SEGUNDA TEMPORADA-CAPITULO CATORCE

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–Bien, es todo por hoy. Recuerden que a media noche es el plazo máximo para mandarme el adelanto de sus proyectos... pueden retirarse.–La profesora Julia terminó la clase al fin dejándonos ir.

Al menos ya tenía empezado el proyecto y en cuanto llegue a casa después de ir a trabajar se lo mandaría. Definitivamente los martes podían ser muy aburridos pero para mí es un buen día porque solo trabajo por cuatro horas lo que agradezco bastante. No dormí mucho estos últimos días Lauren me tenía preocupada, desde hacía dos días que no sabía nada de ella.

–Mila, apresúrate no creo que te guste nada lo que está haciendo la zorra de Alexa haya afuera.– La mire confundida pero me deje llevar por su brazo que me jalaba hasta llegar a la salida del instituto.

Y sí, tenía mucha razón, no me gustó para nada lo que mis ojos vieron. Dinah me miró expectante y yo solo fruncí el ceño cruzándome de brazos.
Lauren estaba ahí de pie en la acera frente al instituto con una rosa blanca en mano.
Tan hermosa como siempre, vestía una falda negra hasta los tobillos con una prominente abertura a un lado de la pierna, una blusa roja que dejaba ver su abonen con unos tenis blancos su cabello suelto en ondas naturales y sus Ray-Ban en sus ojos cubriéndolos de los rayos del sol.

Pero la estupida de Alexa no ayudaba en ese perfecto cuadro al estarla acosando con sus intentos fallidos de coqueteo pues Lauren no le prestaba la más mínima atención, ella me trataba de buscar con la mirada. Me armé de valor y camine hasta ellas una vez que pude ver cómo Alexa la tomaba de la barbilla para obligarla a que le prestara atención. Me hice camino entre los estudiantes hasta que Lauren me vio y sonrío automáticamente, se quitó las garras de Alexa de encima y me recibió con una perfecta sonrisa quitándose los lentes.

–Hola Lo.– Lauren me tomo entre sus brazos cargándome un poco a forma de saludo, sonreí cerrando los ojos, diablos si que la extrañe.

–Hola Camz.–Dijo después de que me dejo de nuevo en el suelo.–Esto es para ti– Me tendió la rosa blanca que llevaba, la tome ruborizada nadie jamás había hecho algo así por mi y además que sabía que teníamos varios pares de ojos sobre nosotras pero eso a Lauren parecía no importarle.–Gracias.

–No puedo creer que es a ella a la que buscaba.–Dijo una Alexa alterada.

–Créelo Alexa, fuera de aquí.–Escuche como Dinah intervenía.

–Ok. Supongo que nos vemos mañana, Mila.

–No Dinah, déjame presentarte a alguien.–Tome una mano de Dinah y otra de Lauren juntándolas.

–Lauren, ella es Dinah mi mejor amiga.–Asintió mirándola.

–Dinah, ella es Lauren.– Se dieron un apretón de manos. Dinah la analizaba de arriba a abajo.

–Que quede claro que a mi tus ojos bonitos no me van a comprar.–Hablo Dinah bajando la mano.

–¡DINAH!–Exclamé reprendiéndola.

–No, déjala, está bien Camz.

–Si la vuelves a lastimar, ahora si que te las verás conmigo y te haré todo lo que la estupida distancia me impidió.– Amenazo señalando con su dedo índice a Lauren.

–Entendido.

–Bien, las dejo, cuídala Lauren.–Se dio media vuelta y se fue a su coche.

Lauren como toda una linda chica me quito la mochila llevándosela ella, comenzamos a caminar lejos llegando a una plaza que quedaba a unas calles de la cafetería en donde trabajaba, nos sentamos en una banca mirándonos, sentí a Lauren examinándome con la mirada de arriba a abajo.

–Te queda muy bien el uniforme.–Dijo y yo me mire mi falda corta de tablones celeste con la camisa de botones blanca.–Ahora pienso el porque no me mandaste más de una fotografía con el.– Rió al ver mi cara roja, me tomo de las manos llamando mi atención.– Antes que nada, quiero decirte que si me desaparecí estos dos días fue para darte espacio para pensar, no me olvide de ti, ni nada de eso que tu cabecita está maquinando.–Dijo acariciando suavemente mi mejilla.

–Te extrañe.–Admití y ella al escucharlo me acerco abrazándome de lado, me deje esconder en el hueco de su cuello aspirando su aroma ya tan familiar, me aferré a ella impidiéndole que se alejara, ella entendió el mensaje abrazándome más fuerte.

–Y yo te extrañé a ti, no sabes las veces que casi corría a tu casa, pero me contuve.–Me besó la mejilla con cariño quedándose más tiempo del necesario.

–¿Te gustó tu rosa?–Preguntó. Asentí mirándola se veía hermosa achicando los ojos a causa de los rayos del sol.–Es blanca en muestra de paz, no te voy a presionar Camz. Pero no quiere decir que te dejaré. Y también estoy dispuesta a responder todas y cada una de tus preguntas, solo te pido que no le alejes de ti.–Suplicó mirándome a los ojos.

Yo no pude más que acariciarle la mejilla sonriendo dándole a entender que no lo haría, porque yo tampoco quería alejarme de ella estos dos días la pase terrible y no podría saber que la tenía tan cerca pero a la vez tan lejos.

–Se que te dije que no te presionaría pero... ¿Me dejas besarte?– Pregunto con una voz tan adorable, sonreí acercándome a ella besándola, sentí como suspiro al contacto lo que me hizo sentir increíble, después de todo también moría de ganas por probar sus labios de nuevo y un beso más o un beso menos no le hacían daño a nadie.

A kilómetros de ti.  (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora