La cautivadora historia de Madeline Thompson y George Blaise llega a Wattpad.
La vida de Madeline Thompson da un giro Inesperado a sus diez años. Cuando sus padres reciben a sus amigos y socios de Nueva Jersey, ellos se mudaron a Malibú con su únic...
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*GEORGE*
Desperté temprano para ir al Instituto, me di una ducha, me puse el uniforme y bajé a desayunar con mis padres.
- Buenos días. -los saludé.
- Buenos días hijo. -contestaron al unísono.
Me senté y me tomé mi taza de chocolate caliente, cuando terminé entré al baño a lavarme los dientes, fui por mi mochila y me despedí de mis padres para irme al Instituto.
- George. -dijo mi madre. -¿Se te olvida algo? -se acercó a mi y me dio una rosa que corté en la noche para Madie.
- Claro. Gracias mamá. -Di un beso en su mejilla y fui corriendo a tomar el autobús.
En la parada me encontré con Arthur, choqué palmas con él y subimos. Comenzó a platicar conmigo pero me perdí en la mitad de lo que había dicho.
- Oye... George. ¿Escuchaste lo que te dije?
Asentí. Pero la verdad no puse atención, no puedo dejar de pensar en Madie. Siempre cuento las horas para verla de nuevo.
- No, la verdad no, Arthur. Estaba distraído.
- Estás enamorado, George. No quieras cambiar las palabras.
Sonreí.
Bajamos del autobús y Arthur terminó de platicarme su idea para el proyecto de literatura.
- Enamorado. Tu chica está detrás de ti sentada en la banca. -voltee y vi a Madie, Arthur y yo fuimos donde ella.
- Hola preciosa.
- Hola George. Hola Arthur. -se levantó, le di un beso y sujeté su cintura pero escuché un carraspeo detrás de mi.
- ¡Oigan! Sé que están enamorados pero por favor, no coman miel aquí. -dijo mi amigo. Le hice una seña con los ojos para que se fuera y pareció entender.
- Oh, yo... Yo tengo que irme, iré por mi libro de química. Los veo al rato chicos.
- Adios. -dijimos los dos.
- Así que ¿Usas esa técnica para ahuyentar a tus amigos? -preguntó Madie curiosa.
- ¿Qué técnica? -dije haciéndome el desentendido.
- Ese gesto y el movimiento que hiciste con los ojos. -Intentó imitarme pero su esfuerzo fue en vano.
- Yo no hice nada pero tu te ves hermosa haciendo gestos. -Me acerqué y la besé.
Mis sentidos y mis hormonas se despertaron ferozmente. La abracé y profundicé el beso por unos segundos. Me alejé un poco y le dije: - ¿Te gustaría salir conmigo el sábado?
Se acercó a mi y besó mi nariz.
- ¿Es una cita? -Preguntó.
- Es una cita. -afirmé. Saqué de mi mochila la rosa y se la dí. A Madie a le formó una gran sonrisa y dio un cálido beso en mis labios. Tomé su mano y caminamos juntos a nuestras clases.
