Capítulo 10

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Ya han pasado unos días y Frank logro encajar muy bien en el Instituto, con los chicos se ha llevado muy bien y hasta ya tiene pareja, si él es bastante rápido.

Con Theo voy bien, ahora ya entiende los chistes que se le cuentan y se ríe más, hemos salidos más. Definitivamente estoy enamorada de este chico es que simplemente es perfecto sus ojos, su boca, su cabello, la forma en la que habla y camina, todo de él me gusta y me asusta lo que él me pueda decir cuando le diga lo que siento, ya le he tirado varias indirectas y no lo ha notado, hasta he llegado a pensar que puede ser gay.

Hoy es el día de mi cumpleaños y como algo típico entre mi familia me trajeron un pequeño arreglo de globos y mi hermano tan amablemente me tomo la primera fotografía de mis diecisiete en la que salgo siendo un asco total con el cabello todo enmarañado.

El desayuno fue entre anécdotas por parte de toda mi familia sobre mi infancia y los halagos de mi progenitor tratando de obtener un poco de mi cariño, cosa que le costará.

Mamá estaba terminando de arreglar unas cosas y los meseros vienen y van con las órdenes de ella, nos pide a mi hermano y a mí que subamos a alistarnos para que estemos listos a tiempo, entre risas le hacemos caso y luego cada uno toma rumbo a su habitación.

Tomo una ducha y busco en mi closet el vestido que trajeron hace unos días, totalmente ceñido a mi cuerpo con un escote en el busto y en la pierna derecha hecho en una tela transparente con pedrería en la parte del busto.

Ya podría esperar los gritos de mi madre cuando vea el vestido ya que no es nada conservador como ella me lo pidió, pero es mi gusto y toda mi familia sabe que no puedo ponerme algo sólo para gusto de los demás.

El cabello planchado y un maquillaje sencillo con un labial mate que sería el centro de atención en mí.

Me aplico un poco de perfume y al salir de mi cuarto me encuentro con mi hermano esperando en el pasillo, tiene un traje azul con corbata negra y su cabello rubio peinado hacia atrás.

— Luces... bien, algo revelador, pero bien, a fin de cuentas. —dice rápidamente tratando de no ofenderme

— Me veo bien porque lo escogí yo y porque es algo que me gusta. —digo con autosuficiencia, él rueda los ojos y se acerca a mí, pasa una de sus manos sobre mis hombros y da un beso en mi mejilla.

— Abajo te esperan, ya llegaron tus amigos con sus familias y tu novio aun no llega. —dice lo último con un poco de fastidio. — Theo.

Y yo que podía jurar que Theo le agradaba a mi hermano.

— Primero, no es mi novio y segundo, ¿por qué no te agrada?

Rueda los ojos y pone los manos en el puente de su nariz.

— Quiere quitarme a mi hermana, es obvio que cualquier hermano normal odia al novio o pretendiente de su hermana. Ese chico se ha llevado tus neuronas Christine.

Le doy un golpe en su brazo.

— Eres muy violenta. —se queja tocándose el brazo

— Claro, lo que digas.

Bajamos las escaleras y la casa de los abuelos ya se encuentra repleta, personas por aquí y por allá, los meseros repartiendo bocadillos y copas.

Caminamos hacia mi familia donde están entretenidos hablando unos cuantos.

— Christine. —dice mi familia al tiempo, mi hermano se ríe y recibe un pequeño golpe por parte de Mamá

— Es revelador. —comenta Frank

— Cállate castaño. —digo cortante, el trata de acercarse a mí y lo alejo. — Fue una gran ofensa Frank. —digo un poco ofendida, hace un puchero y se acerca dándome un abrazo, luego me pide perdón.

Por Tu Sonrisa ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora