Save Him ® Secretos #1

Epílogo

 
*La escena lemon de la luna de miel es el próximo extra. Espero ver sus comentarios aquí, eso me inspiraría 7u7. Disfruten esto y comentenlo. Lo hecho con mucho amor. 5,300 palabras solo por ustedes.

L@s amo.

Aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta.   

Sam Keen

5 de Diciembre

— ¡Muy bien! ¡Es todo! Fue un placer haber trabajado con ustedes. ¡Hasta el próximo año! Espero que les vaya muy bien —expreso con alegría desbordante. Las chicas se acercan y para mi sorpresa, cada una de ellas me regala un abrazo. Mis ojos se cristalizan y el nudo que se abre paso en mi garganta, me deja sin respiración. Voy a extrañarlas, se han convertido en mi familia y es duro dejarlas atrás. Hoy es el último día del semestre y también mi último día como maestra en el Dancebuzz Academy. Estoy nostálgica y con ganas de llorar e inundar el salón, no lo niego, han sido cuatro años maravillosos y llenos de emoción, sin embargo, no estoy triste, mi corazón se regocija porque pronto podré comenzar otra hermosa etapa en mi vida y aunque eso no las incluye, mi felicidad es demasiada.

—Esto no será igual sin ti —refunfuña Lynette, y Emely la secunda. Ver la situación en donde ambas féminas están de acuerdo, incluso provoca que mis comisuras tiemblen. Dios, esas chicas, hace tres años y medio, ni siquiera se soportaban, no podían mirarse y ni se diga de estar en una misma habitación... No obstante, ahora son las mejores amigas y no se separan para nada. Cómico e irónico.

—Estarán bien, se los prometo. Sean buenas y terminen esto. Serán grandes bailarinas —digo muy segura —. Tienen un potencial enorme, no lo desaprovechen.

—Gracias por apoyarnos y enseñarnos a amar aún más esto que hacemos. Tu nos diste la pasión que nos hacía falta, fuiste una inspiración y una gran maestra. Te queremos un montón —dice Emely con convicción y su rostro teñido de escarlata. Es entonces cuando raudales salados y tibios comienzan a danzar en mis mejillas. Palabras como éstas son las que te hacen continuar y nunca abandonar, aún sin importar todos los contratiempos que se presenten y los problemas que quieran atarte a su tronco.

—Ugh, ustedes, chiquillas, me hicieron llorar —murmuro entre sollozos lastimeros. Extiendo mis brazos y ellas captan el mensaje de inmediato. Entre risitas fugaces, nos rodeamos lo mejor que podemos y dejamos que las lágrimas de alegría y melancolía oscilen sobre cada una de nosotras.

*****

Llegar a casa es una de las sensaciones más increíbles en el mundo, en definitiva, mi lugar favorito para estar. Sin embargo, encontrar al hombre que amo tocando su guitarra, vistiendo únicamente su pantalón de chándal gris y su pelo revuelto, puede que sea una muy buena competencia. Joder, claro que lo es.

—Hola amor —canturreo y me acerco a su espalda. Mis manos se colocan en su ejercitado abdomen y mi boca hace un lindo camino hasta su cuello... O bueno, lo que logro alcanzar.

Siento sus músculos tensarse y sonrío. Adoro la forma en que reacciona a mis caricias. Es genial.

—-Hola mi Lucero —contesta con picardía al verme caminar hacia él y luego se voltea para estar en mi frente. Su rostro baja hasta el mío y antes de que pueda emitir algun comentario malintencionado por esa mirada tan voraz que me echó, sus labios me saborean con devoción y sus músculos colisionan con los míos.

Mis ojos se cierran instintivamente y mis dedos de hunden en esa mata castaña que tanto me encanta. Sus manos se sitúan en mi cintura y me aprietan más a él, me besa con entusiasmo y deleite y mi pulso se dispara. Todo mi cuerpo está muy consiente del suyo y eso está provocándome calor. Demasiado calor.