15. Casi beso y confusión

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*MADIE*

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*MADIE*

Han pasado dos semanas, estuvimos en proyectos y evaluaciones en el Instituto, el otoño se esta terminando y el invierno se aproxima.

Jamie, Simon, George y yo hicimos un grupo de estudio, nos reuníamos todas las tardes saliendo del Instituto, ya fuese en la biblioteca o en casa de alguno de nosotros.

Afortunadamente las calificaciones fueron subidas a plataforma y aprobé todas mis materias. Además, mis padres están fascinados por mi amistad con George.

Es sábado, mis padres organizaron una parrillada con los padres de George, estábamos en el jardín trasero de los Blaise, mi estómago rugía de hambre, la carne aún no estaba lista ya que la parrilla no encendía, así que George tomó mi mano y me llevó a "explorar" la cocina.

- Veamos que tienes aquí. -abrí la nevera antes que él pudiese hacerlo. - ¡Oh por Dios! ¿Tienes panquecitos y no me ofreciste ninguno?
-pregunté dolida.

- No supuse que querrías, Madie.
-se encogió de hombros. -Toma los que quieras, preciosa. -Guiñó su ojo.

Caminamos a la sala, George encendió el televisor y yo serví refrescos mientras él buscaba alguna película, aunque al final decidimos por una serie. George se acostó en la alfombra y yo me senté en el sofá, ambos reímos y comimos mientras veíamos la tele.

Después de un rato, noté que George comenzaba a quedarse dormido en la alfombra.

- George. No te duermas. -Lo sacudí con mi pié.

- Lo siento, lo siento, es que está muy cómoda la alfombra.

- ¿En serio? -Reí.

- Sí, preciosa. Te mostraré.

- No, no quiero acostarme en la alfombra.

- ¡Uh! Disculpe usted señora Thompson.

- No soy señora. -Rodé los ojos, rapidamente George se acercó a mi y me jaló de los pies para tumbarme en la alfombra.

- No, George. ¡Para ya! - Reí.

- No Madie, tu vienes conmigo. - Se levantó del piso y me cargó para dejarme en la alfombra, no pude evitar reirme y por si fuera poco, me hizo cosquillas.

- George, no. No me gustan las cosquillas. - Intenté safarme de su agarre pero éste se hincó encima de mi y trató de sujetar mis manos.

- George, no puedo respirar. -Dije entre risas.

- Y yo estoy perdiendo el equilibrio, Madeline, así que deja de forcejear.

-Deja tu de hacerme cosquillas y yo dejaré de forcejear.

- No lo haré. -Respondió con seguridad.

- Pues yo tampoco lo haré. -Afirmé.

George paró de hacerme cosquillas, ambos hicimos contacto visual y su rostro se inclinó buscando el mío.

Sus pupilas estaban dilatadas, su rostro completamente ruborizado. Se acercó a mi y sus labios rozaron lentamente mi nariz y después mis labios. Un hormigueo se expandió por todo mi cuerpo, estaba a punto de sellar la distancia que nos separaba cuando ambos escuchamos un ruido proveniente de la cocina.

- Madie, hija. Ya está la carne... ¿Interrumpí algo? -Cuestionó mi padre al vernos acostados en la alfombra.

"Que vergonzoso"

- No, papá, para nada. Ya vamos a comer. -Dije, me levanté rápidamente y salí corriendo al jardín trasero.

Mi padre sirvió la carne y me integré en la platica con los señores Blaise.

Mi padre sirvió la carne y me integré en la platica con los señores Blaise

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Cerca de las 6 de la tarde regresamos a casa.

- Madie, hija. Quiero hablar contigo. Te espero en el despacho. -Dijo mi padre.

Mi madre asintió para que lo siguiera, subimos los escalones y entramos sin decir más.

- Hija. -Mi papá tomó asiento en su escritorio e hizo un ademán para me sentara. -Quiero hablar sobre George.

Sabía a qué se debía esto, la forma en la que nos encontró en casa de los Blaise no fue la más apropiada.

- ¿Son novios? -Preguntó con tono de preocupación en su voz.

- No, papá.

- Por la forma en que los vi hace rato, me hicieron pensar que ustedes tenían un noviazgo. -Respondió.

- Hace rato que nos viste, George estaba haciéndome cosquillas y te puedo jurar que no pasó nada más, papá. No estoy lista para una relación, yo...

- Madie. -Interrumpió. - Sé que estas en una edad muy difícil y necesito comprenderte. Quiero que sepas que sea cual sea tu decisión yo siempre te voy a apoyar. -Sonrió.

- Gracias papá. -Me levanté de mi asiento para abrazarlo.

- ¿Y, desde cuando sientes algo por George? -Preguntó curioso.

"¡¿QUÉ?!"

- Yo no... yo no estoy enamorada de George, papá.

- Por favor hija, podrás engañarte a tí misma pero a mi no puedes tomarme el pelo. -Levantó mi mentón para que pudiera verlo a los ojos. - La verdad, Madeline.

-Yo... estoy confundida. No lo se.

- Espero que no sea demasiado tarde para que te des cuenta que ambos son el uno para el otro. -Mi papá se sentó sobre su escritorio y tomó una gran bocanada de aire. - George es un excelente chico. Confío en el y confío en que tú harás lo correcto, Madie.

- Si papá. -Me abrazó de nuevo y salí de su despacho.

Mi padre tiene razón, desde que conocí a George le fui indiferente y poco a poco eso ha ido cambiando, ahora somos cercanos. Nunca me imaginé sentir interés por George Blaise.

¿A ustedes les agrada el papá de Madie?  ¿Quien quisiera un papá como el de ella?

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¿A ustedes les agrada el papá de Madie? ¿Quien quisiera un papá como el de ella?

Gracias por leer. ❤

*PREGUNTA*

¿De donde son ustedes? Tengo curiosidad de saber de donde son mis lectores ;)

Nos leemos pronto

-Ale.

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