-Dime de qué se trata... Y sé sincero... Por favor... -le dije mirándole a los ojos entristecida-.
-Yo no estaba seguro sobre mis sentimientos. Sobre si estoy enamorado de usted o no. Yo... No sé lo que en verdad siento. Nunca había sentido algo como esto. -dijo Sebastian avergonzado y sonrojado-.
-Sebastian, yo... Antes de conocerte no sabía el significado de la palabra "amor", ni siquiera sabia lo que era "amar". -hice una pausa- Pero, cuando te conocí, sentí que mi vida volvía a tener sentido. -desvié mi mirada de la suya- ...Lo único que tengo claro es que... Te amo. -dije con vergüenza-.
-No soy digno de esas palabras, señorita ________. Ni siquiera soy digno de su amor. -bajó su mirada-.
-¡No digas eso! -dije molesta, hice una pausa y mi tono de voz se volvió "sensible"- No lo digas, no, después de todo lo que hemos vivido. -bajé mi cabeza, mirando al suelo y cerré mis ojos con fuerza al decir esto último-.
- ... -Sebastian se mantuvo callado, noté como su mirada se posaba en mi-.
-Por favor... Dímelo... Dime que me quieres... -levanté mi cabeza para mirarle-.
-¿Y cómo sé que es amor este sentimiento? -preguntó-.
-Por lo que me has dicho y demostrado. Has experimentado celos hacía otros chicos, me dijiste "te quiero" y nosotros... -no me atrevía a pronunciar esto último, pero sé que Sebastian me ha entendido-.
-Sí, entonces eso es amor... -Sebastian sonaba aliviado-.
-Entonces, si realmente me amas, demuéstramelo. -hice una pausa- Pero no es una orden, es una "petición". -le dije-.
Sebastian me miró a los ojos durante unos segundos, esa cálida mirada que yo recordaba había vuelto, ese comportamiento cariñoso y cercano que hace unos días había sido reemplazado por una fría personalidad y esa mirada gélida que era capaz de congelar tu alma y todo tu cuerpo, pero que ahora había vuelto.
Sebastian posó su mano izquierda en mi mejilla y la deslizó hasta mi barbilla para elevarla. Cerré mis ojos y él posó sus tiernos labios en los mios. Digamos que, cerramos esta "discusión" con un beso. El beso duró unos segundos, luego él se separó de mi y apartó su mano lentamente de mi barbilla...
-Señorita _______, no sabe que besar a alguno de sus profesores está prohibido. -sonrió pícaramente y levemente-.
- ¡O-oye! ¡Pero si me has besado tú, Sebastian! -le repliqué-.
-Que linda. -sonrió-.
-¿Linda? -pregunté curiosa-.
-Sí, me parece muy linda, como si fuera una gatita. -rió-.
-Quien sabe. -elevé mis manos y las cerré (imitando a las patitas de un gatito) y puse una cara kawaii- Nya~ Nyaa~
-Oh~ my lady. -me dijo acercándose a mi para darme un fuerte y cariñoso abrazo-.
-Ne, Sebastian... -le dije todavía abrazada a él, y con mi cabeza elevada y posada mi barbilla en su pecho- Si vuelvo a mi cuarto ahora es posible que algún profesor o algún alumno de curso superior al mio me pille caminando por el pasillo hasta mi cuarto y me castiguen con 2Ys.
-Se te olvida el detalle de que aqui, en Westom College, no soy su mayordomo sino su profesor. -dijo pícaramente-.
-¿Y qué con eso? -le pregunté inocentemente-.
-Que si te quedas aqui te castigaré dulcemente~ -me dijó con una sonrisa-.
Sus manos empezaron a recorrer toda mi espalda. Mi dedo índice se posó sobre sus labios en señal de silencio y le dije en un tono susurrate:
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Kuroshitsuji Fanfic [Sebastian Michaelis y tú]
Fanfiction"Soy (t/n) ______, vivo en Inglaterra en una gran mansión. Sí, mis padres son millonarios, pero aunque lo sean eso no quiere decir que yo sea una consentida o una caprichosa, es más, me gusta ganar dinero por mi cuenta, por eso trabajo en un café lo...