Capítulo 39: Alguien inesperado

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Corrí por el pasillo, necesitaba llegar a las escaleras (las que me llevarían a la planta baja) cuanto antes. Sé que no puedo morir pero sí que me podría llevar un buen susto al ver una de esas criaturas (y más si eran como me las habían descrito). Ya veía las escaleras pero también comencé a escuchar algo que estaba subiendo las escaleras lo que hizo que me parara en seco y me quedara mirando atentamente lo que estaba por terminar de subir las escaleras. Quise pensar que se podría tratar de otro superviviente pero, cuando comencé a ver algo de pelaje negro, acompañado de unos pequeños gruñidos...

-...Oh, no -murmuré observándole.


Un miedo me inundó cuando esa criatura ya se encontraba en el rellano de las escaleras, ahí parado, mirándome con sus oscuros ojos. Yo me paralicé, no sabía cuál sería la mejor opción, si salir corriendo o quedarme parada fingiendo no estar ahí. 

La criatura giró lentamente su cabeza y entre abrió su boca para mostrarme sus afilados dientes ensangrentados. Quería gritar y correr, lo que fuera con tal de huir de allí pero no pude. Tenía miedo de que esa cosa fuera más rápida que yo. No tenía nada con lo que defenderme, ni un arma, ni nada. 

-...Tranquilo... Sé bueno... -murmuraba yo.


Intenté dar un paso atrás lo más lentamente que pude pero eso pareció no gustarle a la criatura, la cual rugió feroz y dio un zarpazo al aire. Yo, al tratar de apartarme para que su garra no me alcanzara, me caí, quedándome sentada en el suelo. La criatura se acercó rápidamente, e intentó volver a golpearme. Desde el suelo traté de cubrirme con mis brazos de su ataque. Algo detuvo su ataque, o al menos no fui yo quien lo recibió. Abrí mis ojos y bajé mis brazos para mirar en dirección a la criatura...

-S-sebatian -dije.


Él estaba deteniendo el ataque. 

-¿Dónde has estado? -pregunté mientras me levantaba del suelo.

-Buscando información -dijo él aún sosteniendo el ataque de la criatura ahora furiosa-. Tiene que ir  la sala de cabinas ¿no?

-Sí -asentí con la cabeza-. Te dejo a cargo de esa cosa -dije pasando por su lado y bajando las escaleras deprisa. 


Las escaleras eran bastante largas, más, en comparación con las de la segunda y primera planta. Cuando llegué al final de éstas, en la pared de enfrente había unos carteles que indicaban en qué dirección estaba la sala de calderas, la sala de los trabajadores, la sala de cabinas, sala de equipajes pesados, bodega, etc. 

-La sala de cabinas queda por la derecha -dije apuntando con el dedo hacia la dirección. 


Caminé por el pasillo contemplando sin querer la terrible matanza. 

-Dios, por el olor que hay aquí los trabajadores debieron de ser las primeras víctimas de esas criaturas. Menuda forma de acabar -dije desviando la mirada de los cadáveres.


Seguí caminando hasta llegar a una puerta que tenía un cartel en el que ponía "Sala de cabinas". 

-Aquí es -me dije a mi misma. 


Abrí la puerta lentamente, la sala estaba vacía, sólo estaban  teléfonos en sus respectivos postes y alguna que otra silla. Cerré la puerta detrás de mí y me dirigí a buscar algún teléfono que estuviera intacto. Habían seis postes de teléfono, dos de ellos estaban rotos, y uno estaba como bloqueado. Me acerqué a uno que estaba intacto, es más, parecía hasta nuevo. Empecé a escuchar pasos por el pasillo, los ignoré y me centré en lo que tenía que hacer. Llevé mi mano al teléfono y lo descolgué. Llevé mi otra mano(la izquierda) sobre lo botones. Antes de que marcara algún número la puerta de la sala de cabinas se abrió con rapidez por Sebastian, el cual parecía estar temeroso por algo. Yo le miré algo confusa mientras me acercaba el teléfono a la oreja. 

Kuroshitsuji Fanfic [Sebastian Michaelis y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora