Capítulo 3: Conociendo al demonio...

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Me desperté en mi cuarto y... ¡Espera un momento! ... ¿¡MI CUARTO!?   ¿¡Estoy en mi cuarto!? Pero. Mi cuarto fue incendiado junto con el resto de la mansión.

Me levanté de la cama; la ventana de mi cuarto estaba abierta y la persiana subida de par en par. ¿Quién la habría abierto? Miré donde debería de estar el profundo corte que el asesino me había hecho y en vez de verlo vi una venda rodeando el lugar del corte. Fuí al baño que estaba cerca de mi cuarto para ver como me veía. Entré y me miré en el espejo, mi ropa era la misma que la del día del incendio (es decir, de ayer por la noche), mi camiseta rasgada por culpa de uno de los asesinos, mis vaqueros y mis converses manchados de tierra y barro.

-Estoy horrible. ¿Qué demonios---? - Acerqué mi cara al espejo para verme mejor y me aparté un mechón de pelo que cubría mi ojo derecho- ¿Qué es esto? 

Mi ojo se había vuelto de color púrpura y en el centro había un pentagrama, y alrededor de éste un círculo de espinas.

Parpadeé un par de veces e incluso me frote los ojos para comprobar si era una ilusión, pero no. ¡Es real!

Bajé las escaleras para ir al segundo piso, oí algo que hizo que me detuviera, era el demonio, estaba tatareando una triste melodía. Por lo bajo que se le oía deducí que él estaba en la cocina. Fui hacía allí con cuidado de no hacer ruído. Me asomé lentamente por la puerta de la cocina (que estaba entre-abierta).

-¿Eh...? - La cocina estaba vacía, no había nadie- Pero. Juraría que oí a alguien tararear aqui.

-Y lo hizo.- Oí una voz a mis espaldas, me giré rápidamente-.

-¿T-tú? - ¡No lo podía creer, era realmente atractivo!-.

-¿Sí? -Preguntó sonriendo-.

Él...Es atractivo. ¿Cómo puede ser eso? ¿No se supone que los demonios no lo son? Está claro que él adoptó esa forma para no asustarme. Él era mucho más alto que yo; Pálido; Sus ojos eran de un rojo oscuro que me recordaba a la sangre; Su pelo era de color negro, corto por detrás, un flequillo largo cruzaba la mitad de su cara y  a los lado de su cara otros dos flequillos largos.  Vestía ropa de mayordomo (con su corbata y todo), llevaba unos guantes blancos y calzaba unos mocasines negros

-¿Ocurre algo, lady _______? Está algo sonrojada. ¿No será que tiene fiebre? - Se quitó el guante de la mano izquierda dejando al descubierto unas uñas negras y el sello del contrato. Posó su mano en mi frente y dijo- No parece...

-E-estoy bien -le dije mientra quitaba su mano de mi frente-.

-¿Le apetece desayunar, lady _______?

-Sí, pero llévalo a mi cuarto, estaré allí organizando unas cosas.

Como desee. -hizo una reverencia y entró a la cocina-.

Yo en cambio subí a mi cuarto. Me senté en la silla del escritorio.

-Mamá... 

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POV SEBASTIAN:


Entré a la cocina, en cambio, la señorita ________ fue a su cuarto. Empecé a preparar el desayuno de la Joven Dama. Le preparé un té negro y un soufflé de fresas, lo puse en una bandeja de plata y me dirigí al cuarto de la Joven Dama. 

Antes de tocar a la puerta, espero unos minutos. Se la escuchaba confundida, decía cosas como: <<¿Por qué ocurrió todo esto?>>   ó  <<¿Quién está detrás de todo esto?>>.

Llamé a la puerta de su cuarto...

-Disculpe, lady _______. ¿Puedo pasar?

-Sí. -Su voz suena tan dulce, me pregunto si ella sabrá dulce también...-- ¿En qué demonios estoy pensando? Céntrate.-.

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POV _____________


Dejé que Sebastian entrara, él me sirvió el desayuno, realmente se veía apetitoso y olía muy bien.

Terminé de desayunar, Sebastian me miró y soltó una risita.

-¿Qué pasa? - Pregunté extrañada-.

-Nada. -hace una breve pausa- Es sólo que...

Sebastian acercó su mano a mi barbilla y la sujetó suavemente, posó su dedo pulgar en mi labio inferior, y me retiró un poco de soufflé que tenía en mi labio inferior, luego se llevó su dedo a su boca y lo lamió.

-Dulce. -dijo con una sonrisa y susurró- Supongo...

-Sebastian.

-Dime. Si quiere ordenarme algo solo hágalo.

-Necesito que busques información sobre estos documentos. - Le dí los documentos que recogí anteriormente en la caja fuerte de mi cuarto- Es una orden.  - dije sin vacilar-.

- Yes my lady -Hizo una reverencia-.

Me giré a mirar por la ventana y cuando me dí la vuelta para volver a ver a Sebastian pero, él, ya no estaba ahí. Al ver que ya se había ido, cogí el libro de Lengua y Literatura  de la estantería y m senté a estudiar en mi cama.

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La mañana la pasé estudiando. En cuanto a la tarde, Sebastian llegó y me explicó lo siguiente:

-Señorita _________.  He investigado a fondo sobre estos documentos, entre ellos están las escrituras de la casa, las escrituras de la compañia Phantom... Pero hay unos documentos que hizo tu madre en el caso de que ella muriera, es decir, hizo su testamento y una carta para ti.

-¿Con eso quieres decir qué--?

-Sí, tu madre sabía que había alguien que la quería asesinar y escribió esta carta para tí y para que entendieses. De todas formas, su madre guardó estos documentos en tu cuarto porque creeyó que los asesinos no podrían encontrarlos  o que no pensarían que una adolescente como tú guardara cosas de suma importancia aquí, y menos detrás de un cuadro en una caja fuerte.

- Esa es la razón por la que mi madre escondió estos documentos y por si acaso escondió la llave en su cuarto para que los asesinos pensarán que estos documentos estaban allí y no aquí.

-Tome, léala. -me da la carta que mi difunta madre me escribió-.

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Saluditooos ^o^

¿Qué os pareció el cap? Yo creo que me quedó un poco corto :/ 

Espero que lo hayaís disfrutado tanto como yo de escribirlo :DD 

También espero poder pronto subir el próximo capítulo que se llamará: -Capítulo 4: Insomnio-

Votad y comentad eso me motivaría mucho, muchas gracias y nos vemos

en la próxima actualización  :3

Kuroshitsuji Fanfic [Sebastian Michaelis y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora