Capitulo 28

4K 264 30
                                    



Christine.

Terminó el jugo y le doy a Theo una mirada en señal de que ya puede empezar.

- ¡Debes tener cuidado! ¿En que pensabas al salir sola? Niña tonta

Guardo silenció y sigo escuchando los regaños y quejas de mi querido novio que ahora parece mi padre o incluso mi madre.

- Solo salí por tu regalo... Me olvide del dia y lo siento mucho.

Él solo sonríe.

- Ya sabia que te habías olvidado, a veces parece que sufres de memoria a corto plazo, Dory. -dice riendo

- Perdón, señor con excelente memoria. -ruedo los ojos y el sigue riendo

Lanzó un pequeño gruñido

- Se supone que quiero enojarme pero tu no me dejas -me quejo tal cual una niña pequeña

- Yo no impido nada, ¿acaso que hago?

- Te ríes... Y tu risa es bonita... Lo suficiente como para evitar que me enoje contigo. Idiota.

- Esta bien amor, enójate.

Trata de mantenerme serio y termina volviendo a reír, esta vez más fuerte.

- No quiero que la gente nos mire raro. -sigo comiendo

- Bueno no me reiré más y ahora si es enserio. -saca su celular y sus auriculares, lo que me faltaba.

Ahora el ofendido es él, delicado.

- ¿Viste las inscripciones en la universidad?

El solo asiente, perfecto por lo menos me escucha asi que no esta molesto realmente, si fuera asi tendría el volumen al máximo y me ignoraría.

- He pensado en entrar a la facultad de medicina -dice con una pequeña sonrisa



¿Medicina? Desde que había empezado a ser más cercana a él sabía de su fascinación por la historia y la arquitectura, no pensé que la medicina le llegara a interesar.

Podría haber jugado que terminaría siendo arquitecto y seria el sucesor de su padre.

- ¿Por qué medicina?

- Las personas que más quiero siempre terminan lastimadas o muertas, me gustaría poder ser útil y si se presenta algo poder salvarlos. Y puedo salvar más vidas, se que es raro porque yo tiendo a alejarme de enfermedades y eso pero me sentiría mejor si pudiera ayudar.

Simplemente wow.

- Es bonito lo que piensas hacer pero ¿estas seguro? ¿Quieres ser doctor? Tu sabes que no es una carrera muy fácil que digamos, es mucho tiempo, requiere mucha disciplina cosa que se que tienes pero no quiero que luego te arrepientas de eso. Así que por favor piénsalo bien.

- Estoy seguro, lo he pensado mucho desde que te conocí, quiero ser útil. Y se que es algo difícil pero puedo hacerlo.

- Vale yo te apoyó ¿Tus padres ya saben?

El niega y me da un abrazo.

- Les diré mañana, por ahora solo quiero disfrutar contigo. Vamos al cine o lo que quiera hacer la señorita Kurtz.

- Quiero tener la cita que no tuvimos por mi accidente...

- Vale hoy la tendremos -sonríe y me da un corto beso- ¿Te vas a arreglar o vamos así?

- Así esta bien tonto.



5 años después

- ¡Theo! Joder te dije que debías dormir, no debes forzarte así ¿quieres morir por exceso de trabajo?

Él se acerca y me besa.

Maldito... No podría contra eso.

- Lo siento, enójate si quieres. Pero solo quería terminar de cumplir mis horas, asi podre graduarme más rápido e iniciar la especialización. Te amo mucho -dice mientras juega con mis mejillas-   No te enojes por favor, olvida lo que dije antes de que te puedes enojar.

- Yo te amo más, tranquilo que igual no me enoje, solo me preocupo. No quiero que estes mal ¿Es mucho pedir?

- No, no lo es. Pero ya pronto termino, saldré a descansar un mes y ya luego hare la especialidad, relájate señorita escritora ¿Si?

Por cosas de la vida no termine estudiando gastronomía, realice una licenciatura en literatura y el lindo doctor que tengo por novio termino de enseñarme el gusto por los libros, poco a poco me arriesgue a escribir algo.

Una pequeña historia de amor de dos jóvenes, muy diferentes, pero que aun asi lograron aprender a amarse y que entre ellos lograron ayudarse para poder vivir.

Mi historia de amor con Theo Baermann pero un poco alterada, no quería que fuera tan personal.

- Te perdiste mi lanzamiento del libro -frunzo un poco el ceño, era algo especial para mi y el no había estado.

- Yo si estuve, no en primera fila por desgracia pero te vi -el saca su celular y me muestra una fotografía donde estaba dando mi pequeño discurso de agradecimiento- ¿Si ves? Estuve allí solo no pude quedarme más, me llamaron de imprevisto, lo siento.

- Esta bien, solo me hubiera gustado verte. Pero ya sera a la próxima -camino a la mesa y tomo asiento- te espere para comer así que no pienso aceptar un "no tengo hambre" ¿entendido?

- Si, señorita últimamente esta muy amargada ¿que sucede? y no pienso aceptar un "nada, estoy bien" por respuesta ¿entendido?


- No me copies -ruedo los ojos- no dormir te hace alucinar Theodore.

- ¡Oye! -dice con indignación- yo estoy de maravilla, aun cuando no duermo mucho ¿es por qué no he tenido tiempo para ti? porque si es así tranquila que todo tiene solución –se levanta y rápidamente se quita la camisa.

- ¡Theo! No es eso –siento las mejillas hirviendo y me levanto para irme, maldito pervertido- ¿en qué momento dejaste tu faceta de niño bueno?

- Mmm contigo la deje hace muchos años ¿lo recuerdas amorcito? y tu amas que sea asi–se acerca más a mí y me agarra de la cintura- ¿en serio no quieres o solo quieres que me sienta mal en venganza?

- Tal vez, puede ser un poco eso.

- Señorita es usted malvada ¿lo sabia? 

- Un poco, pero en mi defensa te lo mereces -trato de mantenerme seria y no pensar en lo malditamente sexy y provocador que lucia Theo

- Lo se, por eso no te volveré a descuidar amor.

Por Tu Sonrisa ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora