Después de saber que Lauren se va unos días después de Navidad entre en una pequeña depresión y eso que aún la tenía conmigo. Todos los días despertaba solo con el pensamiento de que faltaba un día menos y me quedaba menos tiempo con ella y todo se volvía triste, aún así al estar con ella cambiaba por completo mi estado de ánimo pues siempre se encargaba de sacarme sonrisas y viceversa.
Es como el saber los pocos días que me quedaban con ella me volviese dependiente de su persona, de su presencia y hasta de su perfume. Difícilmente estábamos separadas, pasábamos juntas prácticamente todo el día, no puedo olvidar que mi madre me lo reprocho hace unas noches pero yo no pude evitar romper en llanto en cuanto le dije que la pensaba disfrutar al cien por ciento los días que me quedaban con ella. Lo sé, no es como si fuera a morir o vaya a desaparecer de la tierra pero me entraba una gran tristeza al saber que no me rodearía con sus brazos, ni me besaría los labios y me tendría que conformar con ver sus ojos verdes a través de la pantalla, leer sus palabras o solo escuchar su voz. Sin embargo es mejor que nada y me propondría a lograr estar juntas porque quizás para ella es igual o más difícil.
–Hey amor, ¿En que piensas?–Pregunto una Lauren recién salida de la ducha llamando mi atención. Negué sonriéndole, ella tomó la toalla blanca secándose su cabello.
Estábamos en la habitación de hotel yo llegue más temprano a nuestro encuentro. No podía pasar un minuto más lejos de ella. A Lauren no pareció importarle pues me recibió con una enorme sonrisa.
–Solo pienso a donde te llevaré a comer.–Respondí incorporándome de la cama.
Lauren ya tenía puestos los jeans negros hasta la cintura y aquel sujetador negro, se estaba poniendo aquella blusa negra mientras yo caminaba hasta ella. Apenas y estuve frente a frente me tomo de la cintura pegándome a ella, busco mis labios besándolos con cariño.
–¿Te dije que me encanta que uses jeans? Bueno todo te queda bien, pero estos jeans ajustan tu culo y me encanta.–Dijo bajando sus manos hasta llegar a mi trasero apretándolo a su gusto.
No pude evitar reír un poco ante su comentario. Mire los jeans blancos que llevaba ese día y parecían normales y simples para mi. Subí la mirada y pase mis bazos por su cuello dándole un beso en los labios.
–Mmm... los mejores besos, sin duda.–Murmuró sobre mis labios y yo sonreí. Lauren abrió sus ojos clavando su intensa mirada en mi, se acercó besándome de nuevo esta vez profundizándolo utilizando su lengua.
Nos separamos ambas sonriéndonos, me di media vuelta para ir por mi bolso y sentí una nalgada que se atrevió a darme, se me escapo un pequeño gritito por la sorpresa.
–Bien, ahora si vámonos.–Dijo tomando su chaqueta de mezclilla de la silla.
Nos tomamos de la mano para cruzar la glorieta y poder ver más de cerca el ángel de la independencia. Después de que Lauren me comentara hace unos días que lo quería conocer decidí llevarla. Subimos los escalones y Lauren me soltó de la mano para admirar todo a su alrededor yo la mire divertida con una sonrisa en mis labios.
–De verdad es más impresionante de cerca.–Comentó acercándose a mi.
–Lo sé, aunque discúlpame por no haber podido conseguir los permisos para entrar, se lleva un par de semanas el papeleo y no pude lograrlo.–Dije un poco cabizbaja.
–No importa nena, así es estupendo.–Me abrazo por detrás pasado ambos brazos por mi cintura.
–Te amo.–Susurre girando un poco para poder darle un pequeño beso.
–Y yo te amo a ti.–Respondió besando mi mejilla. Me soltó con delicadeza y miró de nuevo aquel monumento.
Habían unas cuantas personas cerca tomándose las típicas fotografías y Lauren no se quiso quedar atrás.–Disculpe, ¿Nos puede tomar una fotografía?–Le pregunto de manera educada a un chico que pasaba por allí, él se detuvo sorprendido pero asintió de acuerdo. Lauren me dio su móvil y me abrazo yo quedando entre el hueco de su cuello y ambas sonreímos a la cámara.
–Gracias.–Le dijo al chico una vez que le devolvió el móvil.
–Espero que ya te decidieras a donde me llevarás a comer porque muero de hambre.–Hablo acercándose de nuevo a mi dándome un casto beso en los labios.
[....]
–Amor, no me has dicho que vas a estudiar, todo lo que sabía es que aún no te habías decidido.– Pregunte dándole un trago a mi refresco de cola.
–Es verdad, discúlpame Camz, se me pasó por completo.–Negué restándole importancia.–Estudiare arquitectura como papá.–Se limpio la comisura de su boca y continuó.–sabes, es como si ahora después de que trabaje por estos meses me ayudará a encontrar mi profesión.–Termino de hablar con una sonrisa.
–Me alegro por ti, bebé.–Respondí con sinceridad, al menos ella ya lo sabía y no la presionarían más en su casa con el tema.
Algunas veces nuestros padres pueden ser demasiado fastidiosos con el tema y te ahogan al cuestionarte cada día el que será de nuestras vidas y lo qué pasa es que ni siquiera nosotros tenemos idea. No por tener dieciocho años sabremos mágicamente la respuesta.–Tu aún tienes un año para decidir.–Tomo mi mano sobre la mesa apretándola en señal de apoyo.
Me sorprendí por sus palabras es como si me hubiera leído la mente.–Y yo estaré para apoyarte.–Afirmó.
–Te amo tanto.–Dije y pude ver cómo ella sonrió enorme.
–También te amo Camz.
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A kilómetros de ti. (Camren)
FanfictionLa distancia no era un problema hasta de Camila Cabello apareció en mi vida; Primera temporada Lauren Pov. Por otro lado después de que Camila se entera de las mentiras de Lauren está le ruega a sus padres pagar un vuelo a México para convencer a Ca...