–¿Si?–Conteste dudosa el teléfono. Me hice la desentendida aunque sabía perfectamente que se trataba de Lauren, después de todo seguía siendo su mismo número.
Llevaba evitando sus llamadas desde el día de ayer.–Camz, hasta que contestas. ¿Me estás evitando? Estaba a punto de tomar un taxi he ir a tu casa.–Suspiró– No entiendo que hice de mal para que me estés ignorando.
–Lauren... sabes que no será así de fácil.–Aclare– Además aún estoy procesando el que estás aquí.
–¿Aquí? ¿Quieres decir lejos de ti de nuevo?–Contuve la respiración, ¿Era posible que debido a haberla estado ignorando se hubiera regresado a Los Ángeles?
–¿Lejos de ti....?–Murmuré.
–Si Camz, yo no te veo a lado mío. De que sirve que este en México si nos separa la distancia, más corta, pero distancia al fin.–Dijo frustrada– De verdad Camz, al menos dame la oportunidad de hablar, dime que no volé hasta aquí para que me ignores.–Dijo eso último apenas en un audible susurro.
Se me derritió el corazón al escucharla, creó que estaba siendo demasiado dura con ella, al menos debía de tomar en cuenta que ella estaba en una ciudad completamente desconocida y yo la única persona que conocía aquí la ignoraba.
–Está bien.–Acepte al fin–Veámonos hoy, pero que quede claro que esto no borra ni cambia nada.–Escuche que dio un gritito de triunfo lo que me hizo sonreír, podía ser idiota aveces.
–Lo se Camz, ¿que te parece si pasó por ti a tu casa y vamos a tomar un café o algo para poder platicar mejor?
–No por favor, estoy harta del café. Además hoy tengo día libre y no me quiero pasar por la cafetería.–Lauren rió.
–Bien, entonces te invito a comer al restaurante de tu preferencia, yo no conozco nada por aquí... así que lo dejare a tu elección.
–Ok.
–Pasaré por ti a las 2:00 p.m.
–Pero Lauren, ¡eso es en una hora!
–Nos vemos en una hora, nena.–Colgó.
Lauren me iba a volver loca. Corrí escaleras arriba riendo, al menos no tendría un aburrido domingo como era mi costumbre.Me eche un vistazo una vez más en el espejo que tenía en mi habitación, apenas y tuve tiempo de tomar una ducha rápida, me vestí de forma casual con una falda blanca con tablones, una blusa celeste con unos tacones negros, un leve maquillaje y mi cabello suelto en ondas. Escuche como tocaban el timbre, mire la hora en mi móvil, 2:00 p.m. Sonreí Lauren es demasiado puntual.
–¡Camila, mija te buscan!– Mamá gritó desde la planta baja.
–¡Voy!– Grité. Tomé mi móvil y un suspiro, me sentía nerviosa pero ¿Por qué? Se trata de Lauren tranquilízate, pensé para mi tratando de calmarme, mientras salía de mi habitación y caminada escaleras abajo.
Encontré a mi madre acompañada de Lauren teniendo una conversación muy animada en la sala, aún no podía creer que se ganará tan rápido a mi madre ¡incluso a mi padre! Creo que si, todos fuimos víctimas del efecto Jauregui.
Lauren se levanto del sofá apenas vio que llegue a ellas.–Hola Camila.– Llego hasta mi dándome un beso en la mejilla.–Te vez hermosa– Susurró en mi oído y yo no pude evitar sonrojarme.
Lauren se alejó de mí sonriéndome con esa sonrisa perfecta que tiene se veía preciosa con esos jeans entallados negros, una blusa de una banda negra también, su chaqueta de cuero a juego y sus lentes ray-ban y claro unos tacos negros que la hacían ver aún más alta.
–Bueno señora Cabello, nos vamos.–Se despidió de mí madre con un apretón de manos.
–Sinu, querida.
–Claro si, Sinu, discúlpeme.
–No hay problema, vayan con cuidado.
Lauren me guió a la puerta para salir por fin.
–Si mamá. Adiós.
Cerré la puerta viendo como el taxi nos esperaba. Lauren me tomo de la mano abrió la puerta del vehículo para mi entrando después de mi y al fin emprendimos camino.
–¿A donde vamos?–Preguntó el taxista.
Los dos me miraron expectantes, parpadee y le susurré la dirección.
–Lauren, estás loca, me hubieras dicho que el taxi nos esperaba y habríamos salido más a prisa, te va a cobrar demasiado.–Murmuré bajo para que solo ella me pudiera escuchar.
–No importa.–Respondió con una sonrisa encogiéndose de hombros.
Había traído a Lauren a un muy buen restaurante mexicano, como no sabíamos que ordenar termine pidiendo una parrillada para las dos.
–De verdad esto es muy bueno, pero esa salsa no la vuelvo a probar.–Dijo aún tratando de quitar el sabor a picante de su boca con la limonada que tomaba a grandes sorbos. Me reí de ella jamás debes de confiarte delas diversas salsas y más si t encuentras en México.
–Y te ríes de mí, te parece gracioso he.–Alzó una ceja divertida.
–Lo siento fue algo inevitable.–Me defendí.
–Te perdonó. Solo porque eres tú, que quede claro.
Le hizo una seña a la mesera que nos atendía, se llamaba Romina y comenzaba a odiar la manera tan amable con la que se dirigía a Lauren.
–¿Se te ofrece algo más?–Pregunto dirigiendo toda su jodida atención a Lauren.
–Por lo pronto no, estamos satisfechas, muchas gracias.–Sonrió– Que bien atienden aquí.
–La mejor atención para nuestros clientes extranjeros.–Le devolvió la sonrisa.
–¿Tanto se nota que no soy de aquí?– Le siguió la conversación Lauren.
–Créeme ese acento y esos hermosos ojos verdes no son mexicanos.
Maldita sea ya solo faltaba que le pidiera su nombre junto con su número telefónico. Rodé los ojos no podía creer que fuera tan descarada.
–Queremos la cuenta. Gracias.–Interrumpí su conversación de golpe. Ambas me miraron pero yo solo mire a Lauren con una sonrisa forzada. Ella entendió y riendo le tendió la tarjeta para que se cobrará la cuenta.
Una vez que regresó y con la tarjeta me levante lo más rápido que pude para evitar que volvieran a retomar su conversación.
–Un gusto, que pasen excelente tarde.–Se despidió la mesera sonriéndole en todo momento a Lauren.Ella le sonrió de vuelta, le tome de la mano y una vez que estuvimos fuera la solté de golpe. Comencé a caminar rápido Lauren siguiéndome por detrás, trató de tomar mi mano de nuevo pero se lo impedí. ¿por qué mejor no iba a tomarle la mano a la mesera? Estaba celosa sí, para que negarlo y tal parece que eso a ella le causaba gracia.
Sabía que el hotel donde se hospeda Lauren no estaba muy lejos de aquí por lo que decidí caminar hasta allí.
No iba a hacer una escena en plena calle pero ya me iba a escuchar en el hotel.

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A kilómetros de ti. (Camren)
FanfictionLa distancia no era un problema hasta de Camila Cabello apareció en mi vida; Primera temporada Lauren Pov. Por otro lado después de que Camila se entera de las mentiras de Lauren está le ruega a sus padres pagar un vuelo a México para convencer a Ca...