La cautivadora historia de Madeline Thompson y George Blaise llega a Wattpad.
La vida de Madeline Thompson da un giro Inesperado a sus diez años. Cuando sus padres reciben a sus amigos y socios de Nueva Jersey, ellos se mudaron a Malibú con su únic...
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*MADIE*
El auto de Simon se detuvo, quité mi cinturón de seguridad y bajé, Jamie se incorporó a mi lado. Ambas esperamos a que Simón bajara algunas cosas.
- Listo chicas, síganme.
Caminamos por una colina empinada, unos chicos amigos de Simon nos alcanzaron en el camino. Cuando llegamos al campo de batalla me percaté de que dos chicos más de mi curso, George ya estaba ahí, pero no estaba solo, Layla al darse cuenta de mi presencia besó fuertemente la mejilla de George y susurró algo que lo hizo sonreír.
- ¿Que sucede Madie? -Preguntó Jamie, negué con la cabeza sin responder y borré la mueca que se había formado en mi rostro.
Un hombre de treinta años se acercó a nosotros, nos explicó las reglas del juego y nos dividió en dos equipos: azul y rojo de catorce jugadores cada uno, solo Simon estaba en mi equipo, Jamie y George estaban en el equipo rojo. Todos nos acercamos y nos entregaron nuestras protecciones; un chaleco, uniformes, guantes, un casco de seguridad y la pistola con balas de pintura.
Había una bandera blanca en un asta, el primer miembro del equipo en capturarla sería el ganador. Nos pusimos en posiciones frente a frente con el otro equipo, George me guiñó y lo ignoré, me preparé mentalmente para correr y en cuanto sonó la corneta, corrí lo más rapido que pude atrás de una valla, escuché disparos, me asomé un poco y vi a dos chicas de mi equipo y un chico del equipo rojo manchados de pintura quedaron fuera del juego.
Mi corazón palpitaba a mil por hora, escuché varios disparos pero no salí a ver quien estaba fuera.
- Madie ¿Que estás haciendo? -Simon se incorporó a mi lado.
-No puedo hacerlo. -dije sin más.
-Claro que puedes, vamos, levántate de ahí.
- Simon... -advertí.
-Vendrás conmigo, tenemos que ir por esa bandera. Prometo que no te pasará nada. -Me observó para tratar de convencerme y terminé cediendo.
- Bien.
Divisó el campo de juego que parecía despejado, jaló mi mano y corrimos, de inmediato los disparos se hicieron presente, corrí, brinqué y rodé en el piso para esquivarlos, Simon disparó a los que nos atacaban y quedaron fuera.
Llegamos hasta el otro extremo y nos ocultamos, una chica con el uniforme del equipo contrario salió corriendo, no perdí la oportunidad, le disparé dos veces y cayó.
- Está fuera, señorita. -dijo un chico al micrófono.
La chica se quitó el casco y chilló, era Layla, tenía una gran Mancha de pintura roja en el estómago y una Mancha azul en el casco, me oculté rapidamente pero al parecer no sabía quien le había disparado.
"Menos mal"
Me oculté en esa misma valla y disparé a un jugador más. Nadie salía de su escondite, el campo estaba despejado, pude haber salido corriendo para alcanzar la bandera y ganar pero tres disparos resonaron, divisé a Jamie con una gran Mancha amarilla en la espalda y a dos chicos más, uno de mi equipo y el otro del equipo contrario peleando por dispararse, Peter, quien es de mi equipo llegó corriendo para ayudar pero casi de inmediato dos disparos lanzaron a ambos al suelo, traté de observar quien lo hizo pero no pude.
Simon disparó al chico del uniforme rojo pero lo esquivó y la bala le pegó a una chica de mi equipo. - Mierda.
Veinte minutos después el equipo rojo aún tenía siete jugadores (incluyendo a George) y mi equipo tenía seis (incluyéndonos a Simón y a mi). Me moví varias veces de escondite y logré esquivar cada una de las balas pero no podía llegar a la bandera.
Unas pisadas se escucharon cerca de mi escondite, me asomé y vi a George corriendo en dirección a la bandera. Un disparo me sobresaltó, George lo esquivó y disparó al chico, Simon también salió del escondite y corrió para llegar al asta, Simon disparó a George y lo esquivó dando un salto. Disparé a George pero más disparos resonaron, ambos iban a llegar a la bandera, una bala impactó en el brazo de Simón y cayó al piso. George se lanzó a un pequeño pozo y se refugió.
- Mierda, mierda. -Susurré para mi misma. Simon está fuera, lo que quería decir que sólo somos un chico y yo de mi equipo y aún quedan tres del equipo rojo.
Cuando Simon salió del campo comenzó a gritar mi nombre. Con la adrenalina fluyendo por mis venas, salí corriendo a toda velocidad por la bandera, los disparos se escucharon de nuevo, esquivé dos balas y disparé a un chico del equipo rojo, pero los disparos aún seguían, corrí más rápido, de repente, George salió de su escondite y llegó hacia mi.
- Hola Madie. -Saludó agitado.
Cargué la pistola y apunté hacia el.
- No, no. No voy a dispararte.
- ¿Que quieres Blaise? -suspiré irritada.
Juego de tu lado. -respondió. Me quede confundida, esquivé una bala de pintura tras otra y George disparó a un chico de su equipo, tomó mi mano y nos ocultamos en una pequeña pared.
- ¡¿TE VOLVISTE LOCO?! -Grité.
- Te dije que juego de tu lado, Madie.
Esto no estaba bien, George no podía hacer esto y las preguntas atacaron mi mente ¿y si era una estrategia? ¿y si cuando ya no quedará ningún jugador, sólo el y yo me disparaba?
- No necesito que juegues de mi lado, no necesito tu ayuda. -respondí a la defensiva.
- Oye ¿Que te sucede Madie? -Preguntó confundido.
- Se lo que quieres hacer -dije. - Querías distraerme como estrategia de tu juego y después dispararme, pero que crees, conmigo no funcionará. - Salté del escondite y corrí tan rápido como pude.
- ¡MADIE! -gritó George. Volvió y se abalanzó contra mi y caimos al suelo, quedé encima de el, rápidamente rodó y quedé prisionera debajo de él, sacó su arma y disparó al último chico de su equipo y a mi compañero. Todos en la banca lo abuchearon y se preguntaban ¿Que estaba haciendo?
Me quedé muda, me ayudó a levantarme y corrimos hasta la bandera, la alcanzó con facilidad y la tendió en mi mano.
- Sabes Madie. -Habló. - El corazón tiene razones que la razón no entiende. - citó una frase de Blaise Pascal, tomó su arma y se disparó a si mismo en el vientre.
"Esto era el fin".
Estaba atónita, Había ganado gracias a George, siendo del equipo contrario me ayudó, lo último que dijo me recordó a la frase: "en la guerra y en el amor todo se vale", estando en una guerra (literalmente) y estando enamorado de mi, sus impulsos por protegerme fueron más fuerte que todo.
Los chicos de mi equipo se acercaron a felicitarme, me cargaron y vitorearon, observé a George salir del campo de juego y el rostro de sus compañeros completamente extrañados y confundidos, igual que yo.
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Este es uno de mis capítulos favoritos. No tienen idea de lo mucho que disfruté escribiendolo.
