Capítulo 31

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- ¡Christine! -me sobresalto al escuchar mi nombre y doy la vuelta en busca del dueño del grito.

Por su aspecto diría que es un hombre de unos 30, tiene una escasa barba que hace contraste con su cabello un poco largo y recogido en una coleta.

- ¿No me reconoces?

En absoluto.

- No ¿quien es usted? -no me parecía apropiado hablarle de tú a un desconocido.

- Ethan... Me duele que te hayas olvidado de mi Chris.

- No te recuerdo y lamento si te olvide, estoy ocupada así que debo irme. Adiós. -le dedico una sonrisa de cortesía y sigo mi camino de hace unos minutos.

- Sería lindo salir un día de estos y ponernos al tanto ¿no? Hace mucho tiempo no te veía y la verdad luces demasiado hermosa. -me ofrece una tarjeta con su nombre, número de teléfono y correo.

Ethan Koch.

Su nombre me era familiar pero no lograba recordar de donde.

- Sólo un café y te diré cuando este libre.

- Gracias y enserio sigues igual de hermosa como hace 8 años. Adiós Chris. -vuelve a sonreír y me da un corto abrazo antes de irse, había sido incómodo el abrazo tampoco es muy lindo que alguien desconocido llegue y te abrace.

A mis 16 años podría decir que era una tonta, no tenía malas calificaciones pero me uní a ciertos grupos como las de porrista, aunque ya había dejado la gimnasia dos años atrás, lo hice más que todo por tener "amigos" de los cuales no salió ni uno sólo.

Los únicos amigos que mantenía hoy en día era a Astrid, Thomas, Frank y Dylan.

Grace fue una valiosa amiga que me ayudó demasiado con Theo. No sólo a conquistarlo sino también a comprenderlo y eso fue lindo. Lastimosamente murió hace 4 años. Empecé con una pequeño resfrío que se expandió hasta tener neumonía, fueron días difíciles para Theo. Su primer amor estaba demasiado enferma y por más que el quisiera hacer algo no había forma. Ella ya estaba cansada de enfermarse a cada rato por su débil sistema inmunologico y sólo quería que ese fuera el fin de todo, fue triste verla a ella en sus últimos momentos y ver a Theo aún más triste.

Con los meses las cosas fueron pasando, el dolor de perder a un amigo fue más llevadero y se entendió que era su decisión, después de todo ella también estaba sufriendo al estar tan limitada.

Para Theo fue otro golpe que con el tiempo logró ir superando, no me sentía mal cuando el iba con ella porque entendía que antes que nada ella fue su mejor amiga y novia por mucho tiempo. Habían vivido tanto juntos no podía sólo pedirle que se tomara su muerte como algo son relevancia.

(...)

- Me gustaría que prepararan un ensayo o una exposición de sus autores favoritos y uno de sus libros sería  para conocer un poco más acerca de ustedes y sus gustos. El trabajo sería para dentro de una semana ¿les parece?

La mayoría de chicos asienten y dejó la anotación en la agenda. Salgo del salón ya que la jornada había acabado.

Estaba cansada de tener que levantar la voz para que me escucharan pero del resto había sido un buen día, los chicos no eran groseros y habían sido muy amables a la hora explicarme como habían sido sus clases y la metodología con el otro maestro antes de que este de fuera por motivos personales.

- Christine -la voz de Theo es un relajante. - ¿como te fue?

Esta vez no tenía su típico traje de doctor, lleva una camisa blanca de botones con un pantalón de vestir y un abrigo. Su cabello esta un poco desorganizado por lo que es fácil deducir que estaba estresado y empezó a dañar el orden de este.

- Hola, bien ¿y a ti? -le doy un corto beso y caminamos al auto. Era raro ver como Theo ahora no salía altas horas de la noche y llegaba más temprano a casa pero a la vez me alegraba que descansará más y repartiera bien su tiempo.

- Fue un día aburrido, extrañe tu comida y a ti, pero verte arregla todo eso.

- Estoy de acuerdo contigo, te extrañe mucho. -le doy un abrazo y recibo un beso en la frente por parte de él.

El camino a casa se me hace más largo de lo normal, quiero descansar pero primero debo preparar la clase de acuerdo a lo que los chicos llevaban.

Theo se ofrece a pedir pizza y voy al cuarto a cambiarme de ropa.

Vacío los bolsillos y me encuentro con la tarjeta de Ethan, la dejó sobre la mesa de noche y voy a tomar un  ducha para relajarme.

(...)

- Profesora Kurtz. -dejó de tomar mi café y levantó la vista.

Era otra vez el chico de hace unos días, el que dijo conocerme pero al cual sigo sin recordar.

-Dijiste que me llamarías y no lo hiciste. -toma asiento. - ¿Botaste mi tarjeta?

- La perdí. -miento y sigo revisando el libro que presentó un chico en clase y me pareció interesante.

La verdad Theo había botado la tarjeta cuando le dije que me la dio un chico que decía conocerme, se enojo un poco y parecía celoso.

- ¿No me recuerdas?

- No, la verdad no se de donde debo de recordarte aunque me causa curiosidad.

- Fuimos novios en la preparatoria ¿ahora si recuerdas?

De seguro mi cara de asombro era épica. No tuve novios hasta Theo, admito que salí con unos chicos pero sólo fueron una o dos citas. No me sentía cómoda y lo dejaba en claro luego, no era justo ni para ellos ni para mi estar "saliendo" cuando no estaba cómoda.

- Yo no tuve novios.

- Salimos hace siete años, en muchas citas... Bueno fueron tres o cuatro pero sentía esa magia entre los dos y aún la siento. Se que en ese entonces no era lo mejor pero he mejorado con la idea de que podrías darme otra oportunidad. -tenía un brillo raro en sus ojos que para nada me gustaba

- Oye lo siento, yo ya tengo a una persona y no siento nada por ti. Te ofrezco mi amistad si eso te interesa  pero no puedo darte una oportunidad como para ser pareja.

Cierra sus puños con enojo y  golpea la mesa, me levantó un poco asustada por su reacción y me alejó un poco.

- Esta bien seamos amigos. -me ofrece su mano con una sonrisa falsa, a decir verdad ya me daba miedo. No se ni porque carajos le dije que le ofrecía mi amistad.

- Vale... Lo siento pero debo irme. -agarró mi bolso con el libro. - Otro día hablamos con más calma ¿okey?

- ¿Podríamos ir a cenar hoy? Me lo debes después de rechazarme.

No, no le debía nada. Y mucho menos iría con el después de esa reacción, podía entender su enojo por el rechazó pero tampoco era sano ir con él justo el mismo día que le dije que no.

- Tengo un compromiso y no quiero faltar. -le dedicó una sonrisa menos falsa a la que él me dio antes y sigo  mi camino.

Realmente no me agradaba por eso no le escribí o llame cuando me dio su tarjeta, su aura inspira cierta locura que te da miedo y te opone incómoda.

A pesar de que soy alguien que trata de ser lo más amable y cortés con las personas él no me inspira a ser lo y tampoco me forzaría sólo por complacerlo.

Theo no vendría por mi ya que había surgido una emergencia y lo necesitaban en el hospital así que me iría en un taxi dado que Theo es quien tiene el auto ahora.

Camino unas dos calles tratando de el olvidar al chico loco de antes.

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11/08/2018

Por Tu Sonrisa ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora