SEGUNDA TEMPORADA-CAPITULO NUEVE

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Desperté sintiendo un brazo alrededor de mi cintura. Volví a cerrar los ojos y sonreí como idiota al darme cuenta que no había sido un sueño y sí es Lauren la que estaba dormida junto a mi. Al abrir los ojos de nuevo la observe, se veía tan pacifica durmiendo y tan hermosa, debería de ser un delito verse ta hermosa incluso durmiendo. Pero ella lo era y claro que lo tenía más que permitido.

La miré detenidamente, desde sus cejas pobladas hasta sus carnosos labios. Me toque los míos involuntariamente con la llena de mis dedos al recordar cada uno de los besos que compartimos la noche anterior. Me parecía algo irreal aún todo lo qué pasó hace unas horas. Desde el acercamiento con Shawn y el inminente beso que gracias a Dios nunca llegó por la repentina aparición de Lauren.

Lauren.

No sabía cómo rayos había llegado hasta aquí ni mucho menos lo que pretendía con llegar así tan inesperadamente más sin embargo mi yo interior se regocijaba al saber que ella no me había olvidado y cumplió su promesa en venir hasta aquí y aún más que estaba segura que no fue algo nada fácil de conseguir, pero no le había importado nada en absoluto porque estaba aquí durmiendo junto a mi como muchas veces lo dijimos y hasta lo soñamos.

Aún así eso no le quitaba el peso a todos sus errores y no se lo iba a poner nada fácil, a mi me seguía doliendo el corazón por su traición como el primer día y ¿Quién iba a responder por el montón de lágrimas derramadas? Esas no habían sido en vano y ella se iba a enterar, así que quería prolongar lo más posible la sensación de estar entre sus brazos porque no sabía cuánto tiempo pasaría para volver a sentirla así de cerca.

–Mmmm...–Lauren comenzó a moverse despertando. Se giró para poder verme y sonrío.–Buenos días, Camz.–Sus ojitos estaban aún más verdes al despertar lo cuál adoré.

–Buenos días, Lauren.–Sabía que me debía apartar de ella pero me lo impidió abrazándome con más fuerza.

–No, no. ¿A donde crees que vas? Si no tuviera este aliento mañanero te llenaría de besos, eres tan linda al despertar.–Susurró besando lo alto de mi cabeza. Sonreí era tan linda que se me hacía imposible ser mala con ella.

–Tu también estás preciosa.–Murmuré apenas escondiéndome en el hueco de su cuello.

–Pero miren quién está apenada, toda rojita –Rió pellizcando mi mejilla– Lo sé Camz, yo soy hermosa a todas horas, no trates de entenderlo.– Se acercó a mi alzando mi rostro para mirarme a los ojos y susurró contra mi mejilla–Es un don.–Me reí no podía creer que siga siendo así de ególatra.

–Que humilde eres, por un momento se me olvido el enorme ego y personalidad que tienes.–Me miró alzando una ceja divertida.

–Si te refieres a mi enorme culo, tú no te quedas atrás. Es más me atrevería a decir que tú tienes más que yo, solo porque eres tú lo admitiré.–Me guiñó al terminar de hablar. No podía creer que fuera así de ordinaria al hablar. Aunque no pude evitar ponerme roja de nuevo debido a su comentario, al menos ya sabía que le encantaba mi culo, un punto a mi favor, pensé.

Sentí como iba bajando sus manos hasta llegar a mi trasero. Abrí los ojos muy grandes quitando sus manos de inmediato. –Pero, nena, déjame saborearlo un poquito más.–Se quejó.

–Estás loca, claro que no.–Me reí al ver el puchero que tenía en su rostro.–No importa que hagas esas caras Lauren no te dejaré hacerlo, al menos no ahora.–Murmuré bajando la voz en eso último.

–Al menos tengo esperanza, podré esperar. Ahora vamos a saludar a mi suegra.–Me besó la mejilla y yo me incorporé sentándome en la cama, la mire incrédula.

–Lauren...–La reprendí.

–Bien, bien lo sé no digas nada.

Me levante de la cama tomando ropa limpia de los cajones cuando encontré mi uniforme camine hacia la puerta me detuve y me giré a Lauren.

–Debo ir a trabajar en una hora.–Me miró triste– Me voy a duchar en el otro baño, tu puedes usar el mío, nos vemos abajo para desayunar.

–Pero Camz, ¿En sábado?–Protestó.

–Si, en sábado, apúrate.–Lauren solo asintió bajando de la cama tomando su maleta de mala gana. Sonreí antes de salir de la habitación, demasiado hermosa como para quedarme un minuto más con ella.

A kilómetros de ti.  (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora