CAPITULO 21

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Después del momento sentimental que tuve al terminar el juego me duche y cambie lo más rápido que pude y fui directo a casa.
Al entrar pude ver cómo mamá estaba en la cocina, preparando la cena supongo y Taylor y Chris veían tv en la sala, que al verme llegar miraron en mi dirección.
—Hey hermanita, ¿qué tal el partido?.—Chris pregunto por lo que me acerque al sofá donde estaban ambos sentados.
—Increíble ganamos!—Respondí contenta. Ellos saltaron de sus lugares y me rodearon en un abrazo.
—Felicidades Lo.—Taylor me felicito y le sonreí en respuesta.
—Gracias enanos.
—Mira quien lo dice, la enana de la familia.—Chris se burlo causando que los tres estalláramos en risas.
Pero lo gracioso era que él tenía razón, yo era la hermana mayor pero él ya estaba más alto de yo y Taylor solo por unos cuantos centímetros más arriba.
—Pero eso no es todo.—Dije separándome de ellos. Me miraron expectantes así que continúe.—Admiren a la nueva capitana del equipo.—Me di vuelta en mi mismo lugar para hacer todo más dramático.
—QUE!
Ambos gritaron emocionados volviendo a abrazarme.
—Rayos Lauren, ¿ahora que vas a hacer con todas esas chicas que anden tras de ti?—Chris dijo a broma.
—Espera si ya son insoportables, imagínate ahora!—Taylor dijo dramática alzando los brazos en el aire.
No pude evitar reír al escucharlos, eran unos tontos pero los quería demasiado.
—Felicidades Lo.—Mamá hablo desde el marco de la puerta de la cocina.
La mire y ella camino hacia mi dándome un abrazo. Me deje rodear por mi madre, no recordaba cuando había sido la última vez que la había abrazado, ni mucho menos que fuera por algún logró mío. Últimamente nos la pasábamos discutiendo pero eso no significaba que había dejado de quererle, ella siempre iba a ser mi madre después de todo.
A los minutos sentí como mis hermanos de unieron al abrazo. Era mi familia y no podía pedir nada más excepto dos cosas que eran imposibles.
Camila y mi padre.
Lo peor era que uno de ellos está cerca sin estarlo, todo su mundo era su trabajo y lo que tenía en el y me dolía aunque no lo admitiese.

—Hola mi amor.—Dije apenas Camila atendió mi llamada.
—Hola Laur, ¿Como fue todo?
—Mejor de lo que esperaba.
Camine por la calle en busca de un taxi.
—¿Quieres decir que ganaron?—Preguntó emocionada.
—Mejor que eso Camz. Estás hablando con la nueva capitana del equipo.—Respondí eufórica—Y si, también ganamos.
—Oh por dios Laur, felicidades mi amor.—Respondió aún sin creérselo. Reí un poco ante su emoción.
—Gracias nena.
—Dios como me gustaría estar ahí para abrazarte muy fuerte.
—Y yo también lo quisiera, pero un día lo podremos hacer vale.
Traté de calmarla y calmarme también yo, lo menos que quería era ponerme de nuevo sentimental, no esta noche.
—Solo te llame para darte las buenas noticias.
Vi un taxi que se acercaba y le hice señal para que se detuviera.
—Bueno ya entendí, ¿Te dejo entonces?—Dijo con duda.
—No Camz, solo que vamos a ir a un antro a festejar, ya sabes la capitana no puede faltar.—Bromee para evitar que se molestará.
—Tienes razón amor, es tu día diviértete.
Me tomo por sorpresa su respuesta pero no quise indagar más en el asunto.
El taxi se detuvo y entre cerrando la puerta dándome la dirección del antro en el que todas me estaban esperando.
—Ok nena,¿Tu que vas a hacer?
—¿Yo? Nada posiblemente tenga un maratón en Netflix.
—Está bien te deseo buenas noches.
—Y tú diviértete, pero no hagas nada malo.—Y ahí estaba sabía que no lo iba a dejar pasar. Sonreí negando en la cabeza.
—De que hablas nena, solo estarán mis compañeras de equipo y las chicas.—Dije quitándole importancia.
—Vale promételo.—Insistió.
—Lo prometo Camz.

[.......]
Desde que había llegado al antro todo había sido un caos. Yo era el centro de atención pero eso no era problema. El único problema que tenía eran dos personas en específico. Lucy y Keana.
¿Que cómo diablos se había enterado Keana?
No lo sabía.
¿Que como diablos Lucy después de todo el numerito de los vestuarios tuvo la desfachatez de ir al antro?
Tampoco lo sabía.
Me estaba escondiendo prácticamente de las dos y no era nada agradable, se supone que venía a divertirme y festejar mi nuevo nombramiento y no perder el tiempo en esconderme y cuidando de esas dos. Me encaminé a la barra gracias a dios era barra libre por lo que al menos embriagarme no faltaba esta noche.
Eche un vistazo a mi alrededor. Todas las chicas del equipo estaban bailando, unas más sensuales que otras a causa de su nivel de embriaguez. Me reí. Era muy cómico ser una espectadora y no una más del montón.
—¿De que te ríes bonita?—Preguntó Lucy en mi oído, lo que me estremeció por su absurda cercanía.
Me moví lo suficiente para alejarme de ella, estaba loca si creía que de nuevo iba a caer en su juego.
—Que quieres Lucia.—Dije de mala manera no despistando nada que no soporto su presencia.
—Uh que humor. ¿Desde cuando me tratas así ?—Preguntó algo torpe por el alcohol en su sistema.
—Nada, simplemente no quiero hablar contigo y mucho menos si estás borracha.
Me quise dar la vuelta para irme pero me detuvo tomándome del brazo.
—¡Quieres soltarme!—Le ordene alterada.
—¡Y que si no quiero!— Exclamó.
—Oye ex capitana mediocre, deja a mi novia en paz.
Keana apareció detrás de ella. Bien si que me encantaba esa falda tan corta que llevaba pero de eso a que fuera "su novia" jamás.
—Déjame reírme enana.—Se rió de la forma más fingida que pudo— Tu no me llegas ni a los talones.
—¿A quién le dijiste enana, imbecil?—Atacó Keana acercándose a Lucy molesta situándose en medio de las dos.
—¡BASTA!—Grite furiosa quitándome el agarre que aún tenía Lucy en mi brazo bruscamente.—¡No soy su juguete, ni novia de nadie para que continúen con su absurda pelea, busquen a alguien más a quien molestar!—Termine alejando me de ellas a pasos rápidos perdiéndome entre la multitud del antro.

A kilómetros de ti.  (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora