27. |Caliente|

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Capítulo 27

Caliente

7 de Junio

Hay muchas cosas que podría decir, como que estoy harta de estar en casa, que mamá y papá llaman todos los días, que Jancarlos tiene novia... pero eso no es relevante, mas bien podría resumirlo en que hoy vuelvo al trabajo y tengo miedo de encontrarme con Adrien. En los últimos días no he hecho más que pensar en él y en las palabras que me dijo.

Además, debemos agregar que Liam aún no aparece y que Elise se rehúsa a decirme qué es lo que se supone que debo de saber. Un perfecto bonus a mi dramática vida.

Genial.

—Chèri, la comida está servida —anuncia mi abuela entrando al cuarto. Asiento y  le hago una seña indicándole que iré más adelante; la escucho suspirar —. ¿Aún estás así?

Cierro el libro, que esta vez es de Ciencia Ficción -porque no quiero romance por ahora- y la miro a los ojos.

—Abuela, no es que esté enojada, no podría, pero ¿cómo se supone que me sienta si sé que me estás mintiendo en la cara? —respondo decepcionada y me paro del suave colchón. Le tiendo el edredón y coloco los almohadones a cada lado.

—Madison, tú e Isabella son mi vida y es por ello que quiero lo mejor para ambas. No es a mí a quien le corresponde decirte lo que quieres saber. Es a ella. Pero debes de tener claro que yo nunca estuve de acuerdo con su decisión.

—Me estás asustando y eso no es bueno.

—No quiero que te asustes, solo quiero que lo tengas en mente para cuando te enteres. Es posible que para el aniversario de Isabella y Kilian, te digan la verdad.

Muerdo mi labio inferior.

—No sé si pueda ir. He estado un mes de licencia y hace poco salí de viaje para la boda de Camille, dudo que Paul sea tan bueno como para darme el permiso.

—Él lo hará, es un buen hombre. Tu solo dile el motivo.

—No lo sé, me encantaría ir, pero siento que abusaré de la nobleza de mi jefe.

—Claro que no, hazlo.

Ruedo los ojos ante su insistencia y como no me apetece discutir por algo que no voy hacer, me quedo en silencio. Abandono la habitación y me dirijo a la sala.

Después de sentarnos, Elise bendice los alimentos y procedemos a comer. No emitimos palabra y para cuando termino, voy directo a mi cuarto.

Necesito hablar con Alex, la incertidumbre de no saber qué es lo que está pasando, me va matar. Ayer no vino a visitarme y Marie me informó que parece cabreado. Lo encontré sumamente raro, Alexander es un hombre que siempre está sonriendo y para que se comporte de esa manera, algo grave debe suceder.

Tomo una ducha rápida y me visto con unos shorts, mis vans y una remera azul marino. Recojo mi cabello en una coleta y aplico una capa de pinta labios fucsia.

Perfumo mi cuerpo y tomo mi bolso junto a mi teléfono. Voy a ir a verlo y él va a tener que decirme cuál es su estúpido problema.

*****

El taxi aparca en frente de la acogedora casa y un escalofrío recorre mi espina dorsal. Le pago lo correspondido y después de ver cuánto me cobró, me prometo a mí misma que desde el próximo mes, comenzaré a ahorrar para un pequeño auto.

En el momento justo en que toco el timbre, comienzo a arrepentirme por aparecer sin avisar, quizás ni siquiera se encuentre. Sin embargo, no tengo tanto tiempo para analizarlo porque a los dos segundos, Chantal abre la puerta con una enorme sonrisa iluminando su rostro.

Save Him ® Secretos #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora