-¡Dominic! -la llamé por su nombre pero nada, ella ya había colgado- ¡Mierda! -dije colgando bruscamente el teléfono-.
¿Qué debo hacer? ¿Cómo lo evito? ¡Debo hacer algo! ¿Pero qué? ¡Estoy nerviosa, no puedo pensar con claridad! Okey, debo tranquilizarme... ¡No puedo! ¡Debo, debo...! ¡¡Tengo que impedirlo cómo sea!! Ya pensaré cómo por el camino hasta la casa de Yolanda.
Fuí a la cocina corriendo y, apoyándome en el marco de la puerta le digo preocupada a Sebastian:
-Sebastian, ¡debemos de salvar a Yolanda!
-¿Qué? -preguntó atónito Sebastian-.
-No hay tiempo, ¡vamos!
Quité mis manos del marco de la puerta de la cocina y corrí hacía la puerta principal de la mansión. Mientras corría con toda mi alma hacía la puerta principal me paré en seco para mirarme a un espejo de cuerpo entero que había cerca de la entrada; llevo unas botas negras, unas medias negras,una falda mediana (me llega por las rodillas de color negro también), una camiseta color (c/f) ___________ y el parche que tapaba la marca del contrato; Al menos no voy en pijama.
Después de comprobar que iba vestida con ropa decente para salir a la calle, abrí la puerta principal para salir a la calle y así lo hice. Corrí hacía la verja, la abrí y salí del recinto de la mansión de mi padre. Miré atrás y vi a Sebastian salir de la mansión cerrando detrás de si la puerta, salió del recinto de la mansión a toda velocidad, tan rápido que cuando me quise dar cuenta, Sebastian ya estaba a mi lado...
-Lady _______. -me dijo Sebastian tranquilo-.
-¡¿Qué?! -le pregunté nerviosa-.
- ¿Por qué quiere salvar a Yolanda? -me preguntó curioso-.
-N-no lo sé. Simplemente sé que debo hacerlo.
-Que yo sepa, lady _______, esa tal Yolanda no fue muy amable con usted hace unos días y se puso del lado de la señorita Dominic. ¿Realmente quiere salvarla?
-Lo sé Sebastian. Pero, por todos esos buenos momentos que pasamos juntas ella y yo sé que no puedo hacer como si no supiese nada y dejarla cometer el error de hacer el contrato con ese odioso demonio de Dominic. -le expliqué brevemente-.
-Como usted desee. -hizo una muy breve pausa- ¿Por dónde se va a casa de la señorita Yolanda?
-Por allí, -señalé una dirección- vamos, date prisa.
-Sí, lady _______.
Corrí hacía la dirección que le había señalado a Sebastian hace un momento, y Sebastian corrió a mi lado. Corrimos dos largas calles más abajo de la mansión de mi padre. Casi sin aliento, llegamos Sebastian y yo a la casa de Yolanda. Me abalancé sobre la puerta y empecé a golpearla y grité:
-¡Por favor, abran la puert---! -Sebastian me tapó la boca con su mano izquierda y me apartó de la puerta-.
-Lady ________, -susurró Sebastian en mi oído, aún tapando mi boca con su mano- no haga ruido. -me señaló el balcón que daba a la habitación de mi amiga Yolanda, estaba abierto de par en par- Mire allí, podemos ir allí y salvar a la señorita Yolanda. -asentí con la cabeza y Sebastian apartó su mano de mi boca-.
-De acuerdo, Sebastian, llévame allí. -le ordené-.
-Yes my lady. -hizo una rápida reverencia-.
Sebastian me cargó entre sus brazos y, con una ágil salto, llegamos al balcón. Sebastian me dejó en el suelo del balcón para que entrara yo primero.
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Kuroshitsuji Fanfic [Sebastian Michaelis y tú]
Fanfiction"Soy (t/n) ______, vivo en Inglaterra en una gran mansión. Sí, mis padres son millonarios, pero aunque lo sean eso no quiere decir que yo sea una consentida o una caprichosa, es más, me gusta ganar dinero por mi cuenta, por eso trabajo en un café lo...