CAPITULO 4

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Pasaban de las 3 a.m. y la fiesta estaba a tope.

Keana continuaba bailando conmigo, de una manera tan sensual que me perdía en euforia. De pronto el Dj cambia de ritmo de música a algo muy movido y a la vez sensual a lo que por reflejo tome las caderas de Keana y la pegue a mi, ella gustosa tomo mi nuca con sus manos balanceándose al ritmo de la música. Y yo cerré los ojos al instante, me estaba calentando y ella lo sabia.

Di un vistazo alrededor y pude encontrar a Ally bailando muy pegada de un chico alto. Normani no estaba por ningún lado, supuse que seguía bailando, ella tenia la habilidad de bailar tan bien que no tardaba nada en encontrar algún chico.

La canción terminó pero no me despegue de Keana ni ella hizo el amago de hacerlo. Me acerque a su oído y le propuse ir por unas bebidas a lo que acepto. La tome de la mano para llegar hasta la barra donde se encontraba todo tipo de bebidas.

—¿Que quieres tomar?. —Le pregunte elevando la voz para que pudiera escucharme debido al fuerte ruido de la música.

—¿Que estabas tomando tu?. —Me pregunto de vuelta.

—Yo cerveza, hoy no me apetecía nada de tequila o vodka. —Conteste alzando los hombros.

—Bueno, dame una cerveza.

Se la pase al mismo tiempo que tomaba una para mi, destape las dos y le tendí la suya.

—Que a mi tampoco se me apetece tequila o vodka, si no otra cosa.   —Dijo coqueta mirándome mientras bebía de la botella.

Por supuesto que había entendido su indirecta, alce las cejas en modo de seguirle su coqueteo.

—Me quieres decir, ¿Qué es eso que se te apetece?. —Pregunte acercándola a mi.

—¿Quieres que te lo diga o te lo demuestre?. —Atacó de vuelta humedeciéndose los labios.

—Ven aquí. —Solo le dije besándola con todo el deseo que llevaba conteniendo en toda la noche, con toda la rabia  que tenia por haber peleado con Camila y ademas por haber visto a Lucy con otra.

[....]

Desperté gracias a los gritos de mi madre.

Bravo había vuelto de trabajar y yo aun seguía dormida.

—¡Lauren Michelle, no puedo creer que aun estés dormida!. —Grito desde la planta baja.

Pase mis manos por mi rostro para tratar de aliviar la intensa resaca que sentía. Escuche sus pasos subiendo las escaleras y sabia que venia a mi habitación. Entro sin tocar la puerta, por lo que me maldije internamente por no haberle puesto seguro cuando llegue. Después recorde que muy apenas  pude subir los escalones hacia mi habitación por lo cual seria imposible ponerle seguro.

—¡Por dios Lauren apesta a alcohol!—Exclamo al entrar.

—Mamá me estas taladrando la cabeza con tus gritos. —Hable cubriendo mis ojos.

—Al menos ten la decencia de levantarte y darte una ducha. —Dijo caminando abriendo las cortinas provocando que entraran todos los rayos del sol.

—Agh. —Me quejé. Por dios no ayudaba en nada el maldito sol.

—Sin quejas, levántate que son las cuatro de la tarde. —Se dio media vuelta caminando en dirección a la puerta. —Quiero que bajes a comer en media hora, Lauren, no me hagas volver a subir. —Me advirtió cerrando la puerta.

Me levante de la cama con las pocas fuerzas que tenia y camine hacia la ducha, me desnude y el agua fría me golpeo lo que me relajo un poco.

—Maldita resaca. —Dije en voz alta.

Alce mi cabeza en dirección al chorro de agua para aliviar mi dolor. Cerré los ojos y vinieron a mi mente recuerdos de la noche anterior.

Recordé a Keana bailar sensual para mi, ir a la barra y después habernos besado. Dios si que sabía moverse y besar. Me lleve mis dedos a mis labios recordando como después de haber seguido bebiendo y bailando me la lleve a un rincón a comernos a besos como si no hubiera mañana. Estaba tan ebria que no sabia que hubiera ocurrido si no es porque el Dj detuvo la música diciendo que se había acabado la fiesta.

—"En otro momento será preciosa." —Le susurré y ella solo sonrió en respuesta.

Keana anoto su numero de teléfono en un pedazo de servilleta diciéndome que la llamara después.

Numero telefónico..... ¡MI CELULAR!

Salí de la ducha lo mas rápido que pude envolviéndome en una toalla buscando en los bolsillos de mi pantalón el celular, lo encontré junto con el numero de Keana, el cual seguía apagado.

—Diablos, Camila va a matarme. —Dije para mi misma. Tome un suspiro dándome valor para encenderlo y al hacerlo comenzaron a llegar miles de mensajes de Camila. Me senté en la cama abriendo su conversación leyendo, en unos cuantos me pedía perdón por la pelea, fui pasando al final donde estaba mas que molesta.

Camila: "Bien me lo dejaste mas que claro Jauregui no te interesa ni en lo mas mínimo arreglarnos. Ok."

Ese "ok" de al final me mato. Era su ultimo mensaje enviado cerca de las dos de la mañana, me deje caer en la cama, pase mis manos por mi rostro. Estaba jodida.

A kilómetros de ti.  (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora