Hace un mes que nos dejaron el trabajo anual y hasta el momento responder las preguntas había sido algo fácil, en las otras clases los maestros nos pidieron organizarnos en las mismas parejas que para el trabajo y ahora siempre estaba con Theo, pero no de la manera en la que me gustaría, sólo me saluda y se la pasa en silencio todo el tiempo.
En la clase de arte le conté un chiste y sólo me miró como si estuviera loca, nada de lo que comúnmente hacía reír a alguien le causaba gracia a él.
— ¿Y ya iniciaste? —pregunta Astrid tirándose en la cama
— Llevo las primeras dos preguntas ¿y tú?
— Sólo la primera, la chica que me asignaron es muy tímida y creo que me tiene miedo. Pero me agrada. —dice y yo le sonrió
Por lo menos su pareja le hablaba de vez en cuando.
— ¿Y Theo? —pregunta
— Nada.
— ¿Nada? ¿Cómo que nada?
Se sienta en la cama y me ve sin entender.
— Sólo me saluda, es más fácil que me hable con una piedra. —digo desanimada
Ella se levanta y me da un abrazo.
— Habla con él, debes invitarlo a la casa para hacer el trabajo o queden de verse en algún sitio. Recuerda que deben entregarlo el mismo día.
— Es una buena idea para hablarle. Mañana lo buscó y le habló. —digo y ella sonríe
— Esa es mi chica. —chilla feliz para luego volver a abrazarme
Comenzamos a reír por diferentes tonterías y luego nos vamos a dormir.
Mañana le hablaría mañana definitivamente comenzaría el plan para conquistar a Theo.
(...)
— Hola. —saludo a Theo y este despega la vista de su libro
— Hola. —responde
— ¿Ya has hecho el trabajo? —pregunto y el asiente.
— Lo termine ayer. —agrega
'Él ya lo terminó y yo solo llevo dos preguntas, tengo que terminarlo'
— ¿Te parece si lo entregamos la otra semana? —digo y el asiente
— No hay ningún problema. —dice y le sonrió
'Es ahora o nunca'
— Debemos empezar a convivir juntos... Digo eso fue lo que dijo el maestro.
— Respecto a eso, no estoy muy convencido de hacer eso. ¿Qué tal si cada uno hace lo suyo por su cuenta? Si tienes alguna duda o algo puedes buscarme, pero prefiero hacerlo sólo.
¿Que? No, no y claro que no. Joder esta es mi oportunidad de hablarle y no la pienso perder.
— Lo siento, pero no me parece, el maestro dijo que sería en parejas y así se hará. —digo un poco molesta
— Nadie se tiene que enterar es más si quieres hago tu trabajo, ¿aceptas? —dice ofreciéndome su mano
En cualquier otra circunstancia la habría aceptado, pero no ahora, aparte de no querer hacer el trabajo conmigo se ofrecía a hacérmelo como si fuera una holgazana.
— No acepto. —digo sería y su rostro cambia a uno de asombro
— ¿Que dijiste? Te estoy proponiendo hacerte un jodido trabajo de diez mil palabras a cambio de una tontería y no aceptas. —dice furioso
— Lo haremos juntos te guste o no. —termino y en sus ojos puedo ver enojo puro
— ¿Algún problema señores? —llega el maestro de deportes y ahora es cuando me doy cuenta de que somos el jodido centro de atención de todo el salón.
— Ninguno. —responde Theo alejándose de mi
Ahora entendía cuando decían que Theo podría llegar a causar miedo con un par de palabras, cuando se enojó creí por un segundo que me gritaría, pero se contuvo y eso me dio un poco más de miedo.
— Haremos una actividad la cual deberán realizarla con sus parejas. —dice el maestro tomado una lista con nuestros nombres
Cada uno busca a su pareja y se quedan juntos.
— Harán una serie de obstáculos, uno irá vendado, por lo que su pareja lo ayudará con los obstáculos. Luego cambiarán de lugar, y cuando terminen deberán correr cuarenta vueltas, si el uno se cansa deberá ser ayudado por su pareja. Ganan los primeros que lleguen, serán puntos para sus trabajos. —nos aclara todo y nos muestra el circuito. — ¡Corran niñas! —grita para luego sonar su silbato
Busco a Theo y este no refleja preocupación alguna.
— Tu ras vendado de primero. —digo y el solo asiente
Él se debe agachar para que pueda ponerle la venda y luego lo tomo de la mano y lo llevó así el primer ejercicio.
(...)
En una hora ambos ya habíamos terminado los ejercicios y sólo nos quedaban las cuarenta vueltas.
Estaba empapada en sudor y tenía mucha sed, me caí saltando un obstáculo y ahora me duele todo el cuerpo.
Comenzamos trotando y luego Theo sube el ritmo, el si tiene más contextura atlética que yo.
'El suelo luce tan cómodo que incluso podría tirarme en él y dormir plácidamente' el cansancio ya me puso a alucinar
— ¿Cuántas llevamos? —pregunto esperando qué me diga que es la última
— Faltan cinco. —responde para luego volver a correr más rápido
'Que he hecho para merecer esto'
Mi rindo definitivamente y paro, Theo se gira al ver que no lo estoy siguiendo.
— ¿Sucede algo? —dice mirándome con ¿preocupación?
Algo nuevo
— No puedo más. —digo y el frunce el ceño
— Vamos tu puedes, son cinco vueltas más. —toma mi mano. — Vamos a trotar, no quieres ganar vamos de terceros. —dice dándome ánimo y miro hacia adelante
Los chicos atléticos van ganando.
— Vamos a ganar. —le digo
Volvemos otra vez a correr, y según mis cuentas sólo nos faltan dos vueltas más para terminar este infierno.
— ¡Última! ¡¿quién ganará?! —grita el maestro
Theo toma mi mano para que ambos lleguemos juntos y comenzamos a correr con toda la energía que nos queda.
La otra pareja pisa primero la línea y quedamos de segundos.
— Esta es solo una de las tres pruebas que les haré a lo largo del semestre, ahora ya pueden irse. —dice el maestro y justo suena el timbre de la salida
Era viernes y lo bueno sería que podría descansar todo el fin de semana.
— Nos fue bien. —dice Theo al lado mío
Estaba enojada con él, pero todo eso se me pasó al ver su cara de preocupación unos minutos antes.
— Perdón por lo de antes. —dice ofreciéndome su mano y la aceptó feliz.
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18/01/17
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Por Tu Sonrisa ©
RomanceNadie en el Instituto ha visto a Theo reír o tan siquiera mostrar una sonrisa de cortesía. El problema es que ella se enamoró de Theo. De su frialdad, de su mirada intensa, de su voz. Pero el tan siquiera le ha dirigido la palabra. Christine quiere...