Reconocí esa voz, esa voz era de mi antigua amiga, Yolanda. Yolanda es de mi altura, tiene mi misma edad, es rubia, pelo largo y ondulado, ojos castaños y vite de forma muuuy recatada. Hacía mucho que no la veía como hace año y medio. Es una chica muy religiosa pero que muy, muy relligiosa. Hace años eramos como hermanas, en los findes de semana yo me quedaba en su casa y ella en la mia. No me caía muy bien su madre, y a su madre yo no le caía muy bien, era un "odio" recíproco.
-________, ¿qué tal te va? -se percata de mi parche- ¡¡Oh!! ¿¿Qué le ocurrió a tu ojo??
-Oh...Esto. -señalo mi ojo derecho- Es una historia muy larga y triste.
-Sentémonos allí y me lo cuentas, tenemos tiempo. -Me dijo mientras señalaba un banco-.
-Okay, si tienes tiempo...
Las dos nos dirigimos y nos sentamos en el banco. Comencé a contarle todo lo que me había pasado a Yolanda, pero claro, omití algunos detalles como cuando hice el contrato con Sebastian y que él es un demonio. Ella me miraba preocupada mientras yo se lo terminaba de contar.
-¡¡Oh, Dios mios!! ________. ¡Tuvo que ser horrible! -me dijo-.
-Y lo fue... -hice una pausa- ¿Y qué tal tu, Yolanda? -le pregunté para cambiar de tema-.
-Bien. No me puedo quejar. - estiró sus hombros- ¿Quedamos mañana? Es que estoy agotada de haberme levantado hoy muy temprano para estudiar literatura, y ahora por la tarde estudiaré también.
-¿Estudiar literatura? ¿Para qué? -pregunté asombrada-.
-Es que me quedó esa asignatura y como dentro de tres semanas se acaban las vacaciones de Navidad, tendré que hacer el examen.
-¿Y qué tal vas? -le pregunté-.
-Bien...Eso creo... Estoy estudiando a Bécquer.
-¿Y qué estás estudiando de él?
-Todo. Su biografía, sus obras, Rimas y Leyandas... Bueno, me voy que tengo que estudiar.
-Amm... Bueno pues yo también me marcho. -me despedí de ella y quedamos para vernos manaña en la tarde-.
Caminé un rato más por el parque hasta llegar a una preciosa fuente. La contemplé durante unos minutos concentrada pensando en mis cosas. A partir de allí, di la vuelta y caminé hacia la mansión de mi padre, aunque no tenía muchas ganas de volver allí. Al menos Dominic está hoy en la peluquería con sus amigas, así que tardará en volver a casa.
Llegué a la mansión de papá, saludé a Sebastian y él me devolvió el saludo con una sonrisa encantadora. Miré en el despacho de papá y ahí estaba él, su escritorio lleno de papeles que debía revisar y firmar, se le veía algo agobiado. Recordé que tenía unos apuntes sobre Bécquer, se los dejaré a Yolanda, apuesto a que le servirán a entender y a memorizar esto. Antes, como hace unos años, nos prestabamos los apuntes o nos explicabamos lo que la otra no entendía.
Fui a mi cuarto a buscar los apuntes... ¡Mierda! ¡Los tengo en mi mansión no en la de mi padre! Tendré que ordenarle a Sebastian que me los traiga. Me dirigí a la cocina, allí estaba Sebastian, le ordené que me trajera los apuntes de literatura más concretamente los de Bécquer. Él respondió a mi orden con un "Yes my Lady".
Esperé unos minutos... Sebastian volvió con los apuntes en la mano. Iba a tomar los apuntes de su mano pero él la levantó para que no pudiera alcanzarlos.
-Lady ________, ¿no va a darme una recompensa? -preguntó Sebastian juguetón-.
-¿R-recompensa? ¡Sebastian! -me sonrojé-.
-Oh, vamos, Lady ________, sólo pido un beso.- me dijo Sebastian todavía juguetón-.
-... -me acerqué a él, tirándole de su chaqueta de mayordomo para acercarle más a mi altura y le besé. Cuando fui a separarme de sus labios, en un gesto rápido él, con su mano izquierda sostuvo mi cabeza y me acercó de nuevo a sus suaves y cálidos labios.-
Terminé el beso y le miré más sonrojada que antes y le dije:
-¡Sebastian!
-Discúlpeme lady ________, pero no pude resistirme a esos sabrosos labios que tiene. -me dijo con una mirada pícara-.
Tomé los apuntes y los guardé en una funda de plástico. Salí de mi habitación, después de la mansión, y me dirirgí hacía la casa de Yolanda. ¿Era por aqui? ... No... Era por allí, esa calle...
Me perdí un par de veces pero llegué a casa de Yolanda sobre las 18:00h. Estaba nerviosa y un poco temerosa. Su madre era una mujer con la que nunca me había llevado bien, ella decía que yo era una "mala influencia" para su hija y encima, ¡yo nunca la he influenciado a hacer algo malo! Eran imaginaciones suyas.
Toqué la puerta de su casa, la puerta se abrió lentamente y de ahí se asomó la madre de Yolanda. Me miró de arriba a bajo de mala manera y me preguntó de forma ruda:
-¿Qué haces aqui, _________?
-Vine a traerler a Yolanda unos apuntes de Bécquer. ¿Puedo pasar?
-Yolanda no está en casa, así que no, no puedes pasar, _________.
-Pero... Ella me dijo que estaría en casa estudiando de literatura para un examen.
-Pues no está, buenas tardes. -cerró la puerta de un portazo-.
-¡Oiga! ¡Señora! -toqué con a mano un par de veces a la puerta pero no la abrió-.
Ya veo que su madre no a cambiado nada, sigue odiándome al igual que yo a ella. Al menos podría haberme dicho donde encontrarla, la llamaría por teléfono pero, cambió de número telefónico y yo tenía su antiguo número.
Pero... ¿Acaso... Yolanda...Me había mentido...? ¡No, ella no haría algo así! ¿cierto? No es posible, eramos como hermanas, somos amigas o ... Al menos eso creía.
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Holi~ a todaas ! ^^
AVISO: Mañana subiré un nuevo Fanfic de Kuroshitsuji, espero que os guste :)
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Aqui os traigo el capítulo 9, espero que os guste :D
Votad y comentad eso me motivaría mucho, muchas gracias y nos vemos
en la próxima actualización~! :3
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Kuroshitsuji Fanfic [Sebastian Michaelis y tú]
Fiksi Penggemar"Soy (t/n) ______, vivo en Inglaterra en una gran mansión. Sí, mis padres son millonarios, pero aunque lo sean eso no quiere decir que yo sea una consentida o una caprichosa, es más, me gusta ganar dinero por mi cuenta, por eso trabajo en un café lo...