Capítulo 4

8K 526 88
                                    

— Clase —dice el maestro y todos guardan silencio. — Hoy hablaremos de un tema muy importante, el acoso escolar, y todo lo que conlleva ello. —termina de decir y sólo puedo maldecir internamente.

Todos los años se hablaba de lo mismo y las cosas nunca mejoran, siempre hay algún chico molestando a otro por alguna tontería insignificante.

El maestro continúa hablando del tema y algunos ya comienzan a bostezar de cansancio, era el mismo discurso que incluso podemos recitarlo de pies a cabeza sin ningún error.

— Por eso este año haremos algo diferente. —dice y todos lo vemos sin entender

Esto siempre se hace en la clase de ética y lo único que se nos pide es ir organizando unos dos ensayos sobre el tema los cuales se entregan dos meses antes de acabar el ciclo escolar y lo califican todos los maestros del Instituto.

— Se les asignará un compañero el cual hemos seleccionado cuidadosamente, los grupos no serán entre amigos, serán entre chicos que casi nunca se hablan. —explica y toma de su escritorio una carpeta. — Se les entregará dos hojas con trabajos, los primeros deberán hacerlos solos. Para resolver el segundo deberán convivir con su compañero primero y luego de eso responder las preguntas. Ustedes se preguntarán el fin de esto, es muy fácil queremos enseñarles a ustedes que esas personas a las que pueden llegar a despreciar pueden tener mucho más en común con ustedes que las personas que son sus "amigos", sus padres ya están al tanto de este proyecto y ninguno se puede negar a realizarlo.

Pasa por cada puesto y entrega una hoja, el cuestionario sólo consta de 5 puntos.

1. ¿Que le inspira su compañero al verlo?

2. ¿Lo considera alguien superior, igual o inferior a usted? ¿Por qué?

3. ¿Cree que podrían llegar a compartir gustos similares o tener cosas en común?

4. Recurra a sus amigos o diferentes personas y pregunte que piensan acerca de su compañero.

5. ¿Que opinión han dado de su compañero? ¿piensa que es cierta?

Comienza a nombrar los grupos, los chicos que se consideran populares con los chicos tímidos, parejas totalmente diferentes.

— Baermann y Kurtz. —dice y algunas personas ahogan un grito a lo cual sólo ruedo los ojos, tan idiotas como siempre.

Sólo levantó la vista hacia el maestro esperando que me señale quien será mi compañero, señala a una chica castaña que está de espaldas esta ni se molesta en dar la vuelta para que pueda ver su rostro.

'¿Cómo quieren que realice un trabajo sobre alguien que ni conozco? Están totalmente locos en este Instituto'

Todas las personas del salón comienzan a buscar a sus respectivas parejas, se presentan algunos y luego vuelven a sus lugares.

Me levanto de mi mesa y me dirijo hacia dónde está mi compañera.

— Kurtz. —digo tocando el hombro de la chica y está mete un pequeño salto en su asiento

Se levanta y para sorpresa mía es la chica de ayer.

La loca que estaba interesada en conocerme a toda costa, le seguí la plática sólo por cortesía.

— Theo. —dice saltando a darme un abrazo, sólo le doy un toque en su espalda y me separo de ella. — Otra vez juntos. —dice feliz y sólo asiento

Me despido de ella y vuelvo a mi mesa para preparar las cosas de la siguiente clase.

— Ya todos se han presentado y sólo queda decirles que quiero ese trabajo en mi escritorio para marzo, casi tres meses son suficientes para resolver estas simples preguntas. ¿Hay dudas? —pregunta y sólo una chica levantan la mano

— ¿El límite de palabras?

— Treinta mil, en la siguiente clase les traeré las normas que deben seguir. —dice para luego salir del salón

Suena el timbre y en dos minutos llega el otro maestro.

(...)

— Theo. —dice Thomas entrando a mi habitación

— Thomas. —saludo y él sonríe

— ¿Es verdad lo del trabajo con Christine?

Asiento y hace una cara rara.

— ¿No crees en el destino? —niego. — No crees que ella se está apareciendo mucho en tu vida, ¿de qué hablaron ayer?

— Comenzó a preguntar por mí vida, es un poco entrometida. —digo y él asiente no muy convencido

— ¿Y te parece?

— ¿Me parece qué?

— A veces creo que te haces idiota pero bueno, volviendo al tema ¿te parece bonita, fea, llama tu atención o algo?

— Es bonita. —digo y él sonríe pícaramente

— Bonita, como para... —lo corto antes de que pueda seguir.

— Bonita de que no es fea, pero no esperes que me interés para algo más. —aclaro y el hace un puchero de niño

— ¿Por qué no?

— Porque... No es mi tipo.

— No te va a donar nada Theo.  Piensa en darte una oportunidad tal vez no con ella, con otra chica o un chico lo que sea, pero Theo sólo queremos verte feliz. —dice y sólo causa que me enoje

— ¿Quién te mando? ¿Mamá? ¿Papá? —pregunto furioso y el niega

— Vine porque quise, porque quiero ver al Theo de antes, al que reía al que no le importaban las personas. No esté Theo al que no le importa nadie. Estoy muy seguro de que a ella no le gustaría que fueras esta clase de persona, te odiaría. —dice para luego salir de mi cuarto furioso

Podía sentir el enojo que causó Thomas correr por todo mi cuerpo, tomo lo primero que veo, mi teléfono, y lo arrojo furioso en el suelo destruyéndolo, así terminó arrojando otras cosas y terminó sentado en el suelo mirando el desastre que he causado. Hace mucho que no hacía algo así y sólo quería llorar, ella me falta más que nada.

Mi mamá grita desde afuera preocupada y sólo les pido dejarme sólo, sabían que era un tema tan delicado incluso para mí que por lo mismo no se permitía hablar de él.

"Te odiará"

"Te odiará"

"Te odiará"

Sus palabras se repiten constantemente en mi cabeza y solo puedo tomar mi cabello furioso.

Me odiaría, de eso estoy seguro, me aborrecería con todo su ser, pero todos esos sentimientos no serían tan grandes como el odio que ya siento por mí.

▪▪▪✖
17/01/17

Por Tu Sonrisa ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora