8. Juego de miradas

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- Déjame ver si te entendí, Mad

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- Déjame ver si te entendí, Mad. George fue a tu casa ayer, comieron juntos, te ayudó con el reporte y no te pidió nada a cambio.

- Lo sé Jamie, es algo difícil de entender. -Cerré mi casillero y ambas caminamos al salón, teníamos física a primera hora y era hora de entregar mi reporte.

- ¡Wow Madie! Ese chico no puede estar un sólo dia sin molestarte y ayer que tuvo oportunidad no lo hizo.

Omití a Jamie la parte donde George entró a mi habitación mientras dormía y además de ayudarme con mi reporte, me explicó algunos ejercicios, le entendí perfectamente.

- Si, es extraño... -Concluí.

Entramos al salón de clases, el profesor Lance nos explicó un poco sobre el tema leyes de OHM ya que había mucha confusión sobre ello.

Sentí las miradas juguetonas de George sobre mí, lo observé de reojo, me sonrió y yo le devolví la sonrisa, parecía sorprendido y me guiñó el ojo, iba a sonreirle de nuevo cuando el profesor Lance golpeó en mi mesa.

- Creo que la conversación de miradas que sostiene con el señor Blaise es mucho más interesante que mi explicación. O me equivoco señorita Thompson.

Sentí las miradas de mis compañeros puestas en mi, Jamie sonreía pícaramente y George tenía una sonrisa llena de cinismo.

- Amm... yo...

- Como veo que ya que saben a la perfección éste tema, voy a pedirles que se retiren de mi clase, dejen sus reportes en mi escritorio y salgan del salón, por favor.

Mis compañeros abuchearon y silbaron, me levanté de mi asiento, dejé el reporte en el escritorio y salí hecha una furia con George detrás de mi.

- Madie, espera.

No le hice caso a George, me coloqué el saco del uniforme y entré a la cafeteria del Instituto.

- Madie. -George tomó mi brazo, sentí pequeñas descargas y un vuelco en el estómago.

- ¿Que quieres? -Suspiré frustrada.

- Disculpame Mad, se que fue mi culpa y ahora te he jodido a ti también y en serio lo siento. -Sus profundos ojos color avellana encontraron los míos, se le formó una sonrisa en su rostro y no pude evitar sonrojarme.

- Entonces... ¿Me perdonas Madie? -Hizo un puchero y no pude evitar reír.

- Ya, está bien. Olvidemos lo que pasó. -Dije sin más.

Nos sentamos en una de las mesas vacías de la cafetería y le agradecí a George por ayudarme a terminar mi reporte.

- No tienes nada que agradecer Madie. Sabes, ahora se como te sientes cuando te observo demasiado. -Rió.

- ¿A que te refieres?

- Me refiero a que no dejabas de observarme mientras hacía tu reporte. -Guiñó su ojo y se levantó de la mesa.

"Dios Santo, me siento completamente avergonzada, se dio cuenta que lo observé por horas. Mierda."

George se acercó a la barra de la cafetería, tomó dos vasos con jugo de manzana, unos paquetes de galletas, y unos platos con fruta.

- El desayuno está servido, señorita Thompson.

- Que amable, señor Blaise.

Me dejó una bandeja y el se sentó frente a mí. Platicamos sobre cosas triviales, hace siete años que conocí a George y nunca había hablado de ésta forma con él. E hizo una graciosa imitación de lo que paso:

- Veo que la conversación de miradas que sostiene con el señor Blaise es mucho más interesante que mi explicación. -Dijo imitando al señor Lance.

- Si señor Lance, hablar con George es mas divertido que tener que escucharlo, además el es mucho más guapo y apuesto que usted. -Me imitó a mi con un hilo de voz.

- ¡Oye! Yo no hablo así. - Le aventé una uva la cual esquivó con facilidad.

Solté una fuerte carcajada y George me siguió, es la primera vez que me río con él.

- Sabes Madie, me gusta más escucharte reír conmigo en lugar de que me llames "idiota" a cada momento.

-Y a mi también me gusta, George.

Ambos nos quedamos en silencio.

"¿Acaso dije algo malo?"

- Creo que debemos ir a nuestra siguiente clase. -Dije rompiendo el silencio.

Tiramos las envolturas en la basura, George abrió la puerta por mí y su mano rozó levemente la mía haciéndome estremecer.

Tiramos las envolturas en la basura, George abrió la puerta por mí y su mano rozó levemente la mía haciéndome estremecer

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Ale.

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