La cautivadora historia de Madeline Thompson y George Blaise llega a Wattpad.
La vida de Madeline Thompson da un giro Inesperado a sus diez años. Cuando sus padres reciben a sus amigos y socios de Nueva Jersey, ellos se mudaron a Malibú con su únic...
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*MADIE*
Realmente odio al equipo de porristas y ni siquiera imaginé estar en él, pero Jamie logró convencerme y de esa forma liberar el servicio comunitario para poder graduarme.
Fue un poco complicado aprender a animar y a la vez hacer piruetas pero aprendí de la mejor. Jamie es una excelente capitana de las porristas.
- Muy bien chicas, terminamos por hoy. - Soltamos un chillido y nos despedimos. Jamie tomó mi mano y fuimos juntas a vestidores.
- ¿Quien lo diría? -Dijo. - Los chicos ganaron el Primer Campeonato Estatal de Football y vencieron al Instituto Westerfield antes de terminar el curso. Sin duda éste fue un buen año.
Jamie tomó una ducha rápida y yo entré a otro de los cubículos de las regaderas. Minutos después escuché a Jamie y a algunas chicas hablando entusiasmados sobre el campeonato.
- Jamie ¿tienes el formato de participación? Tenemos que entregarlo. -dijo una chica.
- ¡Oh no! ¡Madie! ¿Vas a tardar? Tenemos que ir a la oficina del director. -gritó.
- Adelantate, te alcanzaré en la cafetería.
- Bien.
Escuché los pasos de las chicas y seguido de eso la puerta de los vestidores cerrarse.
Cerré la llave del grifo. Me puse el uniforme y escuché la puerta abrirse de nuevo, supuse que era alguna de las chicas pero cuando salí del cubículo vi a Layla, la odiosa prima de George sentada en una de las bancas. Me echó un vistazo y caminé a la puerta.
- Que extraño. -dijo sarcástica. - Creí haberte advertido algo, pero veo que tienes memoria de teflón. -soltó una risita burlona y se puso de pie.
Rodé los ojos.
- ¿Qué quieres? -Respondí seca.
- Ya te lo había dicho. -Se levantó y comenzó a rodearme, tomó unos mechones de mi pelo entre sus dedos con rudeza. - Y creí que no tendría que repetirtelo de nuevo. -tocó mi mentón y quité su mano abruptamente.
- Lo siento, pero me importa muy poco lo que digas que de hecho ni siquiera me importa tomarme la molestia en recordar. -Sonreí sarcásticamente.
- ¡ALEJATE DE GEORGE, THOMPSON! -gritó.
Me sobresalté un poco al ver su reacción, pero no le tomé importancia.
- ¿Y si no lo hago? -la reté. Lo cual no fue buena idea.
-Voy a destruirte. -Volvió a rodearme y susurró. - Voy a hacerte pagar por quitarme a George, te voy a destrozar lenta pero dolorosamente hasta que estés hecha trizas y serás la persona más miserable de este Instituto y de todo Malibú. -Se alejó lentamente y se puso frente a mi para retarme. - Y George será para mí.
