Save Him ® Secretos #1

29. |Roces eléctricos y miradas furtivas|

Capítulo 29

Roces eléctricos y miradas furtivas

10 de Junio

Me encuentro sentada en medio de los empleados del Midnight Sensation, mientras Paul da las pautas finales sobre lo que tendremos que hacer para la esperada celebración del aniversario del Bar. Gente importante, viejos amigos, habituales cliente; todos y cada uno de ellos estarán presentes en esa gran noche. Será una locura.

La mayoría están emocionados, a excepción de las señoras de la limpieza, ellas no están con buena cara, y a decir verdad, las comprendo. Va a haber un gran desastre.

—Las bebidas estarán a mitad de precio y el área VIP estará habilitada para los socios mayoritarios —aclara el castaño rondando por la oficina.

Suspiro.

Observo a mi alrededor y de forma muy consciente me encuentro buscando algo o quizás a alguien que desde hace un par de días no sale de mis pensamientos...

Sin embargo, cuando giro a mi costado, caigo en las manos entrelazadas de mi jefe y mi querida amiga; de inmediato me golpea la tristeza que se refleja en la mirada de Alexander al estar a pocos centímetros de ellos... Y por último, pero no menos importante, en la indiferencia que cubre la expresión del cantante estrella. El susodicho está desparramado en la silla, con los brazos cruzados y con su mata chocolate, que está mucho más larga de lo normal, echa un completo lío. Resoplo.

Luce como si nada le importara, como si estar aquí le conllevara un enorme sacrificio.

Hago una mueca por el desinterés que muestra, e intento desviar mi análisis hacia cualquier otra parte. No es sano estar observándolo cómo lo estoy haciendo. Sin embargo y para mi mala suerte, la antigua misión me resulta imposible y vuelvo a toparme con Le Brun.

De manera despreocupada, tomo un mechón de mi pelo y me quedo  embelesada en los tatuajes que cubren su cremosa piel y que le dan ese aspecto de chico malo que tanto gusta dentro de las féminas de este Bar. Por una sola vez, me doy el lujo de fantasear con tocarlos y descubrir el secreto que ellos esconden y que tanto lo lastiman.

No sé qué es lo que me está pasando, pero la sensación de acercarme y quitar esa carga que lo atormenta, está creciendo con demasiada fuerza, y joder, estoy controlando mi pies para que no se muevan de lugar y cometan una locura.

Eso sí que sería desastroso. Solemos perder la razón cuando la impulsividad hace acto de presencia.

Ni siquiera se ha dado cuenta de mi obvio vistazo, por lo que me permito admirar durante un rato más  las pinceladas de tinta que van desde su muñeca hasta su hombro descubierto por la franela blanca y la ausencia de su típica chaqueta. Dios, podría ser una obra de arte y nadie lo dudaría. El muy maldito es caliente aún sin intentarlo.

Dios, todo él grita peligro, oscuridad... Y una extraña mezcla entre la sensualidad y el dolor.

Sacudo la cabeza despejando esas locas ideas, y vuelvo a enfocarme en la silueta de la esquina. Aprieto mis labios por la delgadez que percibo en su cuerpo y las ojeras pronunciadas que adornan sus ojos. No está ni cerca de como cuando lo conocí, su estado ha empeorado en gran manera y es mi maldita culpa por tener ese estúpido parentesco con la chica que le hizo daño... Es triste pensar que alguien puede marcar a una persona de tal forma, que incluso después de terminar lo que había entre ambos, las secuelas sigan influyendo en su futuro. Sé que no lo conozco lo suficiente, pero puedo afirmar que nadie merece lo que le hicieron a él, porque estoy segura que fue algo muy grave como para que esté, a éstas alturas, con ese tipo comportamiento.