24. ¿Me enamoré de George Blaise?

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*MADIE*

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*MADIE*

Es sábado, por fin es la noche de aniversario de bodas de mis padres, toda mi familia está aquí, amigos cercanos de mis padres y ejecutivos reconocidos llegaron al jardín trasero de la casa.

Mi madre hizo un excelente trabajo como decoradora, las mesas, el buffet, los colores de la mantelería, ella se encargó de todo y el lugar quedó perfecto.

Salí del baño de mi habitación y comencé a arreglarme. Ondulé mi cabello, apliqué un poco de maquillaje, delinee mis ojos y a mis pestañas les apliqué rímel, pinté mis labios color rojo vino. Me puse el vestido azul, mis zapatillas de plataforma a juego. Me sentí muy cómoda y feliz con los resultados.

Llamé a Simon y a Jamie para confirmar que fuesen a venir pero ninguno de los dos contestó su móvil, deje un mensaje de texto a cada uno y bajé los escalones.

- Cariño. Estás... hermosa.

- Gracias Mamá. -Besé su mejilla. - También te ves muy hermosa.

Pero que digo de mi madre, lleva puesto un hermoso vestido blanco, es como una réplica de su vestido de novia. Su maquillaje es sencillo y sin exagerar. Salió al jardín y me quedé parada en el último escalón.

Mi padre salió de la biblioteca con John y George, los tres se acercaron a mi, los saludé educadamente. Mi corazón se aceleró, no presté atención a su plática y agaché la mirada cuando George hizo contacto visual conmigo .

Lo miré de reojo, su pelo castaño caía en pequeñas ondas, traía sus gafas puestas, llevaba una camisa negra muy formal, denotando sus brazos y pantalones a juego. Desde hace unos meses George se ve más fornido.

Nuestros padres se alejaron, dejándome sola con él.

- Te ves... -Se acercó a mi. - Muy muy hermosa, Madie. -Sonreí y no pude evitar ruborizarme. Es primera vez que hablamos tras lo que sucedido en París.

- Gracias George. -Articulé con dificultad.

- ¿Irás con tus padres afuera?

- Adelántate, iré a la cocina por algo de beber.

- Te acompaño.

Caminamos a la cocina, no sé de que manera actuar con George después de todo lo que hemos pasado y más ahora que mis sentimientos han cambiado.

-¿Quieres algo? -le dije.

- No, gracias Madie.

Nos quedamos en un incómodo silencio, George se recargó en la barra y tiró un vaso con soda, corrí a ayudarlo pero resbalé y antes de tocar el piso los brazos de George me sostuvieron, ayudó a levantarme, voltee y me encontré con su rostro, su expresión cambió y no apartó su mirada de la mía.

Se acercó aún más a mi, sus manos bajaron por mi espalda y me atrajo a él, me quedé en shock, mi cuerpo no reaccionó, sus labios estaban a nada de tocar los míos, cerró sus ojos y selló por completo la distancia que nos separaba. Rozó mis labios de forma delicada, sus firmes brazos rodearon mi cintura, las descargas eléctricas se hicieron presentes, lo tomé del cuello de la camisa y profundicé el beso.

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