Kuroshitsuji Fanfic [Sebastian Michaelis y tú]

Capítulo 5: Cuando la cosas no podían ir a peor...

Ha pasado la semana que me dijo mi padre y ya sólo queda un día para irme a su mansión. Empaqueté mis ropas, vestimentas y zapatos en cuatro cajas medianas de mudanza; algunas cosas esenciales como libros, libretas, necceser y cosas del instituto en dos cajas pequeñoas de mudanza y mis cosas más necesarias como el móvil y su cargador, etc... En la mochila. Sebastian me ayudaba a guardar algunas cosas en las cajas.

-Sebastian, lleva estas cajas a la entrada, es una orden.

-Yes my lady. -Dicho esto, Sebastian las fue bajando-.

Cuando Sebastian terminó me preguntó:      

- ¿Realmente quiere ir a vivir con su padre, señorita _______?

-No, pero es lo que hay. Viviré allí por unos meses hasta poder conseguir que mi padre te de mi custodia a ti y eso te convierta en mi tutor legal.

-¿Yo? ¿Su tutor legal? -Preguntó Sebastian sorprendido- Yo sólo soy un simple mayordomo.

-Pues si consigo que mi padre te pase la custodia serás un mayordomo-tutor.

-De acuerdo.

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Al día siguiente hablé con mi padre por teléfono y quedamos a las 4:30 p.m. en el centro comercial. Ya era la hora de ir allí, estoy tan nerviosa. ¿Cómo será vivir los tres en una mansión? ¿Papá se llevará bien con Sebastian y viceversa? Creo que la convivencia va a ser más dura de lo que creo. Antes de salir, Sebastian me dio un parche negro y con su ayuda me lo puse para tapar el sello del contrato.

Sebastian y yo llegamos la punto de encuentro, o sea, en el centro comercial. Allí estaba mi padre, que al vernos, nos saludó. Cuando mi padre se acercó a nosotros miró a Sebastian extrañado, así que yo le aclaré:

- Papá, éste es Sebastian. Un sirviente que me ayudó a escapar de la mansión cuando ésta se incendió.

Ellos cordialmente se dieron lamano:

-_______, -me dijo dirigiendose a mi- No recuerdo haber tenido contratado un sirviente llamado de esa forma. -Miro de forma extraña a Sebastian así que intervine-.

-Y no lo tenías. Mamá le contrató después de unos días que te fuíste, por eso no le conoces.

Ahí pude actuar rápidamente, ¿cómo iba a decirle a mi padre que había hecho un contrato con un demonio? ¡Por supuesto que no soy tonta, no iba a decírselo!

-_________. ¿Qué es lo que le ocurrió a tu ojo derecho? -Me preguntó señalando mi ojo preocupado-.

-Uno de los asesinos me hirió ahí. -dije tristemente con mi mano derecha sobre mi ojo derecho y bajé mi mirada con tristeza para darle más realismo a mis palabras-.

-Lo siento tanto. -se abalanzó sobre mi abrazándome-.

-¿Qué sientes?-pregunté-.

-Siento no haber estado allí para protegerte, ________. Por favor, perdóname.

-No pasa nada. -Mi padre dejo de abrazarme y se separó-.

-Bueno, vamos a tu nuevo hogar, ________.

-Sí. -asentí con la cabeza-.

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Sebastian mi padre y yo subimos al coche de mi padre para ir a su mansión. Yo iba en el asiento trasero, mirando por la ventanilla del coche mientras que Sebastian me miraba discretamente por el rabillo del ojo, ¿pensó que no me daría cuenta? ¡Ja!