SEGUNDA TEMPORADA-CAPITULO DOCE

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–Camila, ¿Vas a dejar de ignorarme?–Se quejo Lauren.
Todo intento de conversación y tomar mi mano por parte de Lauren lo rechacé uno a uno, seguía furiosa ¡No me dio mi maldito lugar! ¿Pero cuál lugar si no éramos nada? Bueno eso no lo pensaría, la cuestión es, ¿Pensaba que así la perdonaría?

–Bien, hablemos.–Dije cortante.

–Pero Camz, si vas a estar de ese humor mejor no, me va a ir peor.

–Ok, entonces me voy.–Me encaminé a la puerta y Lauren corrió deteniéndome.

–No te vayas Camz, hablemos entonces.–Me tomo de la mano para llevarme a la cama. Me senté en el borde de está soltando su mano, ella me miró disgustada pero no dijo nada. Me aclare la garganta y hable.

–Primero que nada. ¿Cómo me encontraste?–Pregunte de manera directa.

Lauren tomo una silla que estaba juntos la puerta la acomodo delante de mi, tomo asiento pasando una mano por su cabello cuando y  por fin hablo.

–No fue del todo fácil, pero las redes sociales me ayudaron. Aunque no te voy a negar qué pasó por mi cabeza pagar un investigador privado.–Hizo una mueca–De cualquier manera no tenía el dinero en ese momento.–La mire confundida tratando de comprender, ella lo noto por lo que agregó– Cuando agregas tu ubicación en las fotografías a eso me refiero.–Abrí un poco la boca asombrada comprendiendo, Lauren sonrío.–Yo lo siento si me escuchó demasiado loca, de verdad que ya no sabía que más hacer para encontrarte.–Negué.

–Yo...cuando pasó todo eso se me cerro el mundo porque mi padre no quiso pagarme el viaje hasta aquí. Me dormí molesta con él y llorando.–Agregó–Pero después caí en cuenta de que no sabia precisamente dónde encontrarte, busque en internet y México es inmenso o Ciudad de México como le digan aquí.

–¿Tú querías volar aquí esa misma noche?–Pregunté llena de asombro.

–Claro que si Camz, no podía dejar las cosas así.

–Cómo creerte, Lauren.–Me miró cabizbaja.

–Créeme por favor.– Apoyo ambos codos en sus rodillas .–Me tarde un poco en venir pero... aquí estoy.–Sonrió un tanto desanimada.

–Pero... tú me dejaste de llamar hace meses, sin contar la de hace unas semanas.

–Lo sé, pero, ¿Para que seguir llamándote si nunca atendías?–Desvíe la mirada de sus ojos y me sentí mal ella tenía razón nunca conteste ni una sola llamada después de esa noche.–Pero eso no quiere decir que te olvidé, solo estaba trabajando para juntar el dinero para el vuelo y demás.–Tomo mi barbilla causando que la mirara a los ojos. Los suyos me miraban con un verde precioso con brillo en ellos y a la vez suplica, ¿Cómo no creerles? ¿Cómo no caer ante ellos? Me levante de la cama no podía seguir ahí o caería como una fácil y no lo era.

–Camz...tú eres la única, ni siquiera me importaron los estupidos coqueteos de la mesera.–Al decir aquello recordé el porque estaba molesta con ella.

–No lo parecía.–Le rete. Lauren rió.

–Yo solo quería ver tu reacción.–Camine hasta ella mirándola con el ceño fruncido.

–Eres una celosa, Camz.–Ella me jaló de los brazos provocando que cayera en su regazo.

–No se que de hablas.

–Si querías asesinar a esa chica con la mirada solo por darnos un buen servicio.

–Dirás dándote un buen servicio.–Lauren me abrazo por la cintura pegándome más a ella.

–Y yo en todo momento te daba mi atención a ti.

Se acercó más a  mi mirando mis labios y no pude evitar mirar los suyos, lucían tan apetecibles que no me resistí y la besé. Cuando menos pensé nuestras lenguas bailaban juntas, comenzaba a creer que jamás me acostumbraría a la sensación de lo bien que besa Lauren. Cerré los ojos dejándome llevar. Nos separamos por falta de aire, ella me sonrió y tierna acaricio mi mejilla y yo le sonreí de vuelta.

–Eres tan preciosa, las fotografías no representan en lo más mínimo lo preciosa que eres.

Se inclinó para besarme de nuevo me alzo para que me sentara con una pierna a cada lado de sus muslos y fue cuando el beso comenzó a tornarse más hambriento y desesperado. Nuestras lenguas luchaban por ver quien mantenía el control cosa que ella obtuvo. Gemí cuando mordió mi labio inferior lo que solo provocó que la besara con más ganas que antes. Lauren bajo sus manos a mis piernas acariciándolas de arriba a abajo libremente pues traía falda corta. La escuche suspirar cuando las tomo con fuerza, seguimos besándonos y tome su cuello para atraerla lo más posible al beso. Estaba perdida en las miles de sensaciones hasta que sentí como tomaba con ambas manos mi trasero apretándolo fuerte, gemí en su boca a lo que sonrío bajando los besos por mi cuello.

–Camz...–Susurró en mi oído y fue cuando volví a la realidad abriendo mis ojos.
Me levante de su regazo acomodando mi ropa. Lauren me miró confusa.

–No creas que será así de fácil.–Me encaminé a la puerta abriéndola. Lauren se levanto caminando a mi pero le hice señas con mi mano para que parara.–No olvidaré todas las noches llorando así de fácil.

Lauren se quedo parada a mitad de habitación y me miró triste.
Me fui de ahí corría el riesgo de ceder si me quedaba. La seguía amando lo sabía y lo sentía pero tampoco se me hacía nada fácil dejarlo pasar como si nada, como si no fuera tan terrible lo que le hizo y olvidar todo lo que me atormentaba hasta hace unos días. Yo no me consideraba una persona rencorosa pero, ¿Cómo perdonar la primera infidelidad que viví? Y lo más importante ¿Valía la pena perdonar  e intentarlo de nuevo? Todas esas preguntas se agolpaban en mi cabeza mientras volvía a casa.

A kilómetros de ti.  (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora