me separé de él y reí.

- ¿Qué te sucede? -dije cuando terminé de reirme. - ¿Quieres que nos descubran a solas besándonos en un cuarto de lavado? -alcé las cejas sorprendida.

- No pasa nada. De cualquier manera pronto ya no será un secreto el hecho de que somos novios. -El rubor corrió por los mejillas, me encanta como suena la palabra novios.

- Eres muy arriesgado. -dije.

- Y tú muy hermosa.

"¡Dios! Éste chico si que sabe como hacer que me derrita lentamente"

Correspondí a su alago y di un beso en sus labios, sujetó mi cintura en sus brazos y yo subí los míos a su cuello profundizando el beso.

Un ruido proveniente de la secadora nos separó de nuestro romance. Me acerqué, saqué el mantel y salimos de ahí tomados de las manos.

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